Día del Diseñador Gráfico: por qué se celebra hoy y cuánto se suele cobrar por esta profesión
El festejo se extiende a todos los trabajadores de esta carrera, que tiene múltiples aplicaciones que van desde el marketing al mercado editorial; a continuación, un tarifario actualizado con valores de referencias tanto para los profesionales como para los clientes
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LA NACION
Todos los 24 de octubre se celebra en la Argentina el Día del Diseñador y la Diseñadora Gráfica, una profesión asociada a la comunicación a través de la imagen en donde la forma hace en gran medida al mensaje. La fecha está asociada al año 1966, cuando Haydée Strittmatter se convirtió en la primera graduada con título en recibirse de la Escuela de Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo. Desde entonces, miles de personas se graduaron de esta carrera que encuentra lo artístico con lo técnico.
Las aplicaciones del saber aprendido en una cursada de Diseño Gráfico son variables. Esto se debe a que los pedidos hacia un diseñador pueden ir desde el diseño de un producto hasta la confección de su packaging, así como otras tareas más ligadas al mercado editorial, la identidad corporativa, la ilustración y la señalética.
Por esto y por la soledad con la que a veces se enfrentan en el desarrollo de su profesional, que a menudo se hace de manera freelance, los tarifarios son una pieza clave para que un diseñador o diseñadora puedan hacer valer su trabajo con precios orientativos elaborados a partir de la experiencia de muchos colegas.
La organización Tarifario 2022, por ejemplo, se propuso esta tarea para asistir a quienes se desempeñan en el Diseño Gráfico y otras carreras con una dinámica similar como el Diseño Audiovisual, el Marketing y la Programación. Este esquema está basado en “montos orientativos” que buscan “ayudar tanto a profesionales a presupuestar y cobrar como a clientes que buscan saber cuanto deberían pagar”.
Para ello, se divide a los tipos de clientes en A, B o C, una clasificación que se deriva del Principio de Pareto, también llamado ley del 80/20, la cual señala que en un negocio un 20 por ciento de los clientes supone el 80 por ciento del ingreso, mientras que el otro 80 por ciento de los clientes define el 20 por ciento de los ingresos restantes. La referencia no es tanto hacia el volumen de pedidos, sino a su valor, por lo que se intenta orientar los recursos y esfuerzos hacia los clientes más “redituables” según esta escala.
De esta forma, los clientes A serían aquellos pocos que aportan el 80 por ciento de la ganancia, mientras que el B corresponde a los clientes más regulares que suman el 15 por ciento del ingreso y la clasificación C es para la enorme mayoría que suma el 5 por ciento restante.
En este sentido, la variación para el precio de un combo completo de merchandising, que incluye remeras, llaveros, gorras y calcos, ronda los 28.916 pesos para los clientes de tipo A, 20.884 pesos para el tipo B y de 14.458 para el C. En cambio, para un diseño de alta complejidad, en el que la organización lista el desarrollo morfológico de estuche troquelado, envase PET, etcétera, pero sin incluir la parte gráfica, se sugiere una tarifa de 31.728 pesos para el tipo A, 22.892 pesos para el B y 15.061 pesos para el C.
Pero el mercado editorial también es una fuente laboral para el diseño gráfico. Según este mismo sitio web, un diseño de revista de 20 páginas cuesta alrededor de 35.222 pesos, 25.704 pesos y 13.093 pesos para clientes A, B y C, respectivamente. De cualquier manera, desde Tarifario recuerdan que sus propuestas son orientativas y que “cada proyecto debe ser presupuestado basado en sus requerimientos”.
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