Iban a migrar a España, pero una circunstancia provocada por la pandemia los llevó a Estados Unidos de visita y decidieron cambiar de rumbo.
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Para Cecilia Freccero la llegada a Weston, Florida, fue una experiencia increíble. Los paisajes de su nuevo lugar de residencia exhalaban armonía, grandeza y abundancia, y quedó impactada por el orden y la prolijidad reinante en aquel rincón del mundo compuesto por un sinfín de barrios cerrados, mucho verde, casas sobre lagos y personas practicando deportes en los alrededores.
Junto a su marido y su hijo menor (el mayor permaneció en Argentina a fin de terminar su carrera de Física), eligieron aquella urbe atraídos por la educación escolar de excelencia, reconocida en Estados Unidos como una de las mejores del territorio. Entre la adrenalina del nuevo comienzo y los recuerdos de las despedidas, de a poco, los rostros de sus vecinos dejaron de ser extraños en aquella comunidad activa y proveniente de diversas partes del planeta, pero en especial de origen latino.
Pronto pudieron identificar y conectarse a varios argentinos, en su mayoría familias con niños en edad escolar que, tal como ellos, habían elegido Weston por la calidad educativa y el estilo de convivencia. “Es como vivir en Nordelta, pero cerca del Caribe”, concluyó al tiempo Cecilia, satisfecha por la decisión que habían tomado poco tiempo atrás, cuando casi por casualidad la vida los llevó a Estados Unidos.
Un camino inesperado hacia Estados Unidos y una visa poco común para lograr la residencia: la visa de habilidades extraordinarias
No era la primera vez que Cecilia había decido dejar Argentina para tener una experiencia en el extranjero. Su fascinación por viajar la acompañaba desde que tenía memoria, le atraía interactuar con otras culturas, sus costumbres, y por un tiempo se instaló en España, un período que disfrutó enormemente.
Y fue justamente su pasión por los viajes lo que la llevó a elegir una actividad laboral que le permitiera trabajar desde cualquier lugar del mundo y emigrar por tiempo indeterminado si así lo quisiera. Por otro lado, su período en España le había provocado una sensación muy peculiar, en la que pudo sentir a sus raíces argentinas fortalecerse.
“Siempre digo que fuera somos más argentinos que nunca, porque cuando te vas sos `la argentina´, y lo recordás y te lo recuerdan todo el tiempo y me hace sentir orgullosa de serlo. Amo la Argentina, pero también amo ser extranjera”, reflexiona.
Cuando la pandemia impactó en la Argentina y el mundo, la necesidad de volver a irse empezó a crecer tanto en Cecilia como en su marido. Pensaron en regresar a España, allí tenían amigos, era lo conocido, les gustaba. Pero la causalidad o el destino tenía otros planes para ellos. En días en los que viajar se transformaba en una odisea, decidieron embarcarse hacia Estados Unidos y vacunarse contra el COVID, para luego volver a la Argentina y continuar con los planes de mudarse a España. Así, la vida los llevó a Miami en el 2020 y con ello comenzó el cambio de rumbo.
“Consideramos medio en broma quedarnos a vivir. Al principio nos reíamos del posible cambio, pero uno de mis hermanos nos insistía que nos lo planteemos en serio, que era un buen destino pensando en las empresas que tenemos, ambas de consultoría y tecnológicas, y las posibilidades que te da Estados Unidos para este tipo de negocios”, cuenta Cecilia.
De pronto, la idea se transformó en algo serio y el matrimonio comenzó a buscar opciones de visas a las cuales postularse, hasta que llegaron a la adecuada: la “visa de talento o habilidades extraordinarias”, una visa no tan conocida, pero a la que Cecilia podía aspirar.
“Las ventajas que tiene es que no hay que hacer una inversión inicial como la famosa `visa de inversión E2´, el trámite es más corto y la aprobación es directamente en Estados Unidos. Se presenta la trayectoria, la experiencia profesional, la exposición que uno puede tener a nivel prensa y networking, etc. Es verdad que te solicitan tener un sponsor, pero si lo tenés, la posibilidad es muy grande. En mi caso tuve la suerte de cumplir con la mayoría de los puntos que exige la ley y con una excelente abogada; en menos de cuatro meses ya teníamos la visa aprobada y la posibilidad de residir y trabajar por algunos años de manera legal en Estados Unidos. Obtuve una visa de habilidades extraordinarias en Business con especialidad en Marketing. Y todo esto lo vimos como una gran señal que el camino sí era por aquí”.
“La transición fue sencilla también gracias a la familia y amigos. Nos sorprendió ver tanto apoyo, tanta buena energía, tantos buenos deseos… Sentimos casi como si todos quisieran venirse con nosotros, incluso muchos nos dijeron que nos seguirán. Creo que la situación del país un poco ayuda a que muchos se lo planteen de verdad. Algunos seguramente lo lleven a cabo y otros quizás queden en la idea, pero el ejercicio de dudarlo creo que hoy ya es deporte y no me parece mal, ya que, si te decidís quedarte o irte, también lo hacés mucho más seguro”.
Calidad de vida en Weston: “Florida, para mí, es el estado de la abundancia en todas sus versiones”
Weston, una ciudad planificada y fundada en 1996, había amanecido amable. Reconocida por su alta calidad de vida (suele figurar entre las diez mejores ciudades para vivir de Estados Unidos), Cecilia pronto se acostumbró a sus tiempos predecibles y su atmósfera respetuosa.
Al poco tiempo de su llegada, el matrimonio cruzó diálogos con otros argentinos, que pronto se transformaron en amigos, lo que le sumó atractivo a aquella comunidad ubicada en el condado de Broward, Florida, de veranos largos e inviernos cortos y cómodos.
“La verdad que no encuentro muchos aspectos negativos en Weston”, asegura Cecilia. “Hay cosas malas como en todos lados, por ejemplo, algunas cuestiones de la cultura norteamericana a las que como argentinos no estamos acostumbrados, pero que hay que aceptar y listo”.
“Y no es `vivir en la playa´ como muchos piensan, aquí estamos a 25 minutos del balneario más cercano; tampoco estamos de vacaciones, así que la playa termina siendo una salida más de fin de semana, entre tantas otras cosas que uno tiene para hacer por esta zona”, continúa.
“Respecto a Estados Unidos en general, como en todos los países, tiene cosas muy buenas y otras que no tanto. Dentro de las buenas podemos decir que es `el país de las oportunidades´ y sobre todo Florida para mí es el estado de la abundancia en todas sus versiones. La calidad de vida es excelente, tenés todo, mucha variedad de todo, mucha competencia, aunque también mucho consumo, y esta combinación a nivel laboral, comercial y profesional es muy buena. No es fácil llegar, pero con un poco de ayuda se puede”, afirma Cecilia, cuya especialidad es el Marketing y el Customer Experience (Experiencia del Cliente), donde procura asesorar y ayudar a las empresas a desarrollarse.
Aprendizajes de un destino impensado: “Recomiendo salir por un ratito de la zona cómoda y conocida, y animarse a vivir alguna aventura”
Tres años atrás, María Cecilia Freccero lejos estaba de imaginar una vida en Estados Unidos. El plan, junto a su familia y sus dos hijos, era emigrar a España, un país que conocían y habían disfrutado en el pasado. Pero una pandemia y una vacuna quiso que su destino cambiara de rumbo, un camino que los llevó a descubrir una de las ciudades con mejor calidad de vida en el gran país del norte, una comunidad multicultural, que los invita a explorar costumbres variadas en un mismo espacio, así como aprender a convivir en un hábitat natural impactante.
“Nunca creí que tendría patos de mascotas, iguanas entre mis plantas, y tortugas y cocodrilos nadando por el fondo de mi casa. Aquí aprendemos a convivir todas las especies juntas, si no los molestás, no te molestan”, dice entre risas. “Y lo mismo pasa a nivel cultural, todos conviviendo en un mismo barrio, cada uno con sus idiomas, sus culturas, pero bajo las reglas de un país que ordena, o intenta, porque con tantos latinos juntos le cuesta un poco, pero bueno...”, vuelve a reírse.
“Nos pasamos la vida aprendiendo de cada circunstancia que vivimos, pero siento que aquí es estar haciendo un postgrado intensivo de aprendizaje permanente. Todos los días, a todo momento, estás absorbiendo algo intensamente. Es una gran experiencia que recomiendo vivir alguna vez en la vida, salir por un ratito de la zona cómoda y conocida, y animarse a vivir alguna aventura”, concluye.
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Destinos Inesperados es una sección que invita a explorar diversos rincones del planeta para ampliar nuestra mirada sobre las culturas en el mundo. Propone ahondar en los motivos, sentimientos y las emociones de aquellos que deciden elegir un nuevo camino. Si querés compartir tu experiencia viviendo en tierras lejanas podés escribir a destinos.inesperados2019@gmail.com . Este correo NO brinda información turística, laboral, ni consular; lo recibe la autora de la nota, no los protagonistas. Los testimonios narrados para esta sección son crónicas de vida que reflejan percepciones personales.
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