Debbie Frascino se radicó Inglaterra con su novio, al tiempo se separó y creyó que era el fin... Pero fue todo lo contrario y ahora se ríe de eso en un show de stand up.
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Siempre quiso emigrar, pero no se había dado cuenta. Su sueño era ser actriz, triunfar en Hollywood, vivir en Los Angeles. No entendía de papeles, ni de pasaportes: sólo quería ser una estrella.
Muchos años después, la vida le está dando de a poco lo que buscó, pero en otro formato y en otro continente. Debbie Frascino tiene 35 años y está concretando su deseo de ser actriz en Londres. Lo de la Costa Oeste quedó de lado, porque la Visa de talento era difícil de obtener. En cambio, el pasaporte italiano le vino por sangre y le sirvió perfecto para instalarse en la Inglaterra pre Brexit.
Ahora es una inmigrante a la que le pasó de todo, desde perderse en la city hasta separarse y convertirse en madre soltera. Un día hizo catarsis y unió todos los puntos. Después de hacer mil castings y algunos bolos, decidió emprender en el mundo del acting: escribió un monólogo sobre ser “sapo de otro pozo” y tener un sueño en tierra ajena. Con humor, armó un show de stand up donde cuenta su vida como latina en el Primer Mundo.
Se movió tanto por la ciudad que logró concretar algunas presentaciones en distintos pubs de Londres. Hace unos días, tuvo el golpe de suerte que esperaba, en el lugar menos pensado. La semana pasada, un grupo de argentinas le insistió para ir a la inauguración de “el bar de Maxi López”. Ella tenía cosas que hacer, ropa para lavar y estaba cansada. Pero se arregló, se subió al subte y fue. El ex de Wanda Nara estaba simpatiquísimo, se sacó fotos con todos y charló divertido. Junto a su socio, el rugbier Agustín Creevy, se interesó por el show de Debbie y le lanzó una propuesta que no pudo rechazar: poner una fecha para hacerlo ahí mismo.
“Me tiré de cabeza”, bromea Debbie, que se presentó el sábado 11 de marzo en el Vela Brasserie, muy cerquita del Hyde Park. Como a los pocos días viajará a la Argentina, también se dará el gusto de ser profeta en su tierra y desembarcará en el Teatro Brote, el domingo 26 de marzo, en su Hurlingham natal.
-¿Cómo llegaste a Londres?
-Londres fue en realidad mi segunda opción, desde antes de terminar el secundario, mientras todos buscaban qué estudiar, yo planeaba conseguir trabajo, porque ya sabía que quería irme de Argentina, a cumplir el sueño del actor. Mi idea principal siempre fue Los Angeles, pero con el tema de las visas lo veía más complicado por una cuestión económica, y al tener la posibilidad de conseguir el pasaporte italiano, pensé en Europa. Como también quería que en el país donde emigre se hable en inglés, decidí mudarme a Londres.
-¿Fuiste sola?
-No, con dos amigos. En ese momento, uno de ellos se había recibido de abogado, y el viaje era un regalo por parte de sus padres. Y mi otra amiga había terminado una relación el mismo día que yo terminé la mía con mi pareja de ese momento. Ahí los tres decidimos que era el momento perfecto para armar las valijas y salir de Argentina. Nos tomó un año entre que pudimos ahorrar lo necesario, compramos el pasaje y nos despedimos. Ellos volvieron, yo no.
-¿De qué trabajaste al principio?
-Mi primer trabajo fue de niñera “con cama adentro”, lo que se conoce como “au pair”. Trabajaba doce horas por día y cuidaba a tres nenes. Era una familia muy linda, me llevó de vacaciones a Italia y a Francia. Pero eran muchas horas y normalmente los trabajos así no suelen tener buena paga, porque estás viviendo en la casa, y de cierta manera se pierde un poco la intimidad. También trabajé en una heladería italiana, en restaurantes y en una escuela enseñando español.
-¿Cómo conociste al padre de tu hijo?
-Lo conocí antes de dejar Argentina, en 2012. Seguimos en contacto y después él se sumó a la aventura de vivir en Londres. Tuve a mi hijo Simón en 2016. Toda la experiencia del embarazo fue rarísima, porque si bien era mi primer hijo, yo tenía otra visión de cómo llevar un embarazo por lo que habían vivido mis hermanas. En Londres, si todo va según las métricas, sólo te hacen tres ecografías durante todo el embarazo. Visitás a la “midwife”, que es como llaman a las matronas, una vez al mes, y cerca de la semana 30 aproximadamente, te dejan empezar a armar tu plan de embarazo, te motivan a que sea natural, te ofrecen parto en el agua, parto en casa… Podés elegir cualquier hospital de Londres. Yo había elegido parto en el agua, pero terminé en una cesárea.
-¿Cómo se compatibilizó la vida como madre y el sueño de ser actriz?
-Después de tener a mi hijo, casi al año, empecé a sentirme muy sola porque mi novio había conseguido un trabajo donde lo mandaban cuatro días de la semana a trabajar a las afueras de Londres. Y los amigos que yo tenía en ese momento, no fueron una buena red de contención. Así que hablé con él, y decidimos volver a la Argentina, para tener contención emotiva. Volvimos en 2018, pero antes de cumplir el año, regresamos a Londres, porque si bien estábamos cerca de nuestra familia y amigos, no vi viable que mi hijo pudiera tener un buen futuro, por cómo iban las cosas en el país. Viví distintas situaciones en Argentina que me ayudaron a entender que lo emocional es importante, pero también poder darle a mi hijo estabilidad y una calidad de vida -que en Argentina veía muy difícil-, era vital.
-Volviste y te separaste, ¿qué pasó?
-Nos separamos en pandemia. Yo pensé que iba a ir todo en picada, pero resultó todo lo contrario porque al estar sola empecé a enfocarme más en mí, en mi sueño y, obviamente, en mi hijo. Supe que era mi momento para empezar a lograr lo que yo quería. Entonces empecé a estudiar y a realizar cursos de Stand Up, que era algo que tenía pendiente, y arranqué a trabajar en mis monólogos. De repente, un día estaba buscando contactos y lugares para poder realizar mis shows y cerrando fechas para empezar a hacerlos.
-¿Cómo es buscar trabajo, hacer amigos y conseguir pareja en Londres?
-Londres es una ciudad que da muchísimas oportunidades, siempre hay algo para hacer, para conocer. Buscar trabajo puede llevar algunas semanas, pero no suele demorar tanto, siempre y cuando no sea algo muy específico a lo que estés aplicando, eso puede llevar un poquito más pero tampoco es imposible. El año que volví a Argentina, tuve sólo una entrevista de trabajo, por teléfono, nada más. Hoy en día, con el tema del Brexit las cosas cambiaron mucho: hay muchos puestos a cubrir, pero no hay gente, porque para poder residir acá hay que aplicar a una visa, y, económicamente, creo que a las personas eso les juega en contra.
-¿Y las citas?
-Después de separarme, empecé a descargar aplicaciones de citas que jamás en mi vida había usado. ¡Me encontré con cada personaje! Desde el que se enamoró en la primera salida, hasta el que casi me hace firmar un contrato porque no quería hacerse cargo de mantener a mi hijo. Al ser una ciudad tan multicultural, cada uno trae la costumbre de su país y puede ser un poco chocante. Hacer amigos, en cambio, nunca fue un problema porque me gusta conversar con las personas, aunque sean desconocidas. Una amiga te presenta a otra amiga que tiene a su vez otra amiga… y así. Vamos sumando gente al grupo.
-¿Cómo llegaste a hacer tus primeros trabajos como actriz?
-Empecé buscando en páginas que me iban recomendando, hasta llegar a trabajar con agencias más exclusivas y que los trabajos sean mejores pagos y con un poco más de protagonismo. Los primeros que hice fueron de extra, en videos musicales, o comerciales. El último año estuve haciendo varias producciones de Netflix y Amazon. Trabajé en una película con Harry Styles, My Policeman, que fue una producción increíble, también en la serie The Sandman. Hace poco fui la cara de una aplicación de idiomas, que se va a lanzar en Septiembre, para aprender a hablar inglés, y en enero estuve en el reality de Los Juegos del Calamar que se filmó para Netflix. Lo que me gusta de estar acá es que, aunque seas inmigrante, si tus capacidades son las correctas, el trabajo lo vas a conseguir, no discriminan porque seas extranjero, siempre y cuando el papel que tengas que hacer cumpla con los requisitos.
-¿Por qué hablás de la inmigración en tu show?
-Antes de la pandemia abrí mi canal de YouTube y mi cuenta de Instagram para poder ayudar a las personas que querían emigrar, después empecé a darme cuenta de que lo mío siempre fue ir por el humor, así que le di una vuelta de tuerca y comencé a compartir videos graciosos sobre los emigrados, porque en ese momento todos hablaban del lado B de emigrar y lo que compartían me ayudaba a armar mis parodias. Cuando emigramos no todo es color de rosa, pero si podemos darle una vuelta positiva, con el tiempo nos podemos reír de las experiencias vividas.
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