Hoy volvemos a visitar una casa que nos impactó por su distribución dentro de una clásica estructura de loft. Pero sobre todo, por su energía y su originalidad, algo previsible considerando quiénes son sus dueños.
Eloisa Ballivian nos recibe y va a buscar algo de tomar, mientras nos quedamos embobados admirando el fulgor tropical que brilla dentro de la casa que ella y su marido, el fotógrafo de moda Pato Battellini, construyeron a pulmón inspirados en los estudios en los que él había trabajado. Así es como juntos idearon esta suerte de galpón creativo para vivir con sus dos hijos. Fascinados por la vegetación del terreno que encontraron en Martínez, proyectaron cada paso de la obra usando materiales económicos (ladrillos portantes de hormigón, techo de chapa a dos aguas) y buscando amplitud.
El proyecto era construir. Y se lanzaron solos. Vértigo. Eloisa explica que, por momentos, fue difícil, pero también que se cruzaron con profesionales muy generosos. Por ejemplo, el ingeniero que les vendió los ladrillos portantes de hormigón los ayudó con sus especificaciones técnicas para lograr un gran espacio sin columnas que cortaran la vista, y que Eloisa transforma con la obra en la que esté trabajando.
Cuando empezamos, yo todavía trabajaba en publicidad. Tenía claros mis gustos y me animaba a los volúmenes, después de haber armado tantos sets de filmación. Y Pat es un atrevido que se anima a todo
El techo es el clásico de estudio de fotografía: dos aguas de chapa acanalada y cabreadas. "Lo revestimos con fibra de vidrio matelasé ignífuga y dejamos lugar para una lucarna", explica Eloisa.
"Siempre abrigamos la fantasía de tener un gran espacio central que pudiera reunirnos a lso chicos, a mí pintando y a Pat trabajando. Cuando nació Junio, nuestro segundo hijo, Pat se dio cuenta de que necesitaba aislarse acústicamente, pero seguir conectado visualmente. Entonces hicimos este cerramiento de madera y vidrio". Si bien la idea fue espontánea, una vez lista, la madera sumó gran calidez.
"Las plantas son mis musas. Me gusta tenerlas cerca. Están las que veo por la ventana, pero también las de interior: si no hay, siento que la casa queda muy seca".
Junto a la ventana que da al jardín, Eloisa y Pat armaron un segundo living con una chaise longue que compraron en un mercado de pulgas (como la mayoría de los muebles) y dos sillones de oficina de los 60.
El box fue una ingeniosa solución para separar visualmente la cocina y, a su vez, ganar espacio de guardado con alacenas y camuflar la heladera y el lavarropas. Como los caños de electricidad quedaban a la vista, se optó por unos bien industriales. "Los elegimos así porque nos hacían acordar a los lofts de Nueva York de los años 80".
"Como el ladrillo portante no tiene revestimiento, todas las cañerías quedan a la vista. Lo elegimos porque acentúa el estilo de galpón que tanto nos gusta".
Eloisa y Pato son vegetarianos y comen con gran conciencia de lo saludable y delicioso. Un espíritu que también transmiten a sus hijos y a quienes los visitan. Por eso, para ellos la cocina no es un espacio menor. La hicieron bien bella, porque allí pasan varias horas, bien disfrutadas. La mesada es de incienso; la bacha, de acero inoxidable, la más grande que encontraron.
"Durante la obra, no sacamos ni un árbol. De hecho, las plantas limitaron la superficie construida. Adelante, dejamos un patio con un aguaribay; atrás, una higuera y un banano marcan el fin de la casa".
"La planta alta se hizo con losas de hormigón que se encastran entre sí y que colocó un camión con grúas. Fue increíble ver cómo las ponían, una al lado de la otra, como armando un Lego gigante". Eloisa cuenta que lo eligieron porque es una solución constructiva bastante simple y económica. Acá hay dos dormitorios, uno al frente y otro mirando al jardín, cada uno con su baño.
"Como nos gustaban tanto los cerámicos tipo ‘subway’ y acá todavía no se conseguían, compramos los comunes y el colocador, muy paciente, los cortó a mano uno por uno".
La pileta es de lavadero, bien grande ("ahí bañábamos a los chicos cuando eran bebes") y súper económica. El piso es de cemento alisado como en el resto de la casa.