Una estadía en Europa le dio la idea de una app que en Argentina no existía.
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Francisco trabajaba en la inmobiliaria familiar pero siempre le gustó cocinar, entonces le propuso a su familia tomarse un año sabático y se fue con su esposa a estudiar a España. Estuvo un año en Madrid y después sumó otro año de prácticas en un restaurante en Marbella. “Laburaba 18 horas por día y la verdad que me gusta más estar del otro lado del mostrador, pero me apasiona todo lo que tiene que ver con la gastronomía”, se dio cuenta Francisco. Viviendo allá le contaron de una página en España y el Sur de Francia de chefs a domicilio.
Por su parte Diego trabaja en la industria de la hospitalidad y por su empresa muchas veces necesitaba contratar chefs privados. “Francisco vino con esta idea y me pareció buenísimo no solo por mi negocio sino para mí mismo en mi vida personal porque no tengo tiempo para cocinar ni para comprar las cosas, y mucho menos para lavar y esas cosas, pero tengo una casa donde me gusta recibir gente y me pareció que la idea estaba muy buena”, cuenta Diego.
En 2019 Francisco Davaro volvió de España con una idea innovadora y con ganas de llevarla a cabo. En una reunión de amigos de toda la vida la contó para ver qué pasaba. Diego Susacasa lo escuchó, le tomó el hombro y le dijo: “Dale, vamos”. Ahí mismo empezó a gestarse la idea de ShefMe, una app para contratar chefs a domicilio que iba a ser lanzada en marzo del 2020 y tuvo que esperar hasta hoy para poder concretarse.
Quebrar la barrera cultural
El primer desafío con el que se encontraron fue la diferencia de Europa con nuestro país: “Lo primero que queríamos era quebrar la cultura en Argentina de meter un extraño en tu casa, una cosa es en España y otra es en nuestro país meter a alguien con cuchillos en tu casa”, se ríe Francisco y agrega, “hay muchísimos chefs a domicilio que están sueltos y nosotros lo que queríamos era aglutinarlos y tener los de mejor calidad para asegurarle a la gente que está contratando a alguien seguro, que sabe servir y cocinar. Al principio pedíamos antecedentes penales también, todo lo más seguro posible”.
Es que ShefMe no es una plataforma donde cualquiera se puede dar de alta, hay un filtro. De hecho les llegaron alrededor de 300 currículums pero por ahora tienen 45 chefs. Es que con la pandemia muchos restaurantes cerraron y sus empleados encontraron en la plataforma una posible salida laboral, pero no es sencillo ser parte, primero hay que pasar por una entrevista.
Cómo funciona
“Es una experiencia de un restaurante pero en tu casa y con todas las comodidades que eso te permite. Capaz si tenés nenes chiquitos y se complica salir, podés tenerlo todo en tu casa y disfrutar hasta la hora que quieras, pelearte de política a los gritos, fumar, un montón de libertades que uno en otro lugar no tiene”, explica Diego. Pero ambos aclaran que esto no buscar reemplazar a las cenas tradicionales en un restaurante sino que es otra experiencia diferente y que ayuda por ejemplo a la gente que no puede o tiene miedo de salir con la pandemia.
En la web cada chef publica su menú, pone su precio, qué días de semana trabaja, en qué horarios y si va con ayudante. Llega a tu casa con todos los materiales y pone la mesa, cocina, sirve, da una explicación del menú, levanta la mesa, limpia y se va. “Lo único que queda sucio son las copas del final de la sobremesa de los comensales pero todo lo demás de la cocina te queda impecable. Cuando sos vos el que cocina estás sufriendo, medio apurado y escuchás las risas en el living y medio que ya llegas de malhumor a la mesa porque te perdiste todo”, describe entre risas Diego una realidad que suele pasar.
Los obstáculos de emprender en Argentina
“Emprender en Argentina tiene sus dificultades porque el argentino tiene ese lado de que trata de saltearte, son cosas que hay que ir puliendo”, explican los chicos que por ejemplo la gente muchas veces trata de contratarlos por fuera de la plataforma. “Eso es muy argentino, nosotros no cobramos nada al comensal pero sí al chef, entonces lo que estamos tratando de hacer es darle mayor cantidad de beneficios al chef y al comensal, por ejemplo cada tres cenas te bajamos la comisión y al comensal le ofrecemos descuentos”, dice Francisco.
Sin embargo, la respuesta en estos tres primeros meses fue fantástica y mejor de lo que esperaban: vendieron más de 120 menús, lo que les da una facturación proyectada de 10 millones de pesos creciendo de a poco aunque confían en que crecerán más rápido.
También están desarrollando la app: “El 64% de los ingresos son por los teléfonos, las decisiones las ves en el teléfono pero las cerrás en la computadora porque no te querés equivocar ni perder de nada. Pero la app es fundamental para poder desarrollar, crecer y escalar en el negocio”, explica Diego.
La idea es llevar la app al resto de nuestro país y expandirse a Uruguay, Chile, Perú, Latinoamérica. “La idea es escalar a otros países porque esto funciona con volumen, hay que tratar de ser globales”, asegura Diego.
Superar la pandemia
Ya estaban listos para lanzar pero la pandemia con sus restricciones de reuniones sociales en los domicilios les puso un freno. “El tema de la pandemia habrá volteado a muchos que por ahí tenían ideas y las dejaron de hacer, nosotros tratamos de poner piloto automático, dejarlo planeando y esperar a que se abriera y tratar de ir sumándole cosas a la página. No nos caímos nunca, sabíamos que iba a tardar”, cuenta Francisco.
Durante la pandemia fueron haciendo mejoras y pagando sueldos a empleados mientras lidiaban con la ansiedad del lanzamiento y el miedo de que alguien apareciera con su idea.
Diego explica que trabajar juntos les resulta muy fácil: “soy la parte más de anfitrión, yo tengo el ojo mirando al cliente y Fran como tiene experiencia de cocina más mirando al chef. En la parte creativa yo miro lo que necesitan los anfitriones, el que va a recibir el servicio. La parte operativa la manejan unas chicas que arrancaron con nosotros desde el principio, también tenemos agencia de marketing, desarrolladores, todos tenemos diferentes habilidades y también diferentes intereses”.
Francisco agrega que desde el principio dividieron los roles y los dejaron en claro para no tener problemas entre ellos ni con los demás. Los amigos no se rindieron, están convencidos de que sea pandemia o cualquier otro obstáculo hay que seguir y seguir para adelante y apuntar alto. Y así lo hacen.
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