Tiene recién un año, pero Wynn ya se convirtió en una figura reconocida entre el personal que está trabajando en el área de emergencias en el Rose Medical Center en Denver, Colorado, en los Estados Unidos. Desde el momento en que Susan Ryan la conoció a Wynn, supo que era un perro especial. Dulce, juguetona, con una personalidad siempre equilibrada, se destacaba entre los demás cachorros. Y por eso no dudó en anotarla para que comenzara a entrenar como perro de asistencia para personas con discapacidad. Pero mientras aprende, Ryan quiso compartir los beneficios de su compañía con otros colegas que, como ella, están atravesando un momento particular.
"Tengo otros labradores en casa y Wynn siempre busca jugar con ellos por sorpresa. Sin embargo, una vez que se pone el chaleco, entiende perfectamente que salimos a ayudar a los otros y se mantiene enfocada en ese objetivo".
Por eso Ryan decidió llevar a la cachorra con ella al hospital. Y cuando la epidemia de coronavirus comenzó a convertirse en un asunto mundial, quedó claro que Wynn podría desempeñar un papel importante. Los médicos, las enfermeras y todo el personal del hospital trabaja las 24 horas para brindar la mejor atención posible. Y Wynn está ahí para ellos, actuando como un perro de terapia específicamente para todos los miembros del personal que necesitan un momento para descomprimirse en medio del caos.
Ryan también trabaja duro en el hospital y, aunque puede ver a Wynn en casa, recientemente se tomó un momento en su turno para dejar que Wynn la acompañara. "Ver determinadas cosas tiene un gran impacto emocional sobre los que trabajamos en salud. Ahí es donde entran los animales: cuando estás en presencia del perro y lo acaricias, te estás tomando un momento para bajar a la tierra y volverte a centrar". Así fue que humana y perra se sentaron en el piso del hospital y Wynn se inclinó hacia su madre adoptiva, como para agradecerle por cuidar tan bien de ella y de todos los pacientes en el hospital. "Ella nos consuela".
Ryan, que es trabajadora social, comparte su oficina con Wynn y convirtió el espacio en un oasis al agregar un difusor de aromaterapia y letreros como "Pasará". Cuando la gente visita, ella baja las luces, las cubre con una manta cálida y practica una meditación guiada mientras se acurrucan con Wynn. "Realmente ayuda. Nunca he sido muy hábil en la meditación, pero solo tener a alguien que te recuerde que tomes tres respiraciones ayuda ".
Eventualmente, Wynn seguirá adelante y se convertirá en un perro de asistencia para otra persona que la necesita, pero por ahora, continuará ayudando en el hospital con su humana, y todos están muy agradecidos de tenerla allí. "Cuando entro en un turno, el personal se ilumina".
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