Contrató a un prestigioso diseñador para que le hiciera su vestido de novia y casi le arruina el casamiento
El hombre le cobró más de lo estipulado; el vestido llegó con el ruedo sin terminar, sin ballenas y cuatro meses más tarde de lo acordado
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Una joven que vive en Miami contó que había contratado a un reconocido diseñador para que confeccionara su vestido de novia, pero el hombre la estafó, le cobró más de lo estipulado, le envió el atuendo cuatro meses más tarde, no tenía los detalles pactados, el ruedo estaba sin terminar y encima las medidas no eran las acordadas.
Si bien estuvo cerca de arruinarle su casamiento, la joven logró “salvar” la boda y consiguió un outfit más económico para vestir en “su gran día”. Por su parte, el modisto se disculpó con ella pero aseguró que le devolverá el dinero.
A través de un largo hilo en Twitter, Paula Arévalos quiso exhibir lo sucedido y alertar a futuras novias para que no pasen por situaciones similares. Además de narrar con detalles las “idas y vueltas”, solicitudes de adelantos y “mentiras” sobre los avances, la joven publicó screenshots de la conversación por WhatsApp con el diseñador.
“Me decidí a contar la historia de como fui estafada con mi vestido de novia. Cuento esto para no le vuelva a pasar a nadie”, escribió la joven el lunes pasado. Arévalos contó que el 15 de agosto de 2020 se comprometió con su pareja y que comenzaron a planificar el casamiento para el 19 de junio pasado.
“Yo quería mi vestido cuanto antes para poder librarme de ese ‘estrés’. El 27 de agosto decidí escribirle a Fernando Preda, diseñador paraguayo que vive en Tulum [México], a quien siempre admiré mucho”, siguió la joven. Luego, continuó: “El 8 de septiembre me envía los primeros bocetos. Primero la idea era que yo compre las telas de una tienda de Nueva York que él me recomendaba, se las enviaba y él se encargaba de la confección. Pero días después cambia de idea y me dice que él se encargaría de todo”.
Cuatro días más tarde, Preda le envió un boceto del vestido y el presupuesto final, de 2870 dólares. “Para mí era mucho dinero, sobre todo porque acá en Miami conseguís un vestido hermoso por US$600, pero bueno, iba a ser el vestido soñado diseñado para mí y ya tenía mis ahorros para esto”, se sinceró Arévalos.
Según contó, ambos acordaron en que el pago sería en cuotas hasta diciembre, y ese mismo día arreglaron un adelanto de 250 dólares. Sin embargo, cinco días más tarde, el diseñador le pidió 800 dólares más para comprar más materiales. “Siempre que me pedía yo, obviamente, le enviaba en el día. Confiaba en que me decía la verdad y estaba muy emocionada con mi vestido”.
Luego, el 1 de octubre le volvió a pedir un adelanto de 800 dólares, y el 22 de ese mes le envió un video con las telas “que había comprado”. A su vez, ese día le solicitó otro adelanto de 300 dólares y le informó que el velo sería con un presupuesto aparte, de 700 dólares.
El 22 de octubre me envía un video de mis telas "que ya había comprado". También me pide nuevamente un adelanto de USD 300 y me dice que el velo sería aparte del presupuesto, unos USD 700. pic.twitter.com/urzKdX2ZYi
— pauarevalos (@pauliarevalos) July 13, 2021
“El 30 de octubre el velo subió a US$800 y le envío US$200 más que correspondía a noviembre. El 6 de noviembre me escribe diciendo que el velo ya está prácticamente listo y que necesitaba US$600 para terminar. (En eso justo me quedo sin trabajo por la pandemia y no pude transferirle en el día. Pero le pido que avance con el vestido que era lo que me importaba)”, contó la joven.
El 23 de noviembre Arévalos le hizo un nuevo depósito de US$300 y el diseñador le comentó que estaba “trabajando ‘a full’ con el corset del vestido y que le iba a enviar fotos. “El 30 de noviembre me vuelve a escribir diciendo que ya al fin presentó su desfile y que ahora sí tenía tiempo para terminar mi vestido, pero que necesitaba US$150 y que ya no me pediría más dinero por este año 2020″, narró la novia.
Luego, Preda le volvió a enviar detalles del corset y ella le confirmó que llevaría ballenas.
Ya angustiada, Arévalos indicó: “¿Se acuerdan que mi vestido iba a estar ‘a más tardar para Navidad’? Bueno, a partir del 5 de enero empecé a escribirle casi todas las semanas. Obviamente ya empezaba a preocuparme, no había visto ni media foto hasta ese momento. No recibo noticias, le vuelvo a escribir el 25 de enero cada vez más preocupada porque nunca aparecía si yo no le escribía. Y en ese entonces ya le había pagado casi la totalidad, solo faltaban US$20 y el velo que le pedí dejar para último momento”.
Recién el 5 de febrero, el diseñador le envió las primeras fotos del vestido y le adelantó que aún faltaba colocar las ballenas.
“El 19 de febrero me vuelve a cambiar la fecha de entrega para el 10 de marzo y me pide el dinero pendiente (US$20) para poder ‘acelerar’”, relató la joven. Sin embargo, ya los idas y vueltas le habían resultado demasiado “sospechosos” y decidió preguntarle qué diferencia podían hacer los 20 dólares que faltaban pagar para terminar un vestido en el que venía trabajando desde hacía cinco meses. A pesar de las dudas, Arévalos pagó el monto.
“El 2 de marzo le vuelvo a escribir y nada, me dice que ver mi zapato le ‘ayudaría’ a terminar. Literal agarré cualquier foto de Internet y le envié para que pare con las excusas”, recordó la prometida. Finalmente, el 19 de marzo Preda le aseguró que ya iba a armar el vestido completo y que le enviaría fotos. Pero la historia estaba lejos de llegar a su final.
Dos días más tarde, Arévalos le envió un mensaje para mostrarle su preocupación y pidiéndole que se sincerara y le dijera la verdad. “El 13 de abril le escribo diciéndole que la semana siguiente iba un amigo a Tulum y que le traería el vestido. Que ya tiene que estar listo sí o sí. También le pido que asegure bien la caja para que no le pase nada (lo básico a tener en cuenta cuando envías algo a otro país)”, tuiteó.
El 20 de abril me envía la PRIMERA foto del vestido y me pide dinero por la caja?! pic.twitter.com/Ioh1vc8Qsh
— pauarevalos (@pauliarevalos) July 13, 2021
“El 20 de abril me envía la primera foto del vestido y me pide dinero por la caja. Finalmente le pago, ¡quería que se termine esta pesadilla! Quería mi vestido y nunca más tener que hablar con él. El 21 de abril, llega el día de la entrega y obviamente, otra vez no llega a tiempo. Me dice que al día siguiente me enviaría hasta Playa del Carmen (donde lo recibiría mi amiga que estaba al tanto de todo)”, siguió Arévalos.
El 22 de abril, Preda le envió nuevas fotos del vestido y le avisó que no había llegado a hacer el ruedo, por lo que le enviaba un vestido “de regalo”, que aún no estaba terminado de coser.
Sin embargo, cuando el vestido llegó a Playa del Carmen, donde estaba su amiga, Arévalos se llevó una gran sorpresa, dado que ni siquiera estaba colocado dentro de una caja. Además, hizo una videollamada con su amiga y advirtió que el vestido tenía manchas de tinta.
Y a continuación... pic.twitter.com/XG1E8BJ3RY
— pauarevalos (@pauliarevalos) July 13, 2021
Según puede leerse en el chat de WhatsApp, inmediatamente, Arévalos le reclamó al diseñador que el vestido ni había sido enviado en caja. En ese momento, Preda le respondió que en vez de la caja, le enviaba un vestido de regalo.
Visiblemente enojada, la joven le planteó: “O sea que me cobraste 150 dólares por el vestido que me dijiste que era un regalo y no la caja, como habíamos acordado”. Ante la postura de Arévalos, Preda replicó: “El vestido que te envié sale más de 700 dólares”.
“Esto era un regalo, según me dijiste. Yo no te lo pedí”, respondió Arévalos, quien luego le reclamó que el vestido “terminado” estaba manchado, no tenía el ruedo realizado, no incluía ballenas y el cierre estaba roto.
Además, era más grande de lo acordado, por lo que no se ajustaba a su cuerpo.
💔💔💔 pic.twitter.com/rdqfs5ItTL
— pauarevalos (@pauliarevalos) July 13, 2021
A pesar del mal trago, Arévalos logró comprar un vestido para utilizar el día de su casamiento y tuvo su “final feliz”. “Dos días antes de la boda fui a un outlet y compré mi vestido por muchísimo menos, y me quedó perfecto”, contó en Twitter.
Luego de que el hilo se viralizara, Preda se comunicó con la joven para disculparse por lo sucedido. El diseñador le propuso que ella le enviara el vestido, para reutilizar las telas y a cambio, él le reembolsaría el dinero “invertido”.
— pauarevalos (@pauliarevalos) July 13, 2021
“Necesito de tu parte también para que ya cerremos todo esto”, le escribió Preda. Ya sin paciencia, ella contestó: “No confío más en vos. Cuando reciba la transferencia, cerramos esto”.
Por su parte, el diseñador utilizó su cuenta de Instagram y a través de una story se sinceró: “Gracias a mi familia y amigos por el apoyo en estos momentos difíciles. Les pido disculpas por todo este mal momento. Gracias, Pauli, por responderme y darme la oportunidad de reparar esta situación”.
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