Una ambientación tan impactante como armónica para una pareja que soñaba el lugar ideal donde ver crecer a sus dos hijos.
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Quizás, para un profesional del diseño interior uno de los desafíos más interesantes sea encarar un proyecto desde sus cimientos. Así sucedió en esta historia, donde la interiorista Mariana Flombaum trabajó en equipo con el arquitecto Matías Goyenechea desde que esta casa era solo una idea.
Decisiones estéticas
Preguntamos cómo se tomaron decisiones estéticas, cómo se buscó un camino creativo y no otro. ¿Cuáles los conceptos-guía? Arquitectura contemporánea, pasión por el estilo racionalista y funcional y una puesta en tonos y texturas neutras y atemporales.
"Lo más importante es definir los límites estéticos que rigen un proyecto. Y ahí se hace una primera edición."
Arq. Mariana Flombaum
En el fondo, la columna circular imprime el sello racionalista buscado. Un eco delicado: las rayas de la alfombra y las de la obra de arte. El piso de cemento alisado es el mismo en toda la casa.
“Para mí, el arte es vital en mis propuestas de interiorismo: termina de dar carácter y define la personalidad de una casa”, dice Flombaum sobre la obra op-art de Fabián Burgos seleccionada junto con Horacio Dabbah.
Una articulación bien diseñada
La puerta pivotante continúa el mismo diseño de la biblioteca, con paneles de cuero color suela. Así, si se quiere, queda independizada el área de la recepción de las áreas privadas.
La cocina
“Sugerí colocar las hornallas en la isla, así el que cocina puede estar mirando a quienes lo acompañan en la barra”
Espacios exteriores
En los exteriores es donde más se evidencian el diseño asimétrico y los quiebres en el dibujo que hacen tan especial a esta casa.
Junto a la parrilla, una gran mesa con tapa de zinc curado, un recurso inusual pero muy práctico.
Subir y descansar
“Las escaleras suelen ser lugares olvidados en el diseño, pero tienen mucho potencial. Por eso creé esta lámpara tipo cadena de átomos, inspirada en los más modernos diseños italianos”.
Dormitorio infantil
El objetivo fue que la ambientación del cuarto superara el pasaje de la infancia a la adolescencia. Por eso, se eligieron colores descansados, como el arena, los grises y distintos tonos pastel. La cama funciona como diván, para que además de dormitorio sea rincón de juegos y encuentro con amigas. Sobre la cama, almohadones con estrellas, rayas y plenos en tonos pastel para una niña que ya no es tan niña.
“La dueña del cuarto participó de cada detalle, sobre todo cuando diseñamos juntas las flores que serían luego pintadas a mano con plumín en la pared”.
Suite principal
“Los módulos detrás de la cama resultaron una gran idea: fueron pintados a mano con una técnica que visualmente proyecta la textura y profundidad de un entelado”.
Más allá, tras una puerta de vidrio gris humo, el antebaño revestido en mármol color visón. Para prestar atención: las puertas del vestidor hechas a medida corren por un riel oculto y dan la sensación de estar flotando (Estudio Mariana Flombaum).
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