Dormir al ritmo de las olas: cómo probar la vida en el mar si no tenés barco
Hay varias formas de probar la vida en el mar. Nosotros no hicimos all in sin ver las cartas, tomamos la decisión de vivir y viajar a vela después de navegar mucho el Río de la Plata, hacer vacaciones en barco en Nueva Zelanda, Croacia y el Caribe, y algunos cruceros de mayor o menor dimensión por Amazonas, la costa de Brasil y desde Ushuaia al Cabo de Hornos. ¿Cómo es irse a dormir a son de las olas o amanecer sin vista de costa? ¿Da claustrofobia o la infinitud del horizonte hace que no importe el tamaño de la cabina? ¿Marea? ¿Qué se come y qué se toma, qué se hace cuando uno vive 24/7 en el mar? Preguntas como estas tienen respuesta en las experiencias que siguen a continuación, que pueden ser unas vacaciones inolvidables o pueden cambiarte la vida, como en nuestro caso.
De Buzios a Salvador en la goleta más antigua de Sudamérica
Zarpan el 15 de enero y planean escalas en Guaraparí, el archipiélago de Abrolhos e Ilheus. Construida en Génova, Italia, en 1886, la Goleta Gringo es uno de los barcos más antiguos del mundo que todavía navega, y en este momento ofrece sus camarotes a 20 pasajeros con o sin experiencia náutica. La propuesta es pasar 14 días entre navegaciones y escalas, dormir y comer a bordo, y en el camino aprender a navegar este tall ship de acero de 120 pies.
La Goleta Gringo se construyó como barco de carga con propulsión a vela, y así navegó entre el Mediterráneo y el norte de Europa llevando mármol de Carrara, luego entre Europa y Sudamérica transportando carbón, trigo e inmigrantes, que pagaban el valor equivalente al volumen que ocupaban en la bodega. Décadas después, la goleta fue abandonada y quedó parcialmente hundida en el Río Luján: el trabajo de restauración a cargo de su actual dueño y capitán, Fernando Zuccaro, demoró 20 años.
"Me meti en este baile y ahora hay que bailar", dice Fernando, que navegó por primera vez a Colonia en una balsa antes de terminar la primaria. La tripulación de la Goleta la completan su hijo Aquiles de 21 años, su esposa Bárbara, y el hijo de los dos, Juancito, de 5 años. "Originalmente este iba a ser un barco escuela de vela, pero con los años fui cambiando la intención. Ahora simplemente queremos seguir navegando, y ofrecemos los camarotes para poder financiarnos". En las travesías de la Goleta Gringo todos pasan por las cartas náuticas, la cocina, el timón, las velas, la parrilla.
Más info: Todavía quedan camarotes dobles y cuádruples libres, con baño privado, para la travesía Buzios-Salvador. Consultas por WA +5524998779576 o www.instagram.com/goleta.gringo
Navegar con otros que viven navegando
Jorge González navega desde siempre y por todos lados. Quienes lo seguimos por las redes sociales, lo vemos haciendo charters de barcos en el Mediterráneo, en el Caribe, cruzando el Atlántico para un lado y para el otro; y en el medio, viviendo a bordo de su velero en Ilha Grande, Angra dos Reis, el lugar que eligió para hacer base. Pero hace tres años se reencontró con Silvina Reyes, la vecinita del edificio de su infancia, la hija de la mejor amiga de su mamá, y juntos inventaron una nueva forma de sustentarse en el mar.
Él con todo su conocimiento del mundo náutico y ella con su knowhow que traía, luego de 28 años de carrera en el mundo corporativo, hace dos años lanzaron Host and Boat, una plataforma que conecta capitanes y familias navegantes con personas que quieren experimentar unos días en el mar. Bali, Grecia, Azores, Croacia, Malta, Ibiza, Costa Amalfitana, San Blas, Miami, Barcelona, Angra, Roatan, Puglia… Empezaron con 12 barcos amigos y hoy son más de cien en 45 destinos increíbles. "El host no sólo es capitán, también es un gran conocedor del destino y de las condiciones climáticas. El derrotero se arma en conjunto, entre las expectativas del pasajero y el expertise del dueño del barco", explica Silvina.
Jorge es el encargado de hacer la homologación de cada barco y de chequear la experiencia náutica de los hosts: "La condición es que sean barcos lindos, cómodos, que van desde veleros de 38 pies hasta goletas de lujo de 150 pies y que el capitán pueda demostrar que sabe navegar y que puede hacerse cargo por completo. Después, si los pasajeros saben navegar o quieren aprender, claro que pueden tomar el timón, izar velas, hacer algunas maniobras". Los barcos se suelen alquilar enteros para dos, cuatro, seis o más personas, y según el caso pueden incluir las comidas a bordo.
Más info: Hay opciones desde US$ 350 por día para 2 personas. Buscá el destino - barco perfecto para tus próximas vacaciones embarcadas en www.hostandboat.com
Un velero 5 estrellas como tiempo compartido
En el Río de la Plata es muy difícil ver veleros como Citation, un velero de astillero francés, tres camarotes en suite, aire acondicionado, cockpit con ducha, heladera, freezer, wifi, y menos de 5 años de botado en el mar. Este es el tipo de barcos que tiene la flota de The Moorings, una de las compañías de alquiler de monocascos y catamaranes más grandes del mundo, con más de veinte bases por todos los océanos. Un barco como Citation, el que elegimos nosotros para navegar por la costa dálmata de Croacia, puede ser tuyo por unos días, con o sin tripulación.
Quien tenga carnet de timonel de yate a vela y se sienta capaz, puede alquilar una de estas maravillas para recorrer las Islas Vírgenes Británicas, la costa de Belice y México, Exumas y Tahiti, Seychelles, Tailandia, Tonga… Los 50 años de trayectoria de esta empresa garantizan una experiencia de lujo, sin contratiempos: todo funciona a la perfección y se les puede pedir que te esperen con el barco ya abastecido de compras a medida o paquetes de comidas, además de tablas de surf o stand up, kayaks, equipos de snorkeling, pesca, buceo. Incluso se puede contratar un chef para desentenderse por completo del tema cocina durante la travesía.
The Moorings también funciona como una especie de tiempo compartido, con su programa "Yacht Ownership". A modo de inversión, y para poder repetir la experiencia en todos los destinos que ofrece, se puede comprar un barco primera clase y ponerlo en manos de la empresa para que lo cuide y lo trabaje. Además de cierto rédito mensual, la contrapartida es poder navegar en ese y otros barcos, en cualquiera de las bases de The Moorings.
Más info: Chequeá todos los destinos y rutas que ofrece, y las promociones especiales para las temporadas medias y bajas, en www.moorings.es
Travesía a remo alrededor de Ilha Grande
Juan Pablo Pautasso y Carolina Pereyra están en el lugar donde quieren estar, haciendo lo que quieren hacer. Los dos de Rosario, reman en kayak desde muy chicos y su pasión por el agua los llevó lejos, muy lejos de sus antiguos trabajos en la ciudad, hasta un lugar de mucha naturaleza: Ilha Grande. En esta isla no hay calles ni autos, así que cualquier paseo o recorrido se hace a pie o por el mar. "Vinimos una vez de vacaciones en el 2012 y nos encantó, después de una charla que recuerdo hasta el día de hoy, en el 2015, decidimos cambiar de vida". Compraron 9 kayaks a un fabricante rosarino y se instalaron en la isla.
En Praia da Julia, a unos minutos del centrito de Abraao, tienen el local donde ofrecen paseos de distintas dificultades. El más completo, intenso, aventurero, es el que le da la vuelta completa a la isla en 8 noches, unos 115 kilómetros a remo. "Remamos del lado del continente y también del lado del mar abierto, ahí suele haber olas, pero también están las bahías y playas más vírgenes de Ilha Grande", dice Fernando, que a esta altura se conoce cada "cantinho" de la isla. Hacen escalas para almorzar, para tomar unos mates y para dormir, a veces en campings y otras veces en casas o pousadas. "En los kayaks llevamos todo lo que podemos llegar a necesitar: las carpas, las cosas para cocinar, radio vhf, rastreador satelital, agua...", agrega Caro.
Algunas escalas en esta gran vivencia náutica son Praia do Poco (y el sendero a la famosa Lopes Mendes), Dois Rios (donde se encuentra el antiguo presidio), Parnaioca (el lugar de más difícil acceso de la isla), la villa de pescadores Aventureiro, Lagoa Verde para hacer snorkel y Saco do Ceu. Y algunos de los platos que Juan y Caro cocinan para los grupos son moqueca de camarones, feijoada y cabala en hojas de bananero. Las remadas se extienden entre una y cinco horas, y pueden ser exigentes en el costado exterior de la isla, por eso se recomienda para personas con experiencia en kayak de travesía.
Más info: Consultá sobre esta travesía (US$ 900 con todo incluido y el transfer desde Río de Janeiro) y otros paseos más simples por WA +55 24 99979-3572 / www.kayakilhagrande.com
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