Construida por un conde: la única casa que Elon Musk no vendió
El magnate había tomado la decisión de poner a la venta todas sus propiedades, sin embargo, hace unos días quitó del mercado su mansión de Hillsborough
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LA NACION
En junio pasado Elon Musk sorprendió a todos luego de que trascendiera que, debido a su ambicioso sueño de colonizar Marte, había tomado la decisión de vender todas sus propiedades. Incluso, en ese momento se supo que el fundador y CEO de Tesla Motor Company y SpaceX se había ido a vivir a una casa monoambiente plegable.
Sin embargo, parece que hay una propiedad de la cual no pudo desprenderse. Se trata de su mansión en Hillsborough, San Francisco, que había sido puesta a la venta por 37,5 millones de dólares, pero que el 11 de septiembre pasado decidió quitar del mercado.
Si bien en su momento el emprendedor había anunciado a través de Twitter que había decidido vender su última casa, lo cierto es que la propiedad ya no está en el mercado, tal como informó The New York Post. Musk había comprado la mansión en 2017 por 23,4 millones de dólares.
Su ambicioso plan
En mayo de 2020, el magnate sudafricano había dicho durante una entrevista radial con Joe Rogan que aquellos que lo criticaban por tener tantas propiedades tenían razón en sus argumentos.
“¿Qué es más importante? ¿Marte o una casa? Dedicar tiempo a construir una casa, incluso si es una casa verdaderamente genial, no es un buen uso del tiempo en comparación con desarrollar los cohetes para ir a Marte y ayudar a solventar la energía sostenible”, aseguró aquella vez.
Con su objetivo claro, a lo largo de 2020, el millonario vendió seis casas en Los Ángeles, además de otra en San Francisco en 2019. El valor conjunto de todas ellas se estima en 114 millones de dólares aproximadamente.
Actualmente Musk vive en una casa alquilada, estimada en 50.000 dólares, en Boca Chica, Texas), cerca de una instalación de SpaceX.
Cómo es por dentro la propiedad
La mansión está situada en el exclusivo barrio de Hillsborough en San Francisco y solía alquilarse para eventos.
Se trata de una mansión construida cerca de 1912 por el conde francés Christian de Guigné, con un edificio de 1540 metros cuadrados y un terreno de más de 19 hectáreas.
La casa cuenta con todas las comodidades imaginables: enorme piscina, privacidad, varios sectores verdes para disfrutar del aire libre, y 10 habitaciones distribuidas en dos plantas. Además, tiene nueve baños.
El inmueble tiene un salón de baile, un comedor para brindar banquetes y una cocina profesional completamente equipada.
Además, la casa posee un garage independiente en el que entran tres vehículos y un estacionamiento techado para ochos autos.
La centenaria mansión tiene vistas a la bahía y sus jardines están dispuestos con senderos para caminatas.
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