Christian Leissa fijó en la cartelera de una escuela de Entre Ríos una peculiar lista de útiles que se volvió viral en las redes sociales
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Hace una semana, mientras los estudiantes preparaban sus mochilas para el comienzo de las clases, el maestro Christian Leissa sorprendió a sus futuros alumnos de cuarto grado con un original listado de útiles que los dejó reflexionando. El docente de la escuela Nina N° 12 Wolf Schcolnik de Ceibas, localidad de Entre Ríos, fijó de puño y letra en la cartelera escolar una “lista de materiales” que paradójicamente nada tiene de material. Les pidió “curiosidad, solidaridad, empatía y respeto”, y atendiendo a la situación económica y el cambio climático, los invitó a reciclar los materiales. “Lo nuevo no siempre es lo mejor, lo mejor es lo que se consigue con amor y esfuerzo”.
Sin pedido de útiles específicos, marcas o colores, Leissa cerró su listado asegurando que: “¡Lo importante no es el soporte material, sino el buen recuerdo y aprendizaje que se puedan llevar!”. Horas más tarde la iniciativa se volvió viral en las redes sociales y abrió el debate sobre el rol de los docentes y lo esencial en la educación.
“Me sorprendió la repercusión que tuvo. Esta lista, en realidad, yo la empecé a aplicar en el año 2019, ahí también llamó la atención -aunque no tanto- porque se empezaba a vivir un escenario económico complicado en el país, era el final de la presidencia de Mauricio Macri, las cosas venían cuesta abajo y se vivía un panorama feo... y ahora ni hablar, estamos peor que antes. En ese momento consideré que la situación socioeconómica era complicada y ahora, con la pandemia y los niveles de inflación y desocupación pensé: cómo no voy a reeditar la lista”, cuenta.
De policía a maestro
Leissa es oriundo de Villa Paranacito, Entre Ríos, donde vive con su pareja y dos hijos, Vilma y Nilo. Tiene 39 años y hace 10 que es docente. Además de enseñar en la escuela primaria de Ceibas, también es profesor de ciencias políticas en la secundaria N°2 de Villa Paranacito.
Antes de convertirse en docente, Leissa era oficial de la policía, pero a los 23 años se dio cuenta de que la fuerza de seguridad no era su vocación. Descubrió que lo suyo era enseñar a través de las artes marciales, una disciplina que le apasionaba y promovía, en su tiempo libre, entre chicos de hogares vulnerables.
“Con un amigo alquilábamos un lugar para dar clases, yo no lo hacía por dinero, le enseñaba a chicos y chicas de familias humildes y les decía que el precio era no dejar la escuela, que hicieran las tareas y que les fuera bien. Después me comunicaba con los maestros para ver cómo les estaba yendo. Muchas veces, como eran chicos que no tenían en su casa alguien que los ayude con las tareas, yo me sentaba con ellos a hacer los deberes en el gimnasio. Ahí me di cuenta que me gustaba enseñar y renuncié a la policía”, dice.
“Hagamos foco en lo importante. Hay que poner un límite”
-¿Por qué piensa que su listado de materiales llamó tanto la atención?
-Creo que tiene repercusión porque está en un lenguaje sencillo, que se puede aplicar a todos. Además, toca temas como el medio ambiente, el cambio climático, la situación socioeconómica y los valores. Invita a intercambiar y regalar y eso activa la solidaridad, algo que viene tan bien en estos tiempos difíciles. La verdad es que me pregunto en qué cambia lo que yo te puedo enseñar como profesor y vos aprender como estudiante que tu cuaderno sea de una marca “X”. Creo que hay poner un límite a toda está locura. Hagamos foco en lo importante. ¿Qué es lo importante? Tener los útiles básicos, sin importar la marca o si son nuevos. Hay gente que tiene la mala costumbre cuando empieza el año de comprar un cuaderno nuevo cuando aún tienen hojas en el cuaderno anterior. Entonces yo les pido que traigan el cuaderno del año anterior, lo terminamos y después empiezan el nuevo.
Con su mensaje, el docente asegura que busca hacer foco en la calidad de la educación. “Quiero desalentar esto de ver quién se compra la mochila más cara o las últimas zapatillas. Ser más empático con el que tenemos al lado porque pienso ¿A qué vamos a la escuela a aparentar o a aprender? Yo creo que lo importante es lo que podamos aprender, los momentos compartidos y los buenos recuerdos”, dice.
-Mucho se habla de la crisis del sistema educativo actual. ¿Cuál es su opinión al respecto?
-La escuela es una caja de resonancia de lo que sucede en la sociedad, no es una burbuja aparte. Y la sociedad, no solo en la Argentina sino en Latinoamérica y el mundo está en una gran crisis. Estamos en un momento de grandes cambios. Transitamos una etapa de crisis de la autoridad de los adultos sobre los jóvenes, de las instituciones y también el planeta lo está y lo vimos con la pandemia que nos hizo replantear muchas cosas. Entonces, ¿Cómo va a hacer la escuela para escapar a esa crisis? Es inevitable que también este afectada.
-¿Cómo vivió la pandemia?
-Si bien se trató de trabajar de la mejor manera posible, no fue lo ideal. Hubo muchas cosas que no se pudieron lograr más allá de la buena voluntad de los docentes, de su capacidad de adaptación para aprender a enseñar con nuevos dispositivos y estrategias que eran desconocidas hasta ese momento. Creo que el docente estuvo muy solo porque hubo una gran ausencia del Estado y los sindicatos en brindar capacitación y herramientas para poder enseñar. Siento que el Estado se desligó de esa responsabilidad de apoyar a los docentes. El derecho a la educación que tienen los chicos y la obligación del Estado de enseñar recayó directamente sobre nuestras espaldas.
Aunque Leissa se siente complacido por los mensajes de apoyo y felicitaciones que recibió a través de las redes sociales, no pierde la esperanza de que su iniciativa llegué a oídos de los funcionarios encargados de establecer las directivas en la temática: “¿Cómo puede ser que todavía nadie del Estado haya prestado atención a esta propuesta, que es amigable con el medio ambiente y que hace el foco en la calidad de la educación? Pareciera que el Presidente o los gobernadores escuchan más a los gremialistas o están ocupados atajando penales o sacándose fotos con L-Gante y, la opinión de un maestro del interior tiene poca relevancia, la verdad es que no sé...”, finaliza.
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