De Escocia con amor: el consumo de whisky importado no deja de crecer
La bebida marcó un hito durante la pandemia: aumentó sus ventas a dos dígitos y quebró el stock de los distribuidores
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El vaso corto, el hielo cristalino, el líquido cobrizo y brillante, los aromas intensos. Una postal eterna, tradicional pero a la vez moderna y muy actual. Se trata del whisky, el destilado con una diversidad de orígenes, precios, estilos y etiquetas mayor a la de cualquier otra espirituosa en el mundo. En la Argentina, junio simboliza el inicio de la temporada de esta bebida, ya con el invierno encima y el día del padre asomando en el horizonte. Pero si bien estas dos condiciones se repiten cada año, en este 2021 el fenómeno cobra nuevas dimensiones: el consumo de whisky importado, particularmente el que proviene de Escocia, creció durante la pandemia a dos dígitos, quebrando los stocks de todos los distribuidores y marcando el éxito de la categoría.
“Nuestra venta aumentó al menos un 25%. El año pasado era imposible conseguir botellas en el mercado, a nadie le quedaba nada, nosotros por suerte teníamos nuestro propio stock guardado”, afirma Hernán Padial, uno de los responsables detrás de Whisky en Buenos Aires, un espacio abierto hace siete años con catas, talleres y cursos sobre esta bebida que despierta pasiones. “Pasé de una cata presencial cada siete días a más diez catas por Zoom semanales. Enviamos a las casas los kits completos según distintas temáticas: para el día del padre fue tanta la demanda que armamos tres encuentros virtuales, para probar y entender las diferencias entre whiskies de países emblemáticos: Escocia, Irlanda y Estados Unidos”, confirma.
Más allá de que cada vez se preparan más cócteles con whisky, gran parte del scotch en Argentina se consume a la vieja usanza, puro o con hielo. Pero no se trata de replicar una imagen antigua y pasada de moda: por el contrario, hay nuevas generaciones de hombres y de mujeres que encuentran en el whisky un desafío creciente, una bebida que no sólo es profunda y rica sino que además tiene historias por contar y conceptos por aprender. “En solo un año nuestro Instagram creció en miles de seguidores; según lo que nos dice la propia aplicación, la mayoría está entre los 24 y 35 años”, confirma Hernán.
Abanico de opciones
La diversidad de propuestas y estilos es clave para entender este cambio. Solo Escocia ofrece infinitos whiskies, entre blends (que contienen mezclas de whisky de distintas destilerías y distintos granos, con marcas muy famosas como Johnnie Walker, Chivas Regal, Old Parr, Famous Grouse y muchas otras) y single malts, esos whiskies de cebada malteada elaborados en una única destilería, como The Singleton, Aberlour, Glenmorangie, Glenfiddich, Talisker, Loch Lomond y The Macallan. Hay marcas con dos siglos de historia, como The Glenlivet, y otras muy jóvenes como la audaz línea de Compass Box, que irrumpió en el 2000 de la mano del disruptivo John Glaser. Lejos de ser una categoría estanca, el whisky se renueva año tras año con productos llamativos, modifica las barricas usadas, cambia las reglas y los estilos. Escocia se lanzó incluso a competir con el bourbon con versiones saborizadas (como Vat 69 Apple Vibe) mientras que Irlanda recupera sus destilerías perdidas, con nombres potentes como Jameson, Teeling y Tullamore Dew. Hoy en Argentina se ofrecen decenas de opciones desde menos de $1000 la botella hasta los más de $150.000 para ediciones especiales.
“No lo esperábamos, nadie sabía qué podía suceder con la pandemia. Pero el consumo de whisky no dejó de subir. Fue similar a lo que pasó con el vino, los consumidores no sólo se volcaron a beber más, sino a beber mejor. Nosotros a fin de año pasado presentamos por ejemplo el Chivas Extra 13 años, tenemos también el Mizunara añejado en barricas de roble japonés. Y estamos poniendo a la venta algunas presentaciones muy especiales y super premium, como unas botellas de Royal Salute 38 años que se vendieron de inmediato”, asegura Agustín Giuliani, Brand Ambassador en Argentina de Chivas Regal. “Como muchos no pudieron viajar, parte de ese gasto se dirigió a estos placeres. Y lo antes que compraba en Free Shops o en el exterior ahora se hace acá”, afirma.
Con los vaivenes propios de la economía Argentina sucede una situación particular: hoy hay whiskies que cuestan lo mismo o incluso menos en nuestro país que en Europa o Estados Unidos. Pero no se trata solamente de conveniencia: el whisky crece especialmente en las gamas de precio superiores, como un brillante objeto de deseo para iluminar un contexto oscuro. Están quienes buscan marcas ya conocidas y los que quieren experimentar. Crecen los whiskies más ahumados y penetrantes, como The Peat Monster, Glen Moray Elgin Peated, Talisker, Bruichladdich Port Charlotte Heavy Peated o el Benromach Peat Smoke, pero también ganan lugar los scotch frutados y suaves como Monkey Shoulder, el JW Gold o la malta Aberlour 12 años. Entre los últimos lanzamiento en el país pisan fuerte las ediciones The Macallan N6 y The Macallan Double Cask 15 años, de una de las destilerías de culto en el mundo. Y un fenómeno a seguir son también los whiskies nacionales elaborados de manera cuidada y en pequeñas ediciones limitadas, desde el pionero La Alazana, una figurita muy buscada y difícil de conseguir, hasta Barricada, ese whisky de grano desarrollado por el bar 878 junto a La Orden del Libertador con terminación en barricas de vino fortificado Malamado, que agotó botellas en pocos meses.
“Durante 2020 nuestros whiskies en la región del Cono Sur crecieron 16%, una cifra impresionante para una categoría tan establecida. En Argentina el whisky ocupa el puesto número uno entre los importados, por sobre otras espirituosas”, asegura Santiago Michelis, Brand Ambassador Regional de Diageo, responsable del porfolio de Johnnie Walker y las maltas del grupo (Cardhu, The Singleton, Glenkinchie y varias más). “Hay nuevos consumidores con otras necesidades. Johnnie Walker por ejemplo responde a estos cambios y puso en marcha The Next Steps, una campaña de sostenibilidad que va del grano hasta el vaso, con compromisos medioambientales para el 2030 como lograr una producción 100% neutra en carbono y empaques reciclables, reutilizables o compostables”, explica. “El día del padre es cuando más whisky se vende. Es que el valor percibido de un whisky es muy grande y eso lo convierte en un gran regalo. Este año volvemos a apostar por un espacio propio, esta vez en Nordelta y al aire libre, con compra de productos asesorada y guiada por expertos”.
El whisky está en todos lados: brilla en las catas y reseñas del carismático @titowhisky en Instagram, así como en los posteos de @minaswhisky, desmitificando aquello de que es una bebida solo para hombres. En pandemia se lo consigue fácilmente en tiendas online con envío a domicilio: una de las ofertas más amplias la tiene siempre el Museo del Whisky, ese templo whiskero dirigido por Miguel Ángel Reigosa en Villa Urquiza. Otra opción es ir directo por las plataformas de los propios distribuidores, como House of Spirits, Vinos y Spirits, Branca, Dellepiane, Cheers App, Drinks and community y más. Se suman vinotecas e incluso bares (Sede Whisky, The Harrison. Soria) con packs especiales para el Día del Padre.
Tiendas online
- thewhiskyshopargentina.com
- houseofspirits.com.ar
- dellepianespirits.com
- vinosyspirits.com
- drinksandcommunity.com.ar
- whiskyenbuenosaires.com.ar
- titowhisky.com
- brancastore.com.ar
- cheersapp.com.ar