Con tapado de piel sintética, calzas y pantuflas, Daniela Cardone (55) nos abre las puertas de su hogar. En la entrada, se asoma Keyra, uno de sus cinco gatos persas, a quienes cuida como si fueran sus hijos. En el televisor del living se ve un set del DJ Solomun en Ibiza, el lugar en el mundo de la ex mannequin. "Pasen y recorran todos los ambientes, sin vergüenza, siéntanse como en su casa", dice en su rol de anfitriona, similar al que interpreta en Sex, viví tu experiencia, la obra erótica que dirige José María Muscari. "Cuando José me lo propuso, mi primera respuesta fue: ‘Mirá que soy tímida eh’, pero me convenció. Me encanta el lugar que me dio, el vestuario… Siempre digo que debo tener una travesti adentro, porque la verdad es que me gusta exagerar todo, producirme, me divierte porque es una propuesta diferente que rompe con los tabúes del sexo", dispara para dar inicio a una larga charla con ¡Hola! Argentina.
–¿Te considerás una mujer camaleónica?
–Me aburro muy fácilmente de mí, por eso no puedo tener siempre el mismo estilo. Necesito reinventarme y me gustan los cambios extremos. Sé que me critican por eso, pero a esta altura, es lo que menos me importa. Mientras a mí me guste, me alcanza.
–¿Consultás con alguien antes de cambiarte el look?
–Llamo a Mauro Gastón, mi peluquero que vive en Madrid; él me recomienda qué hacerme y me lo hago yo misma en casa. Me manda tinturas de afuera y me lo hago solita frente al espejo. Estas trenzas que tengo ahora me las hicieron dos africanas que ¡tardaron 14 horas!
Mi sueño es irme a vivir a Ibiza, quiero una paz que acá no encuentro. Hay una vorágine de supervivencia que no tendría si viviera frente al mar
NUEVOS TIEMPOS PARA EL AMOR
–¿Hace mucho tiempo que estás sola?
–Hoy en día no hay nada que me guste. No encuentro el hombre ideal. Además, cuando estás expuesta a veces se te acercan por interés, y si son cholulos, les escapo. Prefiero a los que no son del ambiente.
–¿Te considerás una buena pareja?
–Cuando me enamoro, lo doy todo, pero dejé de ser fogosa hace tiempo. Hace más de dos años que no tengo sexo, los hombres me tienen miedo. Cuando me gusta alguien lo encaro yo, y a veces eso es peor, salen corriendo, se asustan. No sé qué pensarán, ¿que los voy a comer? [Se ríe].
–¿Te invitan a salir a través de las redes sociales?
–Sí, pero no me gusta que se acerquen de esa manera. Para mí, te tenés que ver personalmente, encontrarte, cruzar la energía. Por mensaje tal vez te mandan una foto que no es y después te querés matar. Eso conmigo no va.
–¿Te gustaría volver a enamorarte?
–Me costaría mucho, porque cuando te enamorás vas perdiendo mucha energía, dejás de lado otras cosas… Tendría que ser un hombre independiente, que no me controle. Aprendí que me gustan las parejas con libertad. Antes no era así, era celosa sin motivos. Uno pierde mucha energía con los celos. Pero no cierro la puerta a que algún día venga el hombre perfecto y me conquiste.
–¿Qué fue lo más loco que hiciste por amor?
–Loco ya es irse a vivir con alguien o invitarlo a que se quede en tu casa. Y eso lo he hecho, hoy no sé si volvería hacerlo. Me gusta que cada uno tenga su casa.
–¿Cómo te llevás con el paso del tiempo?
–Siempre digo mi edad, no tengo problema. Los años se viven como uno quiere. Notás que el cuerpo cambia, pero estás viva y eso es único. Soy cero obsesiva con el cuidado, como todo lo que tengo ganas. Entrené toda la vida muchísimo, pero ahora estoy en movimiento constantemente y esa es mi mejor gimnasia. La vereda de esta casa la hice yo; si se quema una lamparita, me subo y la cambio…
Hace más de dos años que no tengo sexo, los hombres me tienen miedo. Cuando me gusta alguien lo encaro, y a veces salen corriendo, se asustan. No sé qué pensarán, ¿que los voy a comer?
DE HIJOS, NIETOS Y YERNO FAMOSO…
–¿Qué tal sos como abuela?
–Eloy [el hijo mayor de Brenda Gandini y Gonzalo Heredia] jamás me dijo "abuela", a mí no me importa porque es un título más. Me preguntó si me podía decir "Dani". Lo amo, es muy canchero, cuando era más chico le regalé un Mini Cooper igual al mío en miniatura que anda a batería. Ahora también lo usa su hermana Alfonsina. Cuando vienen a casa la pasan súper, se revuelcan en el pasto, nadan en la pileta, la pasamos muy bien juntos. Conectamos desde el amor hacia los animales.
–¿Brenda es parecida a vos en su rol de madre?
–Es espectacular, madraza es poco. Las dos somos obsesivas con la limpieza. Cuando era chica le molestaba que yo le pidiera que ordenara, pero ahora entiende de dónde salen sus mañas. Eloy es muy parecido a Gonzalo, le gusta leer comics, baila muy bien, estoy segura de que va a ser actor. Alfonsina es chiquita y está muy pegada a la mamá. Me encanta cómo se viste, hace poco le mandé hacer un pantalón engomado igual al que uso en la obra. Es coqueta, viene y me usa los maquillajes y los esmaltes, es muy divertida.
–¿Cómo te llevás con tu yerno, Gonzalo Heredia?
–Él se mata de risa conmigo. Está curado de espanto, me ve con los pelos de colores y se empieza a reír. Lo adoro, es lo más. En 2017 fuimos a Nueva York a pasar Navidad y Año Nuevo todos juntos.
–¿Cómo te definirías?
–Me cuesta hablar de mí, soy tímida. Yo soy muy para adentro, no me gusta depender de nadie, soy impulsiva, leal, sufro cuando alguien me miente y no me gusta esperar. Cuando hay alguien que me gusta, me sonrojo, me paralizo.
–¿Qué te queda por hacer?
–De todo, recién estoy empezando. Mi sueño es irme a vivir a Ibiza, quiero una paz que acá no encuentro. Se vive con mucho estrés, es una vorágine de supervivencia que no tendría si viviera frente al mar.
"VOLVER A LA TIERRA"
–¿Por qué decidiste mudarte de Arroyo y Pellegrini, en pleno barrio de Retiro, a zona norte?
–Mi hermano Mauro necesitaba que le hiciera unos arreglos a la casa porque estuvo abandonada. Entonces me mudé y me puse la reforma al hombro. Aprendí a hacer las cosas yo sola, me gusta mucho ser la capataza. No pedí ayuda ni para decorar, me gusta reciclar. Algunas cosas las compré y otras las encontré tiradas en la calle y las restauré. Brenda se mata de la risa, las cosas que no usa me las traigo yo. Ahora estoy revistiendo una pared con corchos.
–¿Qué disfrutás de esta casa?
–Cuando era chica vivía en el Sur y volver a una casa es como regresar a la tierra, conectarme con la naturaleza. No te mato ni una araña, las veo y las dejo porque me gusta la misión que cumplen. Una vez entró un murciélago y estuvo como veinte días, no hice nada para sacarlo, por algo había entrado. Se comía los mosquitos, era muy lindo.
–¿Cómo es vivir rodeada de gatos?
–Me hacen muy bien. Todos mis gatos duermen conmigo en la cama y los otros tres [Azabache, Matute y Sofío están embalsamados] descansan en la repisa. Cuando murió Matute apareció Matutino, que es su primo. Lo habían abandonado y tenía problemas de salud. Lo curé y lo adopté. Después adopté a otros cuatro más y ahora tengo cinco en total. Cuando vienen Eloy y Alfonsina juegan con ellos, se aman, y yo muero de felicidad.
Producción: Consuelo Sánchez. Maquillaje: Joaquina Espínola. Agradecimientos: Aldo by Grimoldi, Wanana, Tucci y Blaqué
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