Corrientes: la desoladora foto de la enfermera exhausta que hisopó a 200 personas en ocho horas
Sentada en una silla de plástico el costado de la ruta, con guantes, barbijo y el uniforme de enfermera puesto, con la cabeza gacha, la mirada perdida y los brazos apoyados sobre sus piernas. Elena Gómez descansa un minuto en medio de una ardua jornada de trabajo. A ella le tocó hisopar a unas 200 personas en ocho horas en un control vehicular de la provincia de Corrientes.
Su fotografía, tomada oportunamente por un colega, se viralizó esta semana y se convirtió en un símbolo del agotamiento por el gran trabajo que realiza el personal de salud en su combate cuerpo a cuerpo contra la pandemia de coronavirus.
"Estaba en la guardia y en un momento de agotamiento me senté, respiré hondo y pude decir: 'Gracias a Dios por otro día'. En ese instante mi compañero me tomó la fotografía", dijo la enfermera de 32 años al medio República de Corrientes. Contó que trabaja en el hospital San Roque de la localidad de Esquina, que tiene guardias de 12 horas dos veces por semana en el retén vehicular de Guayquiraró, en el límite con Entre Ríos.
De acuerdo al citado medio, la imagen de la enfermera agotada fue tomada el pasado 6 de enero. Su turno había empezado a las 8 de la mañana y a las 11 había hisopado ella sola a 99 personas. A la hora de la siesta, llegó personal de apoyo. Su jefa, entonces, la reemplazó a las 16 y le dijo que se fuera a su casa. Otro compañero le informó en ese momento que ella sola ya había hecho 200 hisopados.
"Se había habilitado el permiso para fin de año y en pocas horas fue un caos. Había gente que vino hasta de Ushuaia para ver a sus familiares", señaló la mujer. "Estábamos hisopando a todos excepto a menores de 16 años y a los que estaban exceptuados, porque ya tenían el resultado negativo", agregó la enfermera, que aquel día, al igual que el resto del personal de guardia, vestía doble barbijo, cofia, mameluco y camisolín.
En un momento de su trabajo de rastreo del virus, la mujer experimentó todo el peso de su agotamiento. "Sentía que me iba a desvanecer, mis piernas estaban muy cansadas y le pedí a un paciente que me esperara dos segundos porque no me sentía bien. Pedí a uno de los chicos un sorbete, que me pasó por el costado del barbijo para tomar agua", recordó la mujer, que agregó que su descanso no duró mucho porque "la gente no puede padecer calor", así que "seguimos hisopando".
Acá les dejo esta foto que recorrió mucho por face. Ella es mi amiga Elena Gomez enfermera del hospital San Roque esa...
Publicado por Luma Irra enJueves, 7 de enero de 2021
"Me da bronca cuando veo fiestas o reuniones"
A continuación, la mujer, que es madre de dos hijos de tres y once años, confesó que le preocupa la situación de sus abuelos y su mamá con relación al coronavirus, ya que se encuentran en el considerado grupo de riesgo. "Pienso en ellos y que los podemos contagiar -dijo-, los veo poco desde que todo empezó".
Por eso mismo, la enfermera se mostró irritada por el tema de los encuentros clandestinos: "Me da mucha bronca cuando vemos fiestas y reuniones. En Esquina hay muchas y nosotros estamos cansados. Hay más casos y vemos que la gente no se cuida. Los jóvenes no se están cuidando", señaló.
En cuanto a la reacción de la gente en los controles, Gómez contó: "Hay muchos que se quejan pero explicamos que es lo que corresponde porque estamos cuidando a todos. Hubo una familia de Rosario que dio positivo y tuvieron que volver".
"Los transportistas son los que más cuestionan y preguntan por qué hisopamos. Les explicamos que estamos protegiendo a los vecinos. Sí es cansador para ellos y también para nosotros que nos hisopemos todas las semanas para estar tranquilos de que no llevamos el virus a nuestras casas", comentó.
La imagen de Elena Gómez sentada extenuada en una silla de plástico a un costado del control vehicular fue posteada en Facebook por una amiga, la usuaria Luma Irra, que escribió hermosas palabras sobre el trabajo de la enfermera.
"Ella es mi amiga Elena Gómez, enfermera del hospital San Roque. Esa foto fue tomada en el retén de Guayquiraro luego de una mañana muy agitada donde realizó muchos testeo de Covid", escribió la usuaria.
"Ella todas las veces que se va llora del miedo porque tiene un niño y su marido que la esperan en la casa, llora por no contagiarse o contagiar a los suyos. Sale a las 6 de la mañana y no sabe la hora que vuelve. Se aguanta insultos, gente de mal humor y miles de cosas. Pero ella es de las que ponen el pecho para cuidarnos a todos", agregó Irra en su publicación.
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