Dave Markey: cineasta punk
Salió de gira con bandas de culto, las filmó y logró documentales tan frenéticos como intimistas. Cinco de sus películas se presentan en el Bafici
Sobre unas vías abandonadas, Kurt Cobain le regala una flor a Kim Gordon, la rubia de Sonic Youth. Ambos se muestran felices ante la cámara de Dave Markey, que registra imágenes para futuros documentales. Verano de 1991: el clima es muy relajado. No se editó todavía el disco "Nevermind".
Con la Súper 8 siempre a mano, Markey convivió durante años con bandas under de Estados Unidos, en especial de la escena punk. Su material quedó plasmado en decenas de cortos y largometrajes, con estilo de filmación hogareño y siempre frenético. Cinco de estos films, que constituyen un registro histórico ineludible para los amantes del rock, son presentados en el Festival de Cine Independiente. "Filmé ese material en mi juventud. No pensaba entonces que veinte años después volaría a mostrar los videos a la Argentina. Es excitante", dice Markey, por teléfono desde Los Angeles, antes de llegar al país invitado por el Bafici.
En realidad, explica el cineasta de 41 años, no pensaba entonces en la repercusión de sus videos. "Comencé a filmar a los 11 años. Aprendí de manera autodidacta, viendo cine y haciendo muchas películas. En la adolescencia empecé a documentar lo que pasaba a mi alrededor, a mis amigos. Yo era músico y me interesaba filmar eso." Dave fue baterista de bandas punk como Sin 34 y Painted Willie. Dejó de tocar hace años para dedicarse de lleno a su productora.
-¿Eras consciente del material que estabas generando?
-No pensaba demasiado en el futuro; era muy importante para mí en ese momento. Realmente amo la música y el cine. Cuando eso empezó a ser parte de la historia fue muy lindo. Sentí que mi juventud no estuvo del todo desperdiciada.
La obra de Markey abarca conciertos y backstages, además de giras, encuentros con fans y mucho de la vida cotidiana de distintos artistas. Casi no hay momentos de seriedad y, en general, reina el descontrol. El acceso del cineasta parece ilimitado. "Era uno más entre las bandas, tenía una relación muy diferente de la que podían tener otros documentalistas que a veces aparecían. Estaban como siempre, eran ellos mismos. Tuve mucha suerte como realizador por estar allí dentro."
El film "1991: The Year Punk Broke", uno de sus largos que se exhiben en el Bafici, muestra diez días de una gira de Sonic Youth, que tuvo a Nirvana como banda telonera. Thurston Moore, la otra cabeza rubia de SY, es quien más aparece en pantalla, como una mezcla de protagonista y anfitrión verborrágico. Y también es el que, a partir de una broma, le puso nombre a la película: "Dijo que, ese mismo año, el punk llegaría al público masivo y a las revistas de moda -recuerda Markey-. Era un chiste, pero resultó una predicción". El éxito de "Nevermind" cambiaría el rumbo del de todos ellos, en especial del líder de Nirvana. "La frase se nos vino encima", agrega.
-¿Cómo conociste a Thurston?
-Fue a mediados de los años 80. Thurston había visto mis trabajos. Y tenía un conocimiento general de la escena under de Los Angeles, sabía más que nadie y estaba muy conectado. Nos hicimos amigos rápidamente, compartiendo esas cosas. Es uno de los grandes amigos que tengo.
-¿Y con Cobain?
-Conocí a Nirvana antes de esa gira, cuando todavía no eran famosos; faltaban unos meses para esa explosión. La imagen de Cobain quedó como la de alguien triste, pero no era así en ese momento, para nada. Incluso en la película se lo ve divertido, riendo, probablemente en el mejor momento de su vida. Después cambió.
-¿Lo seguiste viendo tras aquella filmación?
-Sí, mientras yo preparaba otro video. Notaba lo incómodo que lo ponía la posición en la que estaba, tenía una cruz muy pesada que llevar. Creo que nunca estuvo a gusto con ese nivel de éxito, algo surrealista. Y explotó. El esperaba tal vez un éxito como el de Sonic Youth, vender cien mil copias y mantenerse en ese nivel. Creo que hubiera sido mucho más feliz de esa manera. Pero su música y sus canciones fueron hechas, tal vez a su pesar, para cosas mucho más grandes.
-¿Qué te dejaron esos años?
-Aprendí mucho. Básicamente, mi identidad musical y filosófica se formó en esos tiempos. Lo que pasó con Nirvana fue extraño, pero también me sentí bien porque por fin se había alcanzado el éxito. Y estar en el interior de eso, ser músico y realizador, vincularme con cientos de bandas que la mayoría escuchó mencionar... Fue mi juventud, de donde provengo.
-¿Qué estás filmando ahora?
-Hice un par de cortos y algunos videoclips, y estoy escribiendo mi próximo film, algo muy diferente. En general me he manejado bastante solo; me encargo de la fotografía, de la música, dirijo. Pero a esta altura quiero dejar de ser el tipo que está de un lado a otro con su cámara y trabajar con otra gente.
-¿Qué estás escribiendo?
-Un film autobiográfico, estoy en medio de eso ahora. Hace cinco semanas me enteré de que soy adoptado. Se dio vuelta todo... Instintivamente me puse a escribir sobre eso. Hay un montón de piezas que debo armar, creo que es el año de mi propio quiebre.
Momentos de intimidad
- Documentar los procesos. Los Rolling Stones no pensaron seguramente que algo podía salir mal cuando las cámaras de Albert y David Maysles seguían muy de cerca todos sus pasos. La banda inglesa organizaba el megarrecital en Altamont, Estados Unidos, y los hermanos documentalistas filmaban cada momento de decisión, sin imaginar tampoco el desenlace fatal del concierto. Cuatro personas murieron por causa de la violencia provocada por quienes fueron contratados para la seguridad: los intolerantes Hell´s Angels. Previsible o no el final abrupto de la gira, Albert y David (junto con Charlotte Zwerin) captaron de manera increíble cada detalle de aquella decisión absurda de los Rolling (y los organizadores locales), material que quedó indeleble en su documental "Gimme Shelter" (1970). No fue azar: desde sus inicios como cineastas, los Maysles decidieron buscar y revolver en los procesos, porque tal vez allí encontrarían la verdad para sus obras. Y así fue.
- Con esa misma premisa, los hermanos habían filmado en 1964 la llegada de Los Beatles a los Estados Unidos, registro que quedó plasmado en "What´s Happening!", o la euforia por los cuatro de Liverpool filmada desde adentro.
- Ambos rockumentales integran la sección especial del Bafici dedicada a la obra de estos referentes del género. Las películas que completan esta retrospectiva son "Salesman" (1969), sobre un grupo de vendedores de biblias, "Grey Gardens" (1976), que muestra la convivencia de dos mujeres en un caserón, y cuatro films de la saga de documentales dedicados al extraño artista búlgaro Christo Javacheff.
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