De Salta a Humahuaca: colorismo y encanto natural

Viajar al norte significa sumergirse en la belleza de una tierra colorista, en los paisajes y en las tradiciones de su gente. Una paleta arcoíris se expresa en los cerros, en las artesanías, en las comidas autóctonas y en el vestuario típico. La capital salteña recibe a los visitantes con empanadas (para algunos, las más ricas de nuestro país), tamales y platos modernos que nos invitan a revalorizar cultivos andinos milenarios desde una perspectiva gourmet.

A dos horas de avión desde Buenos Aires, Salta tiene un cielo de un azul potente y un silencio que contagia paz. Lo ideal es hacer base en la capital provincial para disponer de una ubicación estratégica que facilite los paseos. Hotel Salta se encuentra a escasos minutos a pie de las atracciones principales de la ciudad, como el impactante Museo Arqueología de Alta Montaña (MAAM), las tiendas del Paseo Balcarce, la Catedral y la Iglesia de San Francisco. Emplazado en un edificio neoclásico frente a la Plaza 9 de Julio, este alojamiento dispone de parrilla con horno de barro, piscina, gimnasio, WIFI y acceso a las instalaciones del Salta Polo Club. Lo mejor es ir con todo resuelto, como esta escapada de Despegar que además de 2 noches de hospedaje con desayuno incluye vuelo directo por Aerolíneas Argentinas (sale a las 06.40 de Ezeiza y vuelve a las 19.30 para poder aprovechar al máximo el tiempo allá) y excursión de un día completo a la Quebrada de Humahuaca para conocer Yala, Volcán, Tumbaya y Purmamarca en el camino.

Este recorrido por los Andes profundos es un viaje en el tiempo, una aventura que conduce al Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad localizado en Jujuy a través de un puñado de pueblos únicos. Subir al mirador del Cerro de los 7 Colores, perderse por las callecitas de la Quebrada de Humahuaca y por el mercado artesanal son solo algunas de las actividades que propone esta escapada diseñada por Despegar. La experiencia se completa con una visita a las "paletas del pintor" -las montañas de la localidad de Maimará que parecen pintadas a mano- y a Tilcara, para ver el sitio arqueológico "Pucará de Tilcara" con numerosas construcciones realizadas por los indígenas que habitaban el lugar. El itinerario pasa por Huacalera, a 115 kilómetros de San Salvador de Jujuy, para dar con el monumento que simboliza el Trópico de Capricornio, para luego entrar a la iglesia de Uquía, donde se encuentran las Pinturas Cuzqueñas.

En todo momento de esta escapada se disfruta del cálido ambiente norteño y las buenas costumbres regionales. De regreso en la ciudad de Salta, hay que probar una cerveza de algarrobo, queso de cabra y algún plato de neo-gastronomía autóctona, como un lomo de llama a las hierbas nativas con papines andinos aplastados. Tip: visitar el MAAM con tiempo para apreciar en profundidad las culturas precolombinas del noroeste argentino y su geografía sagrada.

Salta es uno de los distritos andinos en el que se encontraron mayor cantidad de santuarios de altura (como las famosas momias del volcán Llullaillaco que precisamente resguarda el MAAM). La provincia también ostenta uno de los ferrocarriles más altos del planeta, el Tren a las Nubes, que además de ser un icono turístico es una obra de ingeniería impresionante a 4.200 metros y un factor clave en el desarrollo de las comunidades de la puna salteña. A su vez, en este terruño se encuentra la bodega más alta del mundo: en Colomé la vista panorámica es inigualable, al igual que la oportunidad de adentrarse por senderos y viñedos en un contacto íntimo con la naturaleza hasta el corazón del vino de altura argentino: los Altos Valles Calchaquíes. A cuatro horas de la capital, ascendiendo hasta los 3.400 mestros y después de atravesar paisajes inesperados cubiertos de gigantes cardones, la degustación guiada es inolvidable.