Corona en crisis: todos los secretos que reveló Corinna Larsen, la examante del rey Juan Carlos
Hace un año, el exmonarca dejó España investigado por presuntos delitos financieros; antes de autoexiliarse, le transfirió a la empresaria un “regalo” multimillonario
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El 3 de agosto de 2020, el rey emérito Juan Carlos de España abandonó el país para radicarse en Emiratos Árabes Unidos en medio de un escándalo financiero, que derivó en investigaciones por el presunto cobro de coimas en un contrato firmado con Arabia Saudita. En este tiempo, su examante, Corinna Larsen, hizo explosivas revelaciones que incomodaron a la corona española y lo denunció por espionaje ilegal y amenazas.
La empresaria germano-danesa, de 57 años, también conocida con el apellido de su exesposo zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, quedó implicada en la causa en la que se investiga al exroyal, de 83, tras haber recibido de él una multimillonaria transferencia a su cuenta bancaria. Sin embargo, ella asegura que ese pago fue “un regalo” y que desconoce la procedencia del dinero.
Tras varios años de discreción, Larsen comenzó a hablar con los medios de comunicación luego de que comenzara lo que ella sintió como una campaña de desprestigio en su contra. Contó detalles sobre su romance con Juan Carlos I, pero también habló de hostigamiento hacia su persona y de “un plan de la corona” para hacer abdicar al exmonarca, casado con la reina Sofía desde 1962, en busca de que Felipe fuera coronado. Recientemente, lo denunció a él y al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) por espiarla ilegalmente y amenazarla, y pidió ante la Justicia una orden de restricción de acercamiento.
Al renunciar a su cargo, en junio de 2014, el rey emérito indicó en la carta que le escribió al heredero al trono: “Ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada, deseo manifestarte mi más absoluta disponibilidad para contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones”.
Se refería al inicio del escándalo que lo llevó a abandonar su país. Fue en 2012, cuando Juan Carlos de Borbón viajó a Botsuana con Larsen, allí debido a una caída se rompió la cadera. Pese a que la relación amorosa entre ellos había terminado, la empresaria afirmó que lo acompañó “como amiga”, y tras este episodio, los medios españoles blanquearon su romance.
“En este caso el viaje se filtró a propósito, como admitió el mismo general (Félix Sanz Roldán, del CNI)”, afirmó la mujer a la BBC. Para ella, hubo una estrategia detrás de la cobertura mediática del suceso. “Mientras el avión despegaba en Botsuana, estas narrativas prescritas estaban ya imprimiéndose en España”, denunció, agregando que las notas eran sumamente ofensivas contra su persona.
“Fue el principio de una campaña para pintarme como una Wallis Simpson, una Lady Macbeth, una suerte de personaje maligno que llevó a este maravilloso hombre por el mal camino en este viaje durante una gran crisis económica”, sostuvo.
Y aseguró que a partir de allí, ”se inició una campaña de vigilancia y desprestigio” contra ella, que incluyeron amenazas a su vida y la de su familia. “Desde el momento en que regresé de ese viaje quedé bajo una vigilancia total”.
Larsen denunció mediáticamente que buscaron involucrarla en el escándalo del caso Nóos, que juzgó a la infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarín, por prevaricación, malversación, tráfico de influencias y fraude fiscal. Según su testimonio, quisieron usarla para tapar la participación de la hija del rey emérito en el caso.
“Me di cuenta de que la familia podía ser muy peligrosa, de que en el momento en que su imagen o su situación se viera amenazada, no dudarían en usar sin más a un inocente y en tratar de implicarlo falsamente”, sostuvo.
El romance de Larsen y Juan Carlos (y la terrible última cita)
La relación sentimental entre Larsen y el rey emérito duró cinco años, entre 2004 y 2009, pero la amistad continuó hasta 2014. La última vez que se vieron fue en marzo de 2019, cuando ella y su hijo menor lo recibieron en su casa de Londres, en Reino Unido.
La pareja se conoció en una fiesta de tiro, en febrero de 2004. La mujer reveló en una entrevista que él tenía problemas con su arma, por lo que se acercó a ayudarlo. “Y yo sé bastante sobre eso, por lo que le podía explicar qué era lo que fallaba. Creo que quedó bastante sorprendido”, recordó.
La relación avanzó lentamente, estuvieron varios meses hablando por teléfono. “La primera cita fue a principios de verano. Siempre nos reíamos mucho. Conectamos de inmediato en muchas cosas y teníamos muchos intereses en común: la política, la historia, la buena comida, los vinos… Yo vivía entonces en Londres, acababa de emprender mi propio negocio de consultoría y era madre soltera de dos niños. Así que nos encontrábamos en Madrid en una casita de campo dentro de la finca y viajábamos juntos”, reveló. Larsen agregó que el primer año no se vieron tanto, pero que hablaban “hasta diez veces por día”. Con el paso del tiempo, según su versión, “se convirtió en una relación muy fuerte, profunda y significativa”.
En declaraciones a los medios, la filántropa detrás de Authentics Foundation reveló que le preguntó al entonces rey de España si su esposa, la reina Sofía, tenía conocimiento de su relación extramatrimonial. “Dijo que tenían un acuerdo para representar a la corona, pero que tenían vidas totalmente diferentes e independientes”, reveló. No era la primera amante de Juan Carlos, el exmonarca acababa de salir de una relación de casi 20 años con otra mujer, confió.
En una nota publicada por la revista Paris Match, Larsen dio a conocer intimidades sobre cómo fue la presentación con los hijos del rey. Por ejemplo, recordó que en 2006 conoció a la nuera de Juan Carlos durante la entrega de los Premios Laureus. “Felipe parecía avergonzado, pero Letizia fue absolutamente encantadora”, indicó. Ese mismo día, también fue presentada con la infanta Cristina y su esposo. Mientras que con la infanta Elena, precisó que tuvo un breve encuentro en Portugal. “Realmente nunca traté de pasar el rato con ellos, me incomodaba. Evité en la medida de lo posible tener demasiado contacto con ellos”, señaló.
El fin de su relación comenzó con una intención de casamiento. La mujer contó que el rey emérito fue a ver a su padre y le dijo que estaba “muy enamorado” de ella y que “pretendía casarse”. “También le dijo que no podía hacerlo enseguida, que llevaría un tiempo. Quería que él supiera que iba en serio conmigo”, reveló. Larsen afirmó también que Juan Carlos le propuso matrimonio y que fue “muy emotivo”, pero que ella sabía que eso no sería fácil.
“Y yo estaba muy enamorada de él, pero anticipaba -soy estratega política- que iba a ser muy difícil. Y pensé que podría desestabilizar la monarquía”, señaló. Y aseguró que jamás pensó en concretar la boda con Juan Carlos, pero que tomó la propuesta como “una prueba de la seriedad de la relación”. El exmonarca consultó en un buffet de abogados los pasos a seguir para divorciarse de la reina Sofía. Meses después, Larsen y él se separaron.
El padre de la empresaria estaba enfermo de cáncer y murió aquel año, tras el funeral la mujer se enteró de que su ex mantenía una relación con otra mujer desde hacía tres años. “Literalmente quedé devastada, era lo último que esperaba. Necesitaba apoyo emocional después de la muerte de mi padre y la noticia supuso un choque monumental para mí emocionalmente”, confió.
Separados, siguieron manteniendo una relación amistosa ya que el rey se había encariñado con sus hijos, sobre todo con el menor, Alexander zu Sayn-Wittgenstein. A finales de 2009, Juan Carlos pidió verla. “Tenía malas noticias para mí. Le habían diagnosticado un tumor en el pulmón y estaba convencido de que era cáncer. Estaba aterrado. Dijo que su familia no sabía nada. Y yo no quería abandonarlo, por lo que permanecí como una amiga muy entregada, leal y cercana durante el tiempo en que estuvo muy mal”. Larsen señaló que en 2010, cuando Juan Carlos fue operado, le pidió que lo acompañara y ella durmió en el sofá del hospital. Finalmente, la biopsia arrojó que el tumor era benigno.
La mujer germano-danesa continuó viendo al padre del rey Felipe, “como amigos”. Y en 2012, fueron juntos al mítico viaje a Botswana, en el cual él tuvo un accidente en el que se rompió la cadera. Larsen indicó que fue ella la que organizó la repatriación de Juan Carlos, porque “no había ningún plan en marcha”.
A partir de allí, la examante del rey afirmó que fue víctima de ataques y amenazas de parte del CNI y de fuerzas españolas, quienes buscaban evitar que hable con los medios. “Tenía motivos para temer por mi vida. Lo que se dijo, se dijo de modo para dejar ver un poder absoluto, y el mensaje que me dio era muy claro: que si no seguía las instrucciones, no garantizaba mi seguridad física ni la de mis hijos”, afirmó.
En marzo de 2019, fue la última vez que vio al rey emérito cuando la visitó en su casa de Londres. Larson ya había denunciado el hostigamiento hacia su persona y pensó que Juan Carlos había ido para solucionar este tema, pero no fue así. “El rey llevaba un pin en la solapa, como una bandera de España y se comportaba de una manera muy rara. Se me ocurrió que Sanz podía estar usándolo como espía. Había venido a verme con un micrófono escondido para tenderme una trampa”, sostuvo.
Pese a todos los problemas que sufrió por su culpa, Larsen aun tiene buenos pensamientos sobre su expareja. “Siempre lo recuerdo sumamente relajado y muy divertido fuera de los confines del protocolo palaciego. Un hombre con un muy buen sentido del humor, deportista y llano”.
El plan para ”anular la libido” de Juan Carlos y hacerlo abdicar
En noviembre de 2020, Corinna Larsen hizo nuevas revelaciones sobre el rey emérito. Según publicó el sitio español El Diario, la examante aseguró que desde su entorno habrían obligado a Juan Carlos a tomar hormonas femeninas para dejarlo sin fuerza. Si bien Larsen no señaló a ninguna persona en concreto, aseguró que el objetivo era “anular su libido y mantenerlo controlado”.
La mujer sostuvo que esto fue confirmado por un médico francés que también trató al expresidente Jacques Chirac. “Le pusieron un montón de hormonas femeninas para sacarle la fuerza. Para quitarle testosterona y todo eso. Le quitaron todo, ni podía estar con una mujer ni nada”, comentó la examante del rey, y agregó que también le daban somníferos.
Según Larsen, la reina Sofía tramó la salida del monarca, quien abdicó dejándole el trono a su hijo, Felipe. En diálogo con True Royalty TV, la mujer aseguró que la reina estaba obsesionada con coronar a su hijo y que ayudó a organizar la salida de Juan Carlos, en 2014. “Debido a que estaban en un matrimonio tan disfuncional y ella era profundamente infeliz, el rey me contó que su único objetivo en la vida era ver a su hijo tomar el trono”, insistió la empresaria.
En una conversación de 2016 que se filtró, la alemana dice sobre Juan Carlos: “Todo muy sucio, muy horrible. A mí me da mucha pena porque él no lo merece. Cayó en una depresión horrible, y después, mejor manipular a la persona ¿no?”.
En medio del escándalo con la infanta Cristina y su esposo, la empresaria afirmó que “había fuerzas dentro de Palacio que trabajaban para empujar a Juan Carlos, intentando acelerar la abdicación”.
Las grabaciones que comprometen a Juan Carlos
En 2018 los medios españoles publicaron una serie de audios que tenía en su poder un excomisario de policía español, llamado José Manuel Villarejo, que grabó todas las conversaciones del exmonarca con personajes ricos y poderosos, incluida Larsen. En una de las grabaciones, una voz femenina habla sobre el rey emérito: “¿Cómo consigue dinero? Se sube a un avión, va a países árabes y vuelve con el efectivo en valijas, a veces con cinco millones. Tiene una máquina para contarlo, la vi con mis propios ojos”.
En otro de los audios, en el que la empresaria conversa con Juan Villalonga, quien fue presidente de Telefónica, denuncia que Juan Carlos la “usó como testaferro” para ocultar patrimonio y propiedades en el extranjero, lo que generó un nuevo temblor en la Casa Real Española. Corinna indicó también que el esposo de la reina Sofía tenía cuentas opacas en Suiza, pero que, en ese caso, el testaferro era el primo del exmonarca, Álvaro Orleans de Borbón.
En la grabación, sostuvo que con fondos de esas cuentas “se pagan vuelos privados” que supuestamente parten del aeropuerto militar de Torrejón de Ardoz con destino a Los Ángeles. “Parten de allí porque ahí no tienen controles”, explicó. “Un día te levantás y tenés un terreno en Marruecos. Al día siguiente, viene el rey y dice que se lo des. Pero eso es lavado de dinero”, sentenció.
Larsen nunca confirmó oficialmente que fuera ella la voz femenina que se escucha en la cinta, pero aquellas revelaciones fueron una sensación mediática en España y derivaron en la apertura de investigaciones paralelas en Suiza y España.
El generoso regalo del rey
En octubre del año pasado, salió a la luz la multimillonaria transferencia bancaria que Juan Carlos le hizo a Larsen, por 65 millones de euros. La examante del rey emérito aseguró que aquel regalo fue una suerte de herencia en vida, porque “le preocupaba que su familia no respetara su voluntad”.
“Cuando estuvo enfermo en 2011, y estuvo realmente mal, empezó a hablarme de su última voluntad, de su testamento”, indicó la empresaria alemana al medio digital español OKDiario. Según resaltó, nunca dudó del origen del dinero e insistió en que el rey le “dijo que le preocupaba que su familia no respetara sus deseos si lo dejaba en un testamento normal”. A su vez, develó que por el mismo motivo le transfirió otros dos millones de euros a Marta Gayá, con quien mantuvo una relación anterior durante 20 años. “Fue un testamento plenamente meditado”, recalcó Larsen. Ese generoso “donativo” hoy es objeto de investigación por parte de la justicia suiza.
Larsen afirmó que tras recibir la transferencia voló a Madrid para agradecerle al rey y que él le dijo que se sentía culpable por lo que ella había pasado: “Creo que se quedó muy sorprendido al comprender el alcance de la presión a la que me habían sometido y el efecto destructivo sobre mi reputación”.
“Creo que fue un reconocimiento por cuánto signifiqué para él, por cuánto significó [su hijo] para él”, ponderó la empresaria.
Pero esto la convirtió a Larsen en una de las personas investigadas por el fiscal suizo, ya que su hipótesis es que Juan Carlos le transfirió a la exprincesa lo que quedaba de esos US$100 millones que habría recibido “bajo la mesa”, por parte del difunto rey saudí Abdalá.
Larsen insistió en que el rey no intentaba esconder o lavar el dinero al legárselo a ella. Incluso, pese a que, dos años después, Juan Carlos le pidió que devolviera la plata. “En 2014, hizo intentos desesperados para que volviera con él”, sostuvo, y agregó: “En cierto momento se dio cuenta de que no iba a volver y se puso completamente furioso. Pidió que le devolviera todo. Creo que fue solamente un berrinche”.
En una entrevista, Larsen citó los rankings de los medios New York Times y Forbes, que estiman la fortuna del exrey de España es de “entre 1400 y 2300 millones de euros”. Y consideró: “Con eso, esa suma (que le fue transferida) ya no parece tan grande dentro de lo que es su patrimonio neto total”.
Por esta transferencia hay investigaciones en curso en Suiza y España, por el posible cobro de comisiones que habría depositado el exmonarca en bancos extranjeros. Se lo investiga por un posible lavado de capitales y fraude fiscal, pero Juan Carlos está protegido por inmunidad y, en reiteradas oportunidades, insistió en su inocencia.
En tanto, Corinna se enfrenta a procesos legales en los que deberá justificar la suma de dinero que le fue transferida y hay quienes argumentan que su reciente denuncia en la Justicia británica “podría ser una estrategia para presentarse como la víctima”, ya que por este caso podría terminar en prisión.
“Jamás se me ocurrió que su situación económica, sus finanzas fueran asunto mío. Esto es algo que la reina Sofía conocería mucho mejor, su familia conocería mucho mejor. Yo tengo un conocimiento mínimo, y del resto, lo del dinero de Suiza, me enteré por el proceso judicial de Suiza”, lanzó Larsen.
Ataques, amenazas y una denuncia
La relación entre Larsen y Juan Carlos se quebró en 2012. A partir de allí, la empresaria denunció que fue víctima de ataques y amenazas de parte del CNI. Según reveló Sanz Roldán se presentó en Londres aquel año y le hizo una siniestra advertencia para evitar que hiciera declaraciones a la prensa. “Fue tras una serie de incidentes preocupantes: mercenarios ocuparon mi departamento de Mónaco, agentes españoles entraban y salían, me habían vigilado y seguido agresivamente en Brasil”, indicó.
El exjefe del Estado Mayor de la Defensa de España y el exdirector del CNI, le dijo que venía “de parte de Juan Carlos” y que le dejó claro desde un principio que, en el caso de que hablara con algún medio de comunicación, “no podía garantizar su seguridad ni la de sus hijos”. La alemana agregó que también hizo correr el rumor de que ella contaba con información comprometedora para justificar así el accionar en su contra.
“Tenía motivos para temer por mi vida. Lo que se dijo, se dijo de modo para dejar ver un poder absoluto, y el mensaje que me dio era muy claro: que si no seguía las instrucciones, no garantizaba mi seguridad física ni la de mis hijos”, afirmó.
De acuerdo a las declaraciones de Larsen, un grupo de “sicarios” entró en su casa de Mónaco para buscar “los documentos comprometedores” y dejó un libro sobre la princesa Lady Di que luego cobró mucho más sentido cuando recibió una llamada en la que le dijeron: “Hay muchos túneles entre Mónaco y Niza”.
Instalada en su casa de campo en el Reino Unido desde la declaración de la pandemia, Corinna también sostuvo que durante el aislamiento dispararon a las cámaras de seguridad y a las ventanas de la residencia. En este sentido, reveló que tiene miedo de lo que pueda llegar a pasarle.
Larsen hizo una reciente presentación en la justicia en la que pidió una compensación monetaria por daños causados por su presunto acoso. Denunció al exmonarca y a los servicios secretos de España ante los tribunales de Reino Unido por hostigamiento y “vigilancia ilegal” desde 2012 a la actualidad. También pidió una orden de restricción de acercamiento, para que el exmonarca no pueda acercarse a menos de 150 metros de ninguna de sus residencias, según publicó el Financial Times.
La denuncia fue efectuada en diciembre del año pasado, pero se mantuvo oculta hasta julio de este año. Según Larsen, desde el momento en que volvió de aquel viaje a Botswana la pusieron tanto a ella como a su entorno “bajo vigilancia física que incluía vehículos y personal de vigilancia, invadieron la propiedad en la que residía y espiaron en sus teléfonos y ordenadores”.
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