Un grupo de especialistas realizó una serie de estudios para determinar la calidad de los vasos térmicos en el mercado; cuáles fueron los resultados
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Pocas cosas son más estimulantes que una taza de café (o té) caliente por la mañana, y pocas más decepcionantes que cuando la bebida se enfría. Hay muchos productos en el mercado que prometen evitarnos esa contrariedad, pero, ¿cómo funcionan y cuál es la temperatura ideal para beberlas? Consultamos a Michael de Podesta, físico colegiado y experto en mediciones, quien ha investigado precisamente esas cuestiones.
También a Kamisha Darroux, quien puso a prueba las diferentes opciones en su rol de asesora científica principal de Which?, una marca de Reino Unido que promueve la elección informada del consumidor en la compra de bienes y servicios. Entonces, ¿qué tipos de tazas térmicas tienen más probabilidades de mantener la bebida caliente por más tiempo? Y ¿que otros factores debemos tener en cuenta?
La típica taza de cerámica
Para crear un indicador de la calidad real de una taza térmica, De Podesta decidió compararla con una taza de cerámica estándar llena de 300 mililitros de agua hirviendo. Aunque las preferencias varían de persona a persona, el físico estimó que “la temperatura para beber a sorbos es de unos 75 °C, luego [la bebida] se vuelve perfecta a unos 62 °C”.
“Por debajo de los 50 °C, para la mayoría de los bebedores de té y café, es demasiado fría”, añadió. En el caso de la taza de cerámica, se necesitan 5 minutos para que se pueda beber, 15 minutos para que esté perfecta y otros 15 minutos para que se enfríe demasiado. Eso significa que, como punto de partida, las tazas térmicas deben superar los 30 minutos de calor.
Los vasos de plástico reutilizables (como los que se pueden comprar en las cafeterías) son una mejora básica de las tazas clásicas. Están hechos de polipropileno simple, tal vez con una funda para proteger las manos. Si dejás la tapa puesta, mantienen las bebidas calientes durante una hora, el doble que las tazas de cerámica sin tapa.
Múltiples paredes
Para superar las limitaciones de las tazas básicas, hay que ser creativo. La innovación más común son las tazas de doble pared. Estos recipientes suelen utilizar dos paredes de acero inoxidable con un espacio sellado al vacío entre ellas para reducir la cantidad de calor que se escapa por los lados de la taza (aunque algo de calor se escapará lentamente por radiación).
Un ejemplo de primera calidad de tecnología de doble pared es la taza Chilly’s, que De Podesta comprobó que podía mantener las bebidas calientes durante 4 horas, ocho veces más que una taza de cerámica.
La taza BURNOUT, diseñada por un científico espacial, va más allá: no solo mantiene caliente el té o el café, sino que lo enfría más rápidamente. La idea es alcanzar la temperatura ideal para beber y permanecer allí.
Estas tazas tienen una triple pared: entre las dos paredes más internas hay un paquete de cera que se derrite cuando la bebida caliente llena la taza por primera vez. Luego, la cera se solidifica lentamente de nuevo con el tiempo, liberando su calor en la bebida y manteniéndola caliente. Esta taza mantiene las bebidas calientes en el rango ideal durante 2 horas completas.
Si necesitas un control absoluto sobre la temperatura de tu bebida, algunas “tazas inteligentes”, como la taza de viaje Ember, te permiten configurar la temperatura exacta de tu bebida y mantenerla así durante 3 horas completas, gracias a un sistema de calentamiento eléctrico regulable.
Principios básicos
Es posible que no valga la pena gastar dinero en una taza cara antes de comprender realmente qué factores afectan la pérdida de calor. Algunos son más obvios, como el hecho de que la temperatura del ambiente exterior determina la rapidez con la que se enfría tu bebida. Asimismo, las tazas térmicas solo son útiles si mantenés la tapa puesta.
Exponer una bebida al aire libre permite una pérdida de calor adicional a través de la convección (el aire absorbe el calor) y la evaporación (el agua se lleva el calor al convertirse en vapor). Sin embargo, existen algunos trucos adicionales muy útiles para prolongar el efecto de las tazas.
En primer lugar, si vas a realizar un viaje largo, intenta cargar la mayor cantidad de líquido posible. De Podesta explica que una taza con más líquido “ayuda a que se mantenga caliente simplemente porque hay una mayor masa térmica”.
En segundo lugar, antes de llenar la taza, enjuagala con agua caliente. Esto calentará la taza de forma preventiva, lo que evitará una pequeña pérdida de calor cuando la llenes por primera vez con tu bebida (aunque la ganancia en este caso puede ser mínima).
A prueba
Si bien puede ser llamativo tener una taza que calienta el té eléctricamente, puede que no sea práctico. De Podesta advierte que “el usuario debe pensar qué papel va a desempeñar la taza en su vida”. Con ese fin, Darroux y los expertos en pruebas de consumo de Which? pusieron a prueba toda la gama de tazas térmicas. En comparación con otros artículos del mercado, las marcas de vasos térmicos suelen ser fiables.
Los vasos que afirmaban ser a prueba de fugas casi siempre lo eran, incluso después de varios lavados. Además, Darroux utilizó cámaras termográficas en los vasos para verificar que no hubiera defectos en la construcción que provocaran una pérdida excesiva de calor. También comprobó que hasta los vasos más baratos eran sorprendentemente duraderos incluso después de caerse desde alturas significativas.
Sin embargo, los compradores deben tener en cuenta un par de factores:
- Entre los botones pulsadores, los picos y los cierres giratorios, la boquilla de las tazas varían mucho.
- Hay preferencias personales, pero conviene evitar las aberturas que puedan atrapar fácilmente el líquido.
- Cuando un líquido como la leche se seca, el olor agrio afectará el sabor de su bebida.
- Puede limpiar la taza para solucionar este problema, pero hay que recordar que no todas las tazas térmicas son aptas para lavavajillas.
- Lavar a mano es la forma más segura de garantizar que el agua no se introduzca entre las paredes dobles y arruine esa capa de aislamiento al vacío.
“Sin BPA”
Muchos vasos térmicos modernos llevan la etiqueta “libre de BPA”. Esto no es sólo una frase publicitaria, como explica Darroux. “El BPA es una sustancia química llamada bisfenol A que se utiliza especialmente en la producción de plástico. Algunos resultados indican que, en dosis suficientemente altas, podría ser perjudicial para el cerebro o alterar las hormonas”, dice.
Las sustancias químicas relacionadas BPS y BPF son igualmente preocupantes, y algunos vasos térmicos también las excluyen. Una solución más sencilla es utilizar vasos y tazas de acero inoxidable. A veces pueden dejar un ligero sabor metálico en la boca, pero por lo general no contienen BPA. En última instancia, la mayor parte de tu elección dependerá de tus preferencias personales y, por supuesto, del precio.
Darroux encontró que “algunas tazas de excelente relación calidad-precio que se encuentran en el rango medio… por lo que no necesariamente hay que gastar mucho dinero para obtener una buena taza”.
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