Consumo distendido, la clave de las nuevas tiendas
Varios locales adoptan esta modalidad original que combina arte, moda, decoración y gastronomía
Mientras esperan el postre, José Barrionuevo y su amigo Roberto recorren el piso superior y se detienen frente a una colección de latas de bizcochos Canale. "Estos objetos van directo a la nostalgia -dice Barrionuevo-. El lugar es un remanso de tranquilidad: comer, mirar los cuadros, los libros y este tipo de cosas forman parte del paseo."
Lo que sucede es que en Boulevard Sáenz Peña, a unas cuadras del mercado de frutos de Tigre, se fusionan distintas propuestas. "Se pueden ver tendencias de decoración, tomar algo mientras se lee un libro o apreciar una obra de arte", dice Soledad Benvenuto, dueña de la tienda.
Como aquí, cada vez son más apreciados los lugares en los cuales conviven decoración, arte y gastronomía. Claudia Barri y su marido, Juan Martín Salas, viajaron a Buenos Aires desde Chascomús y aprovecharon la tarde libre para conocer el Boulevard. La mayor sorpresa se la llevaron al descubrir que la vajilla en la que tomaban el té... estaba a la venta.
"Me encantan los platos y tazas en los que sirven todo, sobre todo porque tenés la opción de comprarlos", dice Claudia, sorprendida, mientras Juan Martín, que es arquitecto, destaca la amplitud y luminosidad de los ambientes. "Es tan tranquilo que invita a quedarse un largo rato", agrega con una sonrisa.
El lugar conserva la esencia del almacén de ramos generales que fue a principios del siglo XIX, y su particularidad, justamente, es que todos los objetos que se exhiben están a la venta, incluso aquellos que decoran el lugar. Desde las arañas de alambre que cuelgan en el salón principal hasta los libros acomodados en la enorme biblioteca, la vajilla, las sillas y mesas del restaurante: todo.
Aquí ensamblan a la perfección objetos de decoración, indumentaria y arte con la propuesta gastronómica de la chef Juliana López May. En el patio y el salón principal se puede disfrutar de la cocina, con platos realizados con productos frescos y de estación, como la ensalada de langostinos con duraznos grillados. También vale la pena probar el blend Boulevard Sáenz Peña, creación de Inés Bertón.
Subiendo las escaleras conviven la galería de arte -en la que se destacan los cuadros de Felipe Jiménez y Milo Lockett- y la Tienda del Boulevard, destinada a indumentaria, papelería y accesorios.
Un concepto parecido plantea Pehache, una gran casona antigua remodelada con muy buen gusto en Palermo, que reúne piezas clásicas y de vanguardia. Con su característico sello ecléctico, los objetos son seleccionados para atraer diversas miradas y estilos. Sofía Coronel, diseñadora industrial, está armando su departamento y recorre cada rincón del local para escoger los objetos que adornarán su nuevo hogar. "Me encanta la onda y la propuesta del bar para relajarse después de caminar por la casa. También es muy original la idea de que cada cosa esté ubicada en el ambiente que le corresponde porque ayuda a visualizar el producto, no es lo mismo que mirar todo apilado en estantes", apunta.
Las hermanas Mariana y Carolina Medina se inspiraron en sus viajes para crear este espacio que congrega moda, diseño, decoración y arte en amplios ambientes conectados entre sí. "Queremos que nuestros clientes puedan encontrar todo lo que necesiten en un mismo lugar, desde una cartera, pasando por un juego de sábanas hasta vajilla. Buscamos que sientan que están en una casa, que vean los productos ocupando los espacios para los cuales fueron pensados y que tengan la opción de disfrutar de tomar o comer algo rico", cuenta Mariana.
Al fondo, en el jardín frente a la fuente y bajo la pérgola, está el café boutique -ahora en ampliación- para descansar y disfrutar de un rico té o deleitarse con uno de los clásicos sándwiches de pollo.
Todos los diseñadores que ofrecen sus creaciones en Pehache son nacionales, como las intervenciones surrealistas de Lucas Risé -desde armarios, respaldos de cama y hasta el propio mostrador de la casa llevan su firma- y las esculturas de cerámica con forma de animales argentinos en peligro de extinción de Desirée De Ridder.
A pocas cuadras de ahí, está Coco Marie, una de las opciones más nuevas de la movida. Apenas entró, Verónica Trejo fue directo al perchero con túnicas de colores. Eligió una, y sin probársela, decidió llevarla. Es que se está por ir de vacaciones y ésa fue la excusa perfecta para dedicar su tarde, junto a una amiga, a visitar esta tienda que hasta hace un tiempo se dedicaba exclusivamente a trajes de baño. Pero Verónica no llegó por casualidad: buscaba su outfit caribeño y compartir un té con su amiga en el local que se presta naturalmente a su doble propósito.
Coco Marie se encuentra sobre la transitada calle Armenia y es toda una experiencia para sus visitantes. Hace tres años, Emily Weston y su marido, Gastón Kolker, encontraron un garaje perdido, lo reciclaron y convirtieron el frente en una tienda de trajes de baño. Su casamiento lo celebraron en el patio del fondo y contrataron el catering de Jessica Scarpati, dueña de Jacinto, una tienda del Bajo de San Isidro donde funcionan un restaurante, un vivero y un almacén. Allí surgió la idea de asociarse y sumar el restaurante al local que ya venía funcionando. Todo el lugar es una invitación al placer de comprar y disfrutar de un buen momento. Trajes de baño, cactus, bolsos de playa, plantas suculentas y aromáticas y cajones de fruta conviven en armonía. El pasaje nació como un paseo de compras de ropa para mujeres, pero este año ampliarán la oferta con floreros, almohadones y mantas que en los días de invierno ofrecerán a quienes visiten el restaurante, para reforzar la unión de la tienda con el bar. "Mientras mi novia revisa los percheros, yo puedo sentarme en este jardín que transmite paz. No parece que estuvieras en medio de Palermo", dice Sebastián Cardamoni, habitué del lugar.
La cocina a la vista, las mesas de madera y un gran sillón con almohadones aportan el clima ideal para hacer un alto en las compras y disfrutar de la serenidad del espacio.
Al aire libre hay mesas con sillas de hierro rodeadas de árboles, lámparas de mimbre y una gran pared de ladrillos cubierta por enredaderas. La propuesta gastronómica es casera, y el chef Mariano Mikulica recomienda especialmente el veggie nutritivo, que viene en pan árabe negro con espinaca, palta, brotes, remolacha y zanahoria con semillas de sésamo, salsa de soja y mayonesa de rúcula. Los licuados con leche de coco y almendras tostadas son ideales para las tardes de verano. Próximamente también abrirán de noche.
En el corazón de San Telmo, Le Marais, el lugar que Celeste Etcheverry armó junto a Mariana y Hernán Achaval, apuesta a una combinación de arte, gastronomía y diseño con espíritu bohemio francés. "Mi hermano Hernán y Celeste querían poner una regalería y surgió la idea de incluir el bar adentro de la casa de decoración", cuenta Mariana, chef y sommelier.
En la planta baja se puede disfrutar de una cocina sencilla con una carta basada en sándwiches y ensaladas y comprar objetos para la casa. En el primer piso, se suma una pequeña galería de arte y la sala de degustación.
Alcanza con caminar unas cuadras, a su vez, para encontrarse con el local de Cualquier Verdura, que desde hace unos sábados ofrece a sus visitantes café Lavazza, acompañado de algo dulce para amenizar el paseo por esta casa tienda de San Telmo.
Los objetos kitsch invaden la casa chorizo y cada producto tiene su etiqueta: amarilla para los antiguos, blanca para los nuevos, celeste si es industria argentina y naranja para aquellos que a sus dueños les da pena vender. "Aprovechamos que nos visitan muchos turistas y nos pareció bueno distinguir los productos nacionales. También hay objetos de los que nos cuesta desprendernos y les ponemos precios totalmente ridículos", advierte Violeta Brenman, dueña del local. Como la heladera gardenia roja que sale $ 3500. "Espero que no llegue el día en que alguien pague tanta plata por una heladera antigua", bromea.
En Puerto Madero, las dos sucursales de i Central Market también integran en un espacio cálido restaurante, mercado, pastelería, fiambrería, bazar, florería y un innovador wine bar .
La tranquilidad, que no termina de explicarse hasta que uno descubre que ningún vendedor impaciente lo viene a apurar, hace que valga la pena dedicar un tiempo para descubrir estos lugares que invitan a inspirarse y disfrutar de la compra de una manera diferente.
Cinco opciones para conocer
- Pehache
Gurruchaga 1481. Lunes a sábados, de 11 a 20 - Boulevard Sáenz Peña
Albarellos 218, Tigre. Miércoles a sábados, de 11 a 19 - Coco Marie
Armenia 1764. Lunes a domingos, de 11 a 20 - Cualquier Verdura
Humberto Primo 517. Jueves a domingos, de 12 a 20 - Le Marais
Carlos Calvo 500. Martes a domingos, de 9 a 20