"No se cobra la entrada. Se cobra la salida", les anticipa Josefina Gorostiza a los que planeen ver Precarizada, el notable espectáculo de danza que dirige y protagoniza. En la obra también participan Nicolás Goldschmidt –uno de los actores que se pone en la piel de Diego Maradona en la serie producida por Amazon que se estrenará este año–, dos músicos –Nacho Coppolecchia y Kchi Homeless, en escena– y dos videoartistas –Ramiro Bailiarini y Bernardita Epelbaum–.
"La idea es poner en tensión la relación entre la danza y el trabajo, tanto el remunerado como el no remunerado –explica Gorostiza, una de las bailarinas que protagonizó La Wagner, gran éxito del off porteño de los últimos años–. La obra surgió como necesidad porque el contexto de producción en el que nos movemos los artistas independientes de esta ciudad es realmente inquietante. Y terminé dándome cuenta de que la mejor manera de exorcizar el tema, o de entrar en diálogo conmigo misma, al menos, era llevándolo a escena".
Aun cuando reconoce que la danza es una disciplina que muchas veces resulta críptica para los que no están tan familiarizados con su origen y su desarrollo, Gorostiza asegura que una mayor visibilidad sería clave para generar nuevos acercamientos. "Si hay menos espacios para las obras y en la cobertura de los medios, la chance de hacer crecer la convocatoria de público obviamente disminuye. ¡Ni siquiera la compañía de danza del Teatro San Martín tiene horarios centrales en la programación! Así es muy difícil... En Buenos Aires hay un montón de coreógrafos, bailarines y directores haciendo trabajos muy interesantes, con mucha búsqueda, con mucha pasión, cargados de inteligencia para generar lenguaje".
En ese contexto desfavorable, un ciclo como Verano Off en el Teatro Metropolitan Sura de la avenida Corrientes –donde Josefina presentó su espectáculo Coreomanía (No puedo parar)– es digno de destacar. "Iniciativas como esta son una gran oportunidad para conquistar nuevos espacios para la danza, de mostrar nuevos modos de pensar el cuerpo a través de los trabajos que hacemos en torno a la improvisación, a la singularidad.
Hay una ebullición del laburo de los artistas del movimiento: es un buen momento para hacer valer nuestro trabajo
Hay una ebullición del laburo de los artistas del movimiento, por eso es un buen momento para hacer valer nuestro trabajo, para ganar espacios", ratifica la artista, que se dedica a la danza desde que tenía apenas 3 años y reconoce como su referente más importante al bailarín y coreógrafo Pablo Rotemberg: "La Wagner fue una experiencia inolvidable –subraya–. Aprendí mucho en la práctica de la obra, y también observando cómo Pablo compone y da lugar a los otros para componer. Es una persona que está presente espiritualmente en cada obra que hago. Y eso es precioso para mí".
Respecto de la demorada aprobación de la Ley Nacional de Danza, una iniciativa por la que la gente del sector viene peleando hace más de una década, y que sigue trabada en el Congreso, Gorostiza sostiene que si bien no se ha involucrado personalmente en el reclamo, valora el esfuerzo de los colegas que sí lo vienen haciendo. "No estoy trabajando específicamente alrededor de esa ley ni de la conformación de un sindicato –admite–. Yo elijo conquistar territorios desde la danza, reflexionar sobre los modos de producción desde el lugar de la escena, «contaminando» con esa información a los que vienen a ver mis obras".
Precarizada, de Josefina Gorostiza. Sábados a las 23 en El Extranjero, Valentín Gómez 3378.