Día del Champagne: las claves para elegir cuál tomar
Esta bebida es elaborada mediante el método champenoise, procedimiento únicamente posible de realizar en la región de Champaña-Ardenas
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LA NACION
Cada tercer viernes de octubre se celebra el Día Internacional del Champagne, una bebida espumante proveniente de la zona de Champagne, en Francia.
Sus orígenes se remontan a 1670, cuando el monje Dom Pierre Pérignon realizó una serie de cambios a esta bebida espumosa, introduciendo una nueva selección de uvas, la implementación del corcho y la tapa metálica.
Actualmente, esta bebida se consume en celebraciones, fiestas y situaciones especiales, siendo uno de los vinos espumosos más elegidos por muchos. De esta manera, existen varios factores a tener en cuenta a la hora de beberlo:
- No se debe llenar la copa más de un tercio a la hora de beberlo. Esto impide que se caliente rápidamente, conservando la calidad de la preparación.
- Debe conservarse a una temperatura de entre 8º a 12º grados y servirse idealmente entre los 9º C.
- Para servirlo, es recomendable inclinar levemente la copa y cuando se comienza a generar una espuma, enderezarla hasta alcanzar la cantidad necesaria de líquido.
- Al momento de beberlo, es necesario tomar la copa por su tallo y nunca por el cáliz o cuerpo. Esto evita que la mano caliente el cristal y por lo tanto, el champagne.
- Se puede acompañar esta bebida, de acuerdo a cada variedad. Para el Extra Brut, se recomiendan canapés salados, mientras que un Rosé combinará a la perfección con productos ahumados.
¿Qué Champagne elegir?
Esta bebida espumosa se elabora con tres tipos de uvas: Chardonnay, Pinot Meunier y Pinot Noir. A la hora de elegir uno, se considera su concentración dulce y tiempo de elaboración.
Como mínimo, el Champagne requiere 15 meses de desarrollo en bodegas. Sin embargo, existen cosechas especiales que llevan al menos tres años de elaboración.
El Champagne cuenta con la siguiente escala que clasifica desde el menos azucarado al más dulce:
- Brut nature: denominado también como zero brut o non-dosé, no cuenta con azúcar añadida. Por lo tanto, se estima que posee tres gramos de azúcar, producto de su fermentación, como máximo.
- Extra brut: cuenta con 0 a 6 gramos de azúcar por litro.
- Brut: posee hasta 12 gramos de azúcar por litro.
- Extra dry: en su composición se pueden hallar desde 12 a 17 gramos de azúcar por litro.
- Sec: contiene de 17 a 32 gramos de azúcar por litro.
- Demi-sec: cuenta con 32 a 50 gramos de azúcar por litro.
- Doux: es la máxima concentración dulce, con 50 o más gramos de azúcar por litro.
Asimismo, cuenta con variedades rosé, que se caracterizan por su color rosado.
Curiosidades sobre el Champagne:
A la hora de consumir esta bebida, es importante tener en cuenta ciertos aspectos que la hacen única. Esto garantizará la calidad y autenticidad del producto:
- El Champagne sólo es reconocido como tal si proviene de una región con el mismo nombre, ubicada en Francia.
- Sus burbujas son producto de la levadura, que se alimenta del azúcar en su receta. Al consumirla, libera dióxido de carbono, lo que se conoce como gas.
- Se estima que el corcho sale disparado de la botella a una velocidad de más de 65 K/h.
- Sus botellas deben contar con un cristal oscuro y grueso, el cual protege a la bebida y su concentración de burbujas.
- Posee antioxidantes y ácido tartárico, que benefician la salud. Equilibra el tono y el aspecto de la piel
- Una botella de 750 ml cuenta con unas 49 millones de burbujas.
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