Contra la humedad: claves para vivir en una casa sana
Uno de los principales factores de contaminación del aire en una casa es el exceso de humedad. Usualmente acondicionamos nuestra casa para vivir en ambientes confortables, estéticamente bellos y bien climatizados. Sin embargo, olvidamos considerar la calidad del aire en los interiores. Que en muchos casos no es la ideal.
Notamos la humedad cuando aparecen manchas en las paredes o empieza a descascararse la pintura; pero combatirla es fundamentalmente una cuestión de salud y no de estética. La buena calidad del aire y ambientes con los porcentajes deseados de humedad son muy importantes para nuestro bienestar y el de nuestros hijos, que están en etapa de crecimiento y suelen ser los que más tiempo permanecen en la casa.
Al contaminar el aire, el exceso de humedad puede ocasionar problemas respiratorios y pulmonares, alergias, sensación de ahogo, cefaleas, somnolencia, ansiedad e irritabilidad. La humedad no mata, pero enferma. Sucede que el porcentaje de humedad ambiental inadecuado favorece la formación de partículas nocivas en el aire: hongos, esporas de moho, ácaros y otros microorganismos. Así lo asegura la Organización Mundial de la Salud en su Guía para la calidad del aire en interiores: humedad y moho*, donde se explica que cientos de especies de bacterias y hongos crecen y se expanden en los ambientes húmedos. El informe de la OMS revisa las evidencias científicas de la incidencia del aire interior contaminado con el incremento de problemas respiratorios (incluidos la tos y el silbido al respirar), alergias y asma, así como también reuma y perturbaciones en el sistema inmunológico.
La presencia de moho altera además la hidratación ocular y suele provocar irritación en los ojos y, en algunos casos, en la piel. Estos organismos microscópicos parecidos a las nervaduras de las plantas se reproducen por la difusión de esporas en el aire, que pueden originar asma. Según Fundaler (Fundación para el estudio del asma y otras enfermedades alérgicas), la inflamación bronquial en el asma es originada, en la mayor parte de las veces, por una reacción alérgica. Los elementos causantes o alérgenos más frecuentes, en ese sentido, son los ácaros y los hongos que crecen en espacios húmedos y poco ventilados.
Según diversos estudios, como el publicado en el Environmental Health Perspectives, los valores recomendables para interiores deben estar entre el 40% y 60% de humedad relativa. Sucede que la supervivencia de bacterias y virus infecciosos transmitidos por el aire (como la bronquiolitis, el catarro o la gripe) se reduce al exponerse a humedades relativas entre 40 y 70%. Las poblaciones de ácaros y hongos se minimizan cuando la humedad relativa está por debajo del 50% y alcanzan un tamaño máximo con un 80% de humedad relativa. Y la mayoría de los hongos no pueden crecer por debajo de un 60% de humedad relativa. Por tanto, gran parte de los efectos adversos para la salud causados por la humedad se minimizarían manteniendo los niveles interiores entre 40 y 60%.
Es necesario considerar que existen diferentes tipos de humedad que afectan a los interiores de las viviendas. La humedad por lluvias se produce cuando los muros y techos no están correctamente aislados y el agua penetra a través de grietas o fisuras. En tanto que la humedad por condensación se genera en ambientes interiores como baños y cocinas -donde se produce vapor en exceso-, o bien en ambientes muy calefaccionados y mal ventilados.
En todos los casos, la postura ante la humedad debe ser resolver sus causas y no recurrir a soluciones cosméticas como revestimientos que "tapan" el problema desde el punto de vista estético, pero no lo resuelven, dejando que los riesgos para la salud permanezcan inalterables. En cambio, cuando aplicamos el revestimiento antihumedad de Knauf sobre la pared afectada, se logra una solución más rápida y eficiente. Luego de fijar una estructura de perfiles de acero, se coloca un film de polietileno como barrera de vapor y se atornillan placas de yeso. Si ya existen manchas, diferencias grandes de temperatura o condensación (aunque sea superficial), ahí este revestimiento semidirecto en construcción en seco ataca el problema: la cámara de aire logra que la pared húmeda "respire", y de este modo se evita la propagación de la humedad al resto del ambiente. Colocando además lana mineral entre el muro y la placa de yeso se previene la formación de humedad por condensación y se optimiza el rendimiento térmico en los muros perimetrales.
En cuanto a lo estético las placas de yeso montadas con paquete térmico dan por resultado una pared lisa, que permite luego pintar, empapelar o revestir a gusto en pocas horas.
Cómo proteger el exterior
Knauf ofrece productos eficaces para combatir la humedad también desde la parte exterior del hogar. Producidas en un proceso controlado y certificado, al ser instaladas, las placas de yeso Knauf conforman el sistema de paquete térmico antihumedad. Utilizadas como revestimiento en el exterior, funcionan como una capa más de abrigo para la casa. Si lo vemos como en una ventana, es una ventana sin persianas o sin postigos, el frío choca directo contra el vidrio. Lo mismo sucede con los muros exteriores de una casa o edificio. Los sistemas que ofrecen soluciones para el exterior son:
Aquapanel son 100% resistentes al agua. Estas placas de cemento son las recomendadas para fachadas exteriores de edificios ya que se sobreponen a las situaciones climáticas adversas.
SP Glass es una placa fabricada en la Argentina que se utiliza como sustrato para sistemas EIFS en casas de hasta tres pisos y edificios de hasta 30 m de altura, brindando aislamiento térmico y ahorro energético.
Ambas placas son soluciones para cerramientos exteriores y sistemas Steel Framing y resuelven de manera sencilla todas las necesidades, tanto para refacción como obra nueva de fachadas.
Más infoaquí
LA NACION