Desde que irrumpió el CrossFit, tanto la fisonomía de los gimnasios como su dinámica interna empezaron a cambiar radicalmente. Anillas, barras y sogas se hicieron su lugar al lado de los más tradicionales aparatos de pesas, cintas para correr y bicicletas fijas; la música "pilas" cruzó la frontera de las clases aeróbicas para inundar todo el ambiente; y los grupos de atletas (y amigos) les dieron color y vida a espacios muchas veces más solitarios y oscuros. Y allí, en ese apasionante deporte que no para de crecer y que reúne a grandes y chicos, hombres y mujeres, hoy todos saben quién es Maximiliano Arigossi. Se presenta como el "Negro", es uno de los coach más prestigiosos y aspira este año a clasificar para los CrossFit Games, una especie de mundial de este deporte.
Lo de Maxi y el CrossFit fue un verdadero flechazo. Desde muy chico empezó a practicar deporte, sobre todo natación. "A los 4 años me mudé con mi familia a Pilar. Y como ahí todos los cumpleaños de los nenes eran en casas con pileta, mi mamá me mandó a natación", recuerda hoy. Enseguida se copó y empezó a competir. A los 8 años se anotó en su primer triatlón, para el cual sus padres le tuvieron que hacer una autorización especial. Y no paró. A los 17 años dejó el triatlón y empezó a correr 100 metros llanos. Luego volvió al triatlón para hacer un par de Ironman. Hasta que cambió el deporte por la Facultad. "Subí de peso y me empecé a sentir mal. Fue cuando descubrí el CrossFit. Me metí para bajar de peso, pero me encantó. Gané una competencia interna en Tuluka y entonces volví al alto rendimiento", cuenta hoy, a los 26 años.
Maxi tiene hoy día una rutina de entrenamiento de hasta tres turnos diaros de dos horas cada uno, entre los cuales descansa o da clases. "El primer turno es el más largo y el más pesado, ahí trabajo la fuerza y el levantamiento, porque estoy más fresco. En el segundo le doy más intensidad a lo metabólico y a lo cardio. Y el tercero es un poco más liviano, trabajo más técnica y debilidades. Y a medida que me voy aproximando a la competencia ese volumen va bajando porque necesito compensar y recuperarme", especifica.
Este deporte, que combina distintas disciplinas como la gimnasia deportiva, el atletismo, el levantamiento de pesas y ejercicios de strong man, tiene para el "Negro" Arigossi muchísimas virtudes. "Es adaptable a distintos niveles de dificultad, estimula la autosuperación y genera un sentido de comunidad y de camaradería únicos. Me pasa lo que nunca me pasó con otro deporte: me transformó la manera de ver las cosas. Para mí es un estilo de vida", describe el atleta de élite.
El sueño de Maxi es clasificar para los CrossFit Games de 2020. Para ello debe ganar el cupo que dará el Southfit CrossFit Challenge, que se llevará a cabo del 6 al 8 de diciembre de este año en la Argentina. Sus esperanzas son muchas, porque el año pasado fue el ganador de esa competencia, solo que todavía no era reconocida como sanctional, es decir, clasificatoria para el mundial. Pero ahora, sí. Por eso Maxi va por todo.
Consejos de un experto
- "Siempre entender que si lo vas a hacer por salud está perfecto, pero divertirse es lo más importante para que sea algo sostenible en el tiempo".
- "Si bien es responsabilidad del coach cuidar a las personas en las clases, también es cuestión de cada uno dejar un poco el ego de lado, entender los tiempos del deporte e ir paso a paso".
- "Estar bien hidratados, comer bien, descansar bien y respetar las entradas en calor".
- "La ropa tiene que ser cómoda. En el calzado priorizo siempre la estabilidad, porque hay menos propensión a las lesiones y más prolijidad en los movimientos. En las Nano 9 de Reebok encontré un equilibrio excelente entre estabilidad y comodidad. Y además también son aptas para correr".