Hay muchas fórmulas y teorías circulando en la web sobre cómo curar el empacho, pero sin embargo, la única respuesta de validez es la que tiene el soporte clínico correspondiente.
El malestar de esta indigestión está generalmente vinculado a un exceso de alimentación, o la ingesta abundante de "comidas pesadas", de gran contenido calórico y grasas difíciles de digerir. Saber cómo curar el empacho es la herramienta más deseada en esos momentos, para resolver rápidamente el malestar que aqueja a quien lo padece y atenuar los síntomas.
¿Qué es el empacho y por qué se genera?
El empacho es una indigestión provocada por el exceso de comida. La definición es tan sencilla como su prevención.
Esto puede suceder por comer más de lo que el estómago puede digerir, por hacerlo con una velocidad desmedida o por alguna de las siguientes razones comunes que suelen presentarse:
- Comer alimentos altos en contenidos grasos.
- Comer en una posición inadecuada o en movimientos que agitan a la persona.
- Comer estresado, preocupado, sin prestar atención a lo que se ingiere en cuanto a variedad y cantidad. El estado emocional puede incidir en la aparición de un empacho.
- Ingerir alimentos o bebidas con abundante cafeína, picantes o exceso de alcohol.
El empacho puede coexistir con una dispepsia biliar o alguna otra anomalía cuya causa está relacionada con las comidas. La recomendación más aprobada es estar atento al diagnóstico preciso para no implementar "curas caseras" con remedios que solo dilaten la mejoría. Siempre la consulta médica es la mejor opción.
Síntomas del empacho y formas de prevenirlo
Los principales síntomas del empacho son, indiscutiblemente, el dolor de estómago, de cabeza, el malestar general, las flatulencias y la diarrea como los más comunes. Pero también pueden mencionarse:
- Náuseas.
- Vómitos.
- Cansancio.
- Acidez.
- Sudoración.
Para no llegar a padecer la consecuencias de un empacho es recomendable comer más veces (con mayor frecuencia durante el día) pero en menores cantidades (porciones razonables).
Además, beber más agua o líquidos (sopas, tés). Comenzar el almuerzo con una sopa o ensalada y aplicar el mismo procedimiento en la cena pero en menores cantidades o alternando con alguna fruta o alimento liviano.
Es conveniente dormir con el estómago relajado y sin un exceso de alimentación previa.
Otras herramientas de prevención para no tener que curar el empacho son:
- Masticar en forma pausada. Siempre es bueno tener en cuenta que una adecuada trituración de los alimentos facilita la digestión en otras partes del tracto digestivo como el estómago e intestinos.
- Evitar fritos y grasas.
- Ingerir postres en cantidad adecuada y medida sin cometer excesos.
- Aplicar el famoso consejo popular de "quedarse con un poquito de hambre".
- Cepillarse los dientes después de almorzar o cenar como un hábito de dar por finalizada la ingesta hasta la próxima comida.
- Realizar ejercicio (no inmediatamente después de comer, sino dejando una franja de al menos dos horas).
- Respetar los horarios de las cuatro comidas para que descanse el estómago y los demás órganos que intervienen en la digestión.
¿Cómo curar el empacho de forma casera?
Si ya es demasiado tarde y se incumplieron algunas de las reglas de la alimentación mencionadas anteriormente, solo resta sobrellevar el mal momento que se avecina y emprender algunas acciones "caseras" para aliviar las molestias hasta contar con la visión clínica:
- En primer lugar, si el estómago no ha terminado de realizar su trabajo digestivo dejarlo descansar sin ingerir ningún alimento extra. Muchos órganos, vísceras, glándulas y demás componentes del cuerpo humano necesitan reposo en un período de inactividad.
- Iniciar una dieta (bajo recomendación médica) para ganar tiempo en la recuperación de la indigestión.
- Al ingerir agua para regular la hidratación, hacerlo de a sorbos pequeños o con una cuchara no muy grande si hay intolerancia por diarrea o vómitos.
- Tomar antiácidos o protectores gástricos previa consulta médica.
- Infusiones como el té de anís o manzanilla pueden colaborar para relajar y distender el estómago, equilibrando los jugos gástricos allí presentes.
- Es necesario guardar reposo evitando por completo los ejercicios físicos que suelen hacerse cuando no se padece un dolor de empacho.
- Al volver a comer transcurrido un tiempo de ayuno, hacerlo en muy pequeñas porciones. Ingerir preferentemente pollo o pavo hervido (o a la plancha), purés, algo de fruta, y huevo cocido entre otros alimentos.
Es necesario recalcar que no hay una "fórmula mágica" para aprender cómo curar el empacho. Se debe tener en cuenta que este tipo de indigestión puede ser el síntoma que está alertando al cuerpo de un cuadro más grande o una problemática particular con algún órgano.
En tal sentido, la consulta médica es siempre la opción más recomendada. Los pasos mencionados como "tratamiento casero" solo se proponen como medidas para aliviar las molestias hasta que la consulta pueda realizarse efectivamente.
La práctica de determinados masajes populares, remedios caseros hechos con ingredientes no medicinales, o respuestas en Internet sobre cómo curar el empacho sin el asesoramiento profesional necesario, podrían empeorar el cuadro, generar más dolor o acarrear complicaciones indeseadas que solo perjudican al paciente que está padeciendo los síntomas.
LA NACIONTemas
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