Después de la cuarentena. Un llamado de atención contra el cáncer de piel
Barbijo, alcohol en gel, lavandina, #quedateencasa… después de un año atípico, de mucho encierro y nuevas costumbres, sigilosamente llegó el verano. Con temperaturas que esta vez aún no resultan agobiantes, pero con un cielo claramente estival, la gente está saliendo casi con necesidad. Con los protocolos sanitarios a flor de piel, son, sin embargo, menos los que se acuerdan de sumar los cuidados frente al sol que impone cada diciembre.
"La gente está con menos cuidados. Prioriza su salud mental y el sentirse bien. Barbijo, alcohol, protector solar… parece que uno se va a la guerra cada vez que va a salir", observa Colin Campbell, cirujano plástico del Hospital Austral. El especialista extrajo unos carcinomas de la piel a la actriz Luli Laprida (@lulilapri) hace un par de años y hace una semana volvió a operarla de otros nuevos que aparecieron. Fue entonces que la hija de la trilliza María Eugenia dio a conocer su caso a través de las redes para generar conciencia. "Quería decirles que se cuiden mucho la piel porque es muy importante, la gente no sé si sabe lo importante que es cuidarse del sol", decía por esos días.
Además, aseguró que no toma sol. Laura Laprida explica los motivos que la llevaron a hacer público un asunto que de otra manera no hubiera trascendido: "me preguntaron qué me había pasado y me pareció una buena oportunidad para ser honesta y, de paso, al contar mi experiencia, concientizar un poco. Al tener tanto acceso a gente mediante las redes sociales, a mi me parece importante ser auténtica y sincera con ellos".
Generar conciencia sobre temas de salud se vuelve fundamental en un año en el que las consultas médicas disminuyeron notablemente por temor a la pandemia. "Sobre todo la gente mayor se guardó mucho. Después de un tiempo aparecieron pacientes con tumores en la cara. Priorizaron quedarse guardados antes que hacer la consulta, aun teniendo la posibilidad de las videoconferencias. Sin embargo, en general, crecieron las videoconsultas", añade Campbell. El profesional asegura que hay tumores de piel que tienen crecimiento muy rápido y que pueden pasar del tamaño de una lenteja al de un puño en tres semanas.
En la cara, las áreas con más predisposición a desarrollarlos son nariz y párpados. El 80% de los carcinomas de piel de la cara se dan en esas áreas. También son habituales en la zona del escote y en los hombros, en el caso de las mujeres, ya que son las áreas que están más expuestas. El retraso en la consulta, muchas veces "lleva el riesgo de retrasar el diagnóstico de lesiones malignas y de enfrentarnos a tumores más avanzados. Tuvimos la herramienta de la teledermatología que sirve cuando la consulta presencial no es posible. Ayuda a acortar los tiempos de espera de los pacientes y a clasificarlos a priori según el riesgo que tiene una lesión para ser biopsiada o no. Actualmente no reemplaza a la consulta presencial", advierte María Eugenia Cappetta, dermatóloga miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología, que atiende a Laura Laprida. La dermatóloga explica que en la actualidad cuenta con una técnica no invasiva para estudiar lesiones de piel, que se llama dermatoscopia, que ayuda mucho en el diagnóstico pero que se puede hacer solamente en consulta presencial.
En alerta
Si bien el daño provocado en el sol sobre la piel es acumulativo, el cáncer de piel no es privativo de personas mayores. "Cada vez hay más cáncer de piel en personas jóvenes, de entre veinte y treinta años, ya que el agujero de la capa de ozono se agrandó", avisa el cirujano plástico.
Sin embargo, en el día a día el médico advierte que los cuidados frente al sol se relajaron. "El barbijo es una barrera limitada a la mitad de la cara. Además del barbijo, hay que usar protector solar", recalca el cirujano quien también recomienda el uso de los "gorros de Piluso" en reemplazo de la más popular visera, que deja las orejas al descubierto. También aconseja sumar remeras con filtro y, por supuesto, anteojos con filtro solar. "La barrera física es la mejor porque no hay que renovarla cada dos horas, pero no reemplaza al protector solar que siempre hay que usar", recalca.
Por otra parte, con el confinamiento, el período del año de baja exposición solar se alargó. Por eso, la piel no tuvo un tiempo de acostumbramiento solar, "lo que la hace más sensible a la radiación y más susceptible a quemaduras. Esto en el largo plazo puede ocasionar una mayor incidencia de cáncer de piel", afirma Cappetta. Por supuesto, la especialista destaca la importancia de mantener las medidas de fotoprotección, más allá de los protocolos de Covid-19 que se mantienen. Entre las medidas, indica buscar la sombra, evitar la exposición solar directa entre las 10 y las 16, usar sombrero de ala ancha, lentes con filtro UV y sombrillas. "Y aplicar de manera abundante fotoprotector tópico con factor de protección alto o muy alto que cubran el espectro UVB y UVA, antes de la exposición solar, renovándolo cada dos horas. Aplicarlo por debajo del barbijo", apunta.
Piel blanca, ojos claros y pelo rubio tienen mayor predisposición a desarrollar un cáncer de piel. En sus casos, los controles son más exhaustivos. En todos los casos, los profesionales coinciden en que no hay que dejar de hacer la consulta, aunque sea mediante videoconferencia para que luego el especialista determine si hace falta la consulta presencial. Y no dejar de examinar periódicamente los lunares y lesiones de piel para detectar lesiones precoces.
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