Llega la adolescencia y las necesidades de chicos se van dejando de lado. Espacios funcionales y con personalidad para una nueva etapa de la vida
La adolescencia es una etapa compleja, llena de cambios y definiciones de la personalidad. El cuarto tiene que acompañar este proceso y reflejar la impronta de su dueño en crecimiento. Hoy vamos a ver dos ambientaciones con tintes masculinos y mobiliario orientado a la practicidad.
CUARTO DE VALENTINO
Se aspiró a un diseño arquitectónico atemporal, y no a una variedad de muebles sueltos.
Se eligieron tonos neutros para los muebles para que se destaquen los objetos de colección. Ubicando las guitarras en la escalera que sube al baño, se convirtió un lugar de paso en un rincón temático práctico y agradable.
CUARTO DE MATEO
Para darle la bienvenida a una nueva etapa, este espacio se adaptó a las recientes necesidades de su dueño. Como punto de partida generó áreas diferenciadas: una de descanso con cama extra, un escritorio y un vestidor para tener la ropa a mano y ¡ordenada!
En la zona de descanso, el nicho en la pared sirvió de base para diseñar un mueble con espacios de guardado y estantes. Debajo, además, se agregaron canastos de mimbre para colaborar con el orden.