Consejos para evitar y aliviar el dolor de espalda
El dolor de espalda, en la mayoría de los casos, está vinculado a la falta de educación postural y los malos movimientos al realizar alguna tarea casera, dormir, chatear con amigos o llevar a cabo una actividad física sin el control de un profesional. Sin embargo, también puede provenir de lesiones o enfermedades que, tratadas a tiempo, evitan un mal mayor a futuro.
Habitualmente el dolor de espalda se termina con reposo y los analgésicos adecuados, recetados por un médico.
Por el contrario, si se vuelve muy intenso o va acompañado de hormigueo en los miembros inferiores al punto de inmovilizar a quien lo padece, será necesario recurrir a estudios más complejos para su tratamiento como radiografias, tomografias computadas o resonancias magnéticas, entre otros.
El sobrepeso y el sedentarismo suelen ser una de las causas del dolor de espalda. Cuando se manifiesta en la parte inferior de la columna vertebral con causa en los huesos y músculos que allí se alojan, se denomina lumbalgia.
En ciertos casos hay cuestiones congénitas o hereditarias en la anatomía de la persona que lo padece (escoliosis o curvatura exagerada de la columna vertebral). Enfermedades como la artritis y la artrosis también causan dolor de espalda.
Dolor de espalda: principales músculos afectados
La columna vertebral, como parte del esqueleto humano, es el conjunto de huesos que va de la cabeza a la pelvis, donde se ubican un grupo grande de músculos que permiten mantener el cuerpo erguido y realizar los movimientos.
Entre ellos se pueden mencionar:
- Extensores: se encuentran en la parte de atrás de la columna vertebral y permiten mantener el cuerpo erguido o levantar objetos.
- Flexores: se encuentran en la parte frontal de la columna vertebral. Por ellos el cuerpo se inclina o flexiona hacia delante y arquea y levanta la parte posterior de la espalda.
Los abdominales pertenecen a este grupo. El ejercicio físico abdominal no es solo una cuestión de estética.
El fortalecimiento de estos músculos es muy importante por que su debilidad por el sedentarismo o la avanzada edad puede ocasionar lesiones y dolor de espalda.
- Oblicuos: la postura adecuada y la rotación de la columna vertebral dependen de estos músculos ubicados en los laterales del cuerpo.
Posturas para estirar y evitar el dolor de espalda
La recomendación clínica por excelencia es que una postura correcta evita el dolor de espalda. Estar en la misma posición mucho tiempo no resulta una buena práctica para las tareas cotidianas, ya que los músculos se bloquean y se tensan.
Sentarse en posición vertical con los brazos relajados y los pies apoyados al suelo evitan el dolor de espalda.
La práctica del yoga es habitualmente recomendada para mejorar la flexibilidad corporal y evitar el estrés, pero sus posturas deben estar indicadas por un profesional idóneo, ya que pueden provocar o agravar lesiones que aumentan el dolor de espalda.
Algunos ejercicios fáciles que se pueden hacer en casa para evitar el dolor de espalda son:
- Rotaciones y estiramiento gradual de cuello.
- Estiramiento de espalda en posición vertical, sentado, o dejando caer la cabeza entre los hombros con la frente apuntando al piso.
- Posición para relajar los glúteos y hacer un "estiramiento piramidal" con los brazos hacia arriba.
- Relajación de los cuádriceps de pie contra una pared y la espada erguida.
Tratamientos para calmar el dolor de espalda
Si bien para cada dolor de espalda (ocasionado por causas diferentes) existe un tratamiento clínico recomendado por un profesional, algunas buenas prácticas generales se pueden implementar como hábito cotidiano y así prevenir la aparición de estas molestias.
Algunas de ellas son:
- Natación: puede practicarse todo el año y la climatización del agua durante el invierno beneficia las partes del cuerpo contracturadas.
- Pilates y yoga.
- Terapias alternativas como la fisioterapia, quiropraxia y osteopatía.
- Medicamentos para aliviar el dolor que sean recetados por un profesional médico.
- Elementos y accesorios con calor para disponer en las zonas doloridas y ablandar los músculos.
- Masajes con piedras calientes, descontracturantes y acupuntura.
- La bicicleta fija suele ser una opción deportiva, pero debe elegirse una con respaldo y asiento cómodo.
- Para aquellas personas que trabajan desde sus casas, la adquisición de una silla ergonómica para la correcta postura frente a la computadora, puede ser una gran inversión.
En ocasiones más severas, el dolor de espalda puede requerir de otros tratamientos como un ultrasonido, colocación de prótesis o distintas cirugías. Estas medidas son las seleccionadas para los casos más extremos.
La terapia psicológica también puede ser una herramienta considerable, si se asocia el dolor de espalda a una situación de estrés o preocupación que está incidiendo en la postura o interrumpiendo las horas de sueño.
En todos los casos mencionados los tratamientos deben ser recomendados y supervisados por profesionales idóneos, ya que pueden ser contraproducentes para la diversas causas del dolor de espalda.
Una mala decisión, una postura incorrecta o la aplicación de un elemento donde no debía ser dispuesto pueden empeorar el cuadro y ocasionar más dolor, además de lesiones irreversibles.
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