En 193,6 Alvar Aalto lo presentó a un concurso nacional convocado por la cristalería finlandesa Karhula-Iittala, que buscaba diseños inéditos para presentar en la Exposición Internacional de París. Casi 80 años más tarde, el Savoy Vase es una de las postales más simbólicas del país nórdico
En 1936 lo presentó a un concurso nacional convocado por la cristalería finlandesa Karhula-Iittala, que buscaba diseños inéditos para presentar en la Exposición Internacional de París. Casi 80 años más tarde, el Savoy Vase es una de las postales más simbólicas del país nórdico
Un florero, una hielera, un cenicero, una jarra, un porta vela, una fuente, una tabla para picar: desde el prototipo original, los usos y tamaños del emblemático diseño de Alvar Aalto se han multiplicado a la par de sus años. Su particular morfología sigue siendo un misterio, aún para los investigadores más dedicados: una de las hipótesis sostiene que representa las orillas de los lagos finlandeses; otra, que simula la ondulación del líquido que debería contener el mismo recipiente; una última, que es una continuación de los diseños orgánicos de Eliel Saarinen (padre de Eero Saarinen) y de la serie LU 154 de la cristalería sueca Orrefors. Acaso burlando toda posible interpretación, Aalto presentó sus bocetos con el nombre sueco Eskimåkvinnans skinnbyxa, algo así como "Pantalones de cuero de mujeres esquimales". Desde el restaurante Savoy (un clásico de Helsinki, cuyos interiores, mobiliario y accesorios fueron diseñados por el arquitecto y Aino Aalto), sostienen que el diseño de la pieza está inspirado en las prendas de las esquimales. En todo caso, en su apellido parece haber un guiño casual: aalto significa onda.
Nombre propio
Bautizado -tal como dicta la tradición finlandesa- con tres nombres de pila, Hugo Alvar Henrik Aalto nació en Kuortane en 1898, un municipio conocido por su Instituto de Deportes, su campo de golf de 9 hoyos, la producción de alquitrán de pino y por él mismo, figura indispensable de la arquitectura moderna. Terminó sus estudios secundarios en el Liceo de Jyväskylä (en donde hoy se encuentra el Museo que lleva su nombre) y se egresó como arquitecto del Instituto Tecnológico de Helsinki. Durante las siguientes cinco décadas recorrió un camino sin obstáculos hasta los puestos más deseados del ámbito académico y profesional: fue presidente de la Asociación de Arquitectos Finlandeses, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts y presidente de la Academia Finlandesa. Además, estuvo casado con dos notables arquitectas también finlandesas, Aino Marsio y Elsa Mäkiniemi, con quienes desarrolló buena parte de su obra. Si bien todo lo que hizo como arquitecto fue motivo de celebración, el primer premio que le otorgaron en aquel concurso de 1936 lo posicionó como una promesa del diseño industrial: "La Exposición Internacional de París fue un logro para Aalto, además de haber marcado la inauguración de su diseño más íntimo: el free form vase. Su forma poco convencional se convirtió en un símbolo de toda su obra", se lee en el libro Alvar Aalto Designer, publicado por el Museo.
Soplar vidrio y hacer botella
Además de cautivar por su forma exótica, su fabricación artesanal revela la magia de un oficio en vías de extinción: el de soplar vidrio. Durante las 12 horas que demanda el armado de cada pieza, intervienen entre seis y siete artesanos a lo largo de diez etapas de producción. En primer lugar el material es fundido en un horno a más de 1400°C para obtener una masa de vidrio maleable; la misma se manipula con un cucharón de madera para otorgarle textura, atributo que se va refinando en cada una de las etapas. Luego es soplada a través de una larga tubería de metal para agrandar la burbuja de cristal resultante. Una vez que se logra la forma primitiva, la burbuja es colocada dentro de un molde de fundición de acero que posee la matriz de la pieza. Una vez retirada, se enfría a temperatura ambiente, se corta el sobrante de vidrio y se pulen los bordes para lograr una terminación perfecta. La pieza es producida por la firma Iittala en distintos colores y tamaños para diferentes usos. ¿El ingrediente secreto de su vidrio? Arena de grano fino extraída del fondo del mar de la costa belga. En un video que muestra la fabricación del jarrón, uno de los maestros vidrieros lo define con unas pocas palabras que, sin dudas, harían sonreír a Aalto: "Fue diseñado en los años 30, pero aún mantiene su popularidad. Para mí revela el alma finlandesa".