Ali por tres
Arrancamos con el más grande, Muhammad Ali. En 2009, como nuestro héroe estaba perdiendo contra el Parkinson y no podía hablar, el trabajo fue por el lado inverso: que sus grandes rivales hablaran sobre él, como George Chuvalo, Joe Frazier o Larry Holmes. El resultado es un video notable, Facing Ali ("Enfrentando a Ali"). Resulta maravilloso cómo los rivales, pese a sus derrotas, dicen que el punto más alto de sus carreras fue haberlo enfrentado: Ali como centro del universo de sus vidas.
Excepto por Frazier. Nuestro segundo recomendado es una reconstrucción sobre la tercera pelea entre Ali y Frazier, en octubre del 75 en Filipinas, Thrilla in Manila. El documental respeta ese nombre ("Suspenso en Manila"). Fue una pelea sanguinaria y delirante. Una vez que termina el anteúltimo round, y los dos están devastados, el entrenador de Frazier tira la toalla sin saber que Ali, en el otro extremo, le había pedido a su entrenador que le sacara los guantes porque no podía más. En cierta forma, los dos murieron en esa pelea.
El año anterior, ya había ocurrido algo parecido: fue Mobutu, el dictador de Zaire, hoy República Democrática del Congo, quien en 1974 pagó los US$10 millones para la histórica pelea entre George Foreman, entonces campeón, contra Ali. Si tienen que ver un documental de boxeo antes de morir, es este. Esa pelea se llamó Rumble in the Jungle ("El rugido de la selva"), pero la película se llama When We were Kings, "Cuando éramos reyes", y es mucho más que boxeo. En 1996, ganó un Oscar como mejor documental largo. Las imágenes corresponden al director, Leon Gast, que había viajado a Kinshasa por un festival de música negra. Pero una vez en Zaire, advierte que la gran historia era la pelea.
Competencia nacional
Seguimos con Gatica, el mono, la película de Leonardo Favio de 1993. Edgardo Nieva personifica al mítico boxeador argentino, que muere muy joven, a los 38 años, ya arruinado, sin amigos, alcohólico y con la única compañía de un perro. La obra retrata esa desgracia, pero también la gracia de alguien que nunca fue campeón de nada, y sin embargo llegó a ser ídolo de masas. Era el Tigre para las clases bajas, para los suyos, y era el Mono, despectivamente, para la oligarquía.
Otra obra sobre un boxeador argentino, aunque sin actores ni producción argentina, es Love Ranch, una película yanqui, estrenada en 2009, a la que le fue mal en Estados Unidos y nunca se estrenó en Argentina. Trata sobre la vida de Ringo Bonavena y se puede ver en YouTube. Love Ranch no es más que Mustang Ranch, el prostíbulo de Nevada en el que Ringo intentó ser más mafioso que el mafioso del lugar, Joe Conforte: se acostó con su mujer y terminó asesinado. Quien hizo de Bonavena fue un español, Sergio Peris-Mencheta, que vino a la Argentina para empaparse de Ringo.
Peleas de Hollywood
Quien hace de Joe Conforte, el mafioso que decide el asesinato de Bonavena, es Joe Pesci. Y Pesci también hizo en 1980 Toro salvaje, dirigida por Scorsese y basada en la autobiografía de Jack LaMotta, un campeón mediano de la década del 40. Mientras Robert De Niro interpreta a LaMotta (subió 27 kilos para interpretar el papel y ganó el Oscar), Pesci hace de su hermano y manager. Es tan de culto que los fanáticos contaron 114 veces la palabra fuck.
Otra cara del boxeo, la del viejo entrenador de gimnasio, y la de una chica que quiere empezar a boxear, es Million Dollar Baby, con (y de) Clint Eastwood, Morgan Freeman y Hilary Swank. La curiosidad argentina es que la Tigresa Marcela Acuña enfrentó de verdad a quien en la película es "la mala", la alemana Lucia Rijker. La Tigresa perdió, en 1997, y dijo sentirse muy representada por la película.
Bonus track
Pasamos a un trabajo chileno, Mi último round, en el que un boxeador de un pueblo del sur de ese país ya no puede ocultar su relación con un mozo del lugar y se tiene que ir a la capital, a Santiago. El boxeo y la homosexualidad son una pareja difícil.
Mike Tyson dijo alguna vez que su película de boxeo favorita era Gentleman Jim, que retrata la carrera de James Corbett, a quien se lo conoce como el padre del boxeo moderno.
La décima película no es sobre boxeo, pero vamos a dársela a Tyson como actor, aunque no aparezca peleando, sino cantando un tema de Phil Collins en ¿Qué pasó ayer? Tyson también agita sus brazos como si tocara la batería y baila rap como si fuera Ali.