Drogas, abuso de poder y violaciones: así funciona el peligroso mundo de las sectas
Nxivm es el último ejemplo de cultos peligrosos, dañinos e infames que acaban en los tribunales y en los medios de comunicación.
Keith Raniere, el fundador de la secta Nxivm, fue condenado recientemente a 120 años de prisión en un tribunal de Nueva York por diferentes cargos, entre los que se encontraba tráfico sexual de mujeres y niñas, posesión de pornografía infantil y crimen organizado. Bajo la tapadera de un grupo de superación personal, Nxivm estableció un sistema que esclavizaba sexualmente a mujeres.
"Todavía no tengo un concepto normal de familia por cómo nos manipuló para separarnos", dijo una de las sobrevivientes que testificó en contra el hombre y que se identificó como Camila. Raniere comenzó a abusar de ella cuando tenía 15 años y él era 30 años mayor que ella. Esta violencia se mantuvo por 12 años.
La sentencia fue pronunciada tras cinco horas de audiencia en la corte federal de Brooklyn, durante la cual 15 víctimas prestaron testimonio contra Raniere. "Yo era una niña. Me robó la juventud", declaró Camila, quien hoy tiene 30 años. "Me manipuló para su propio placer", añadió. "Esperaba que yo estuviese disponible sexualmente todo el tiempo".
Su testimonio fue la sorpresa de la audiencia. Camila no testificó durante el juicio de Raniere celebrado en junio del 2019 pasado, al final del cual el acusado fue declarado culpable de siete delitos, incluido explotación sexual de una adolescente de 15 años, extorsión y asociación para delinquir.
Las otras víctimas presentes en la audiencia lo describieron como un "depredador", un "monstruo", "un mentor sádico y patológico". Su abogado, Marc Agnifilo, intentó argumentar que las víctimas podían haber cambiado en su manera de ver sus relaciones con el gurú. "Es claro que se aprovechó de personas sexualmente", replicó el juez Nicholas Garaufis.
‘Sin remordimientos’
La sentencia marca el fin del recorrido de un hombre con un poder de persuasión fuera de lo común, venerado aún por decenas de personas a pesar de las acusaciones en su contra. Establecida en 1998 en Albany, la capital del estado de Nueva York, Nxivm ofrecía cursos de autoayuda a precios exorbitantes y tenía centros en varias ciudades de Estados Unidos, México, Canadá y otros países.
En 2015, Raniere creó una segunda organización paralela piramidal, bautizada DOS, que tenía unas 15 o 20 esclavas sexuales y ‘amas’. Las ‘esclavas’ debían tener relaciones sexuales cuando lo quisiera el gran amo, uno de los sobrenombres de Raniere.
Algunas esclavas fueron marcadas a fuego con un símbolo que representaba sus iniciales. En una carta escrita antes de la sentencia, Raniere insistió en su inocencia y dijo estar "orgulloso de la obra" de su vida. No mostró remordimientos y dijo que "nunca" hizo intencionalmente daño a nadie.
Todas las relaciones sexuales con miembros de su secta fueron consentidas, afirmó. Tras escuchar los testimonios de las víctimas, sugirió que mentían, al tiempo que dijo lamentar "el dolor, la cólera" que expresaron. "Yo no quería provocar ese dolor", pero "no tengo remordimientos por las acusaciones, no son justas", indicó.
El fiscal pedía la cadena perpetua porque más allá de la gravedad de los hechos, Raniere no mostró "ninguna empatía por sus víctimas" y "seguirá cometiendo delitos si es liberado".
La defensa esperaba una pena limitada a 15 años de cárcel. "Los 120 años impuestos están a la medida de los horribles crímenes que cometió", dijo el fiscal Seth DuCharme tras la audiencia. "Espero que la sentencia permita a las víctimas y a sus familias dar vuelta a la página".
Heredera y actriz
Otras cinco personas fueron acusadas en el marco del caso, y todas se declararon culpables para evitar un juicio. Una de ellas, la heredera del imperio de destilerías Seagram, la canadiense Clare Bronfman, fue condenada el 30 de septiembre del año pasado a más de seis años de cárcel.
Las otras, entre ellas la actriz Allison Mack (recordada por su papel en la serie Smallville) y la cofundadora de Nxivm, Nancy Salzman, aún aguardan su sentencia. El escándalo Nxivm es objeto de dos adaptaciones a la televisión y el cine: una serie documental, The Vow (La promesa), en HBO, y un filme de Lisa Robinson, Escaping the Nxivm Cult ('Escapando del culto Nxivm'), de 2019, sobre el testimonio de una madre que intentó liberar a su hija de la secta.
En México, el socio de Raniere era Emiliano Salinas, hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). En un mensaje publicado en Twitter durante el juicio del gurú, Salinas dijo que se desvinculó de Nxivm "de manera inmediata" a inicios de 2018, cuando una conocida involucrada en la secta le contó las "atrocidades" padecidas.
La familia Manson
En los años sesenta del siglo pasado con el movimiento hippie en plena efervescencia, Charles Manson reunió a un grupo de seguidores jóvenes en San Francisco, California, y formó una ‘familia’ que trasladó a Los Ángeles, donde quería convertirse en músico.
Las ideas de Manson, quien defendía que una guerra entre razas estaba cerca y era inevitable, convivían con el consumo de drogas y el exceso de sexo. Manson y sus seguidores saltaron a los titulares de los medios de comunicación en el verano de 1969. En la noche del 8 de agosto, Manson mandó a cuatro de sus seguidores a Hollywood. Poco después de la media noche, ya en el día 9, entraron en la casa de la actriz Sharon Tate, que estaba embarazada de ocho meses, y la asesinaron junto a otras cuatro personas. La noche siguiente asesinaron a Leno y Rosemary LaBianca.
La Puerta del Cielo
Otra de las escalofriantes sectas que marcaron la memoria colectiva fue Heaven’s Gate (Puerta del Cielo) fue un culto fundado en la década de los años setenta por Marshall H. Applewhite y Bonnie Nettles. Se conocieron en 1972 y pronto se erigieron como los dos testigos del fin de los tiempos que se menciona en el Apocalipsis.
En 1975 comenzaron a captar a sus primeros seguidores con locas teorías que aunaban el fin del mundo con naves espaciales. La secta se estableció en Texas, Estados Unidos, mientras esperaban "la transición a esa nueva vida", a un nivel superior de existencia, y a mediados de los noventa se trasladaron a California.
Los seguidores de Applewhite y Nettles fueron instados por estos a deshacerse de sus posesiones, fueron aislados de sus familias, sometidos a diferentes ritos e, incluso, ocho de ellos fueron castrados tras haberse ofrecido. En 1997, los 39 miembros que formaban la secta se suicidaron a base de barbitúricos y vodka para poder "acceder a un ovni que se acercaba a la Tierra" tras el cometa Hale-Bopp.
Cada uno de ellos dejó un video grabado. Los cuerpos fueron encontrados, alineados, con el mismo traje, las mismas zapatillas Nike, cinco dólares en el bolsillo y un plástico cubriendo sus cabezas, según recogieron diferentes medios.
Otra extraña historia sucedió en la década de los cincuenta, cuando Jim Jones, un joven de Indiana, fundó una congregación que, según defendía, se basaba en la lucha contra la injusticia y contra el racismo. Su nombre era Peoples Temple. A mediados de los sesenta, Jones, que creía que se iba a producir un holocausto nuclear, y sus seguidores se trasladaron a California. La secta fue acusada públicamente de lucrarse de sus seguidores, de fraude, de maltrato físico y abuso de menores.
Agobiado por la presión mediática, adicto a las drogas y paranoico, se trasladó junto a sus seguidores a Guyana, donde establecieron un asentamiento agrícola llamado Jonestown. A finales de los setenta, un congresista de California viajó al asentamiento tras la insistencia de un grupo de exseguidores de la secta. El político y cuatro acompañantes fueron asesinados en el aeropuerto cuando se disponían a volver a EE. UU.
De vuelta a Jonestown, el líder de la secta ordenó a sus seguidores beber Kool Aid con cianuro. Las autoridades encontraron 918 muertos, incluyendo mujeres, hombres y niños. Entre los muertos estaba Jones, que tenía una herida de bala en la cabeza.
La Orden del Templo Solar
Fundada en Ginebra, Suiza, en 1984, por Luc Jouret y Joseph de Mambro, la Orden del Templo Solar pronto trasladó su sede a la ciudad de Zúrich. Esta orden se basaba en la existencia de los caballeros templarios y creían que, a mediados de la década de los noventa, la Tierra se enfrentaría a su fin.
Coincidiendo con esa fecha, en octubre de 1994, 53 miembros de la secta se suicidaron o fueron asesinados y los edificios en los que murieron fueron incendiados. Un año después, otros 16 miembros acabaron con su vida y en 1997, otros cinco.
Los diez mandamientos
Para los seguidores del Movimiento para la Restauración de los Diez Mandamientos de Dios, una secta fundada en Uganda, África, por Joseph Kibweteere a finales de la década de los ochenta, el mundo se acabaría con la llegada del nuevo milenio.
Pero el 1.º de enero de 2000, la Tierra seguía girando. Ante esta situación, se cree que los seguidores de la secta, que habían entregado todo lo que tenían a la organización, se quejaron y pidieron recuperar su dinero. Se fijó nueva fecha para el apocalipsis, sería el 17 de marzo.
Ese día, cientos de personas se encerraron o fueron encerradas en una iglesia a la que se prendió fuego. Tras el suceso, la policía encontró más cuerpos enterrados en otras ubicaciones pertenecientes al culto y que habían muerto con anterioridad. En total, fueron más de 900 víctimas, según recogió Efe en una noticia del año 2000.
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