Con servicio de mayordomo y chef privado, así son los nuevos hoteles de Miami que buscan los argentinos
Para ir en familia, instalar un home office temporal, sentirse como un rey, estar listo para surfear o para tomarse un clásico té.
- 7 minutos de lectura'
PARA LA NACIONFlavia Tomaello
Se hornea un pastel multicultural con un dinamismo de autor. Miami es mucho más que el destino buscado por muchos argentinos para vacacionar y hacer compras. Miami es una vorágine de cambios, una rutina de mutaciones que operan en menos de un semestre. La que fue en enero, ya no es hoy.
Si la pandemia sometió a los destinos a una reinvención obligada, Miami se sintió con la fortaleza emocional para reponerse con holgura. En medio de este mecanismo de superación se retransformó otra vez con arquitectura fresca, servicios renovados, expectativas nacientes y una serie de alternativas hoteleras que tomaron aire y le pusieron el cuerpo a esta nueva etapa.
Quien quiera darse una vuelta por Florida hoy va a encontrar ideas refrescantes en todos sus distritos. Aquí un recorrido para que cada viajero prepare su tour de la mejor manera.
De ultra lujo
Moderno y tropical, East Miami propone un estilo de vida lúdico con un toque asiático al centro de Miami. Salpicado de palmeras y arte moderno, ofrece un espacio relajado para trabajar y gozar de la experiencia. Desde el mismo ingreso, el escenario abraza con un efecto ¡wow! El lobby ofrece un enérgico espacio de trabajo compartido y la terraza de la piscina hasta habitaciones bañadas por el sol.
El restaurante uruguayo Quinto La Huella, es la misma propuesta de José Ignacio, para disfrutar de una cocina sencilla. Si se prefiere un viaje futurista, el piso 40 esconde el bar en la azotea Sugar and Tea Room, un reducto algo clandestino con el único Night Brunch de Miami. Ubicado en corazón de Brickell, está a pasos del famoso arte callejero de la ciudad, lindero a un shopping, apto para una caminatas cortas hasta la costa y la Bahía de Biscayne, y un crisol de diferentes cocinas están a la vuelta de la esquina. El precio ronda los 300 dólares la noche.
Con aires bohemios
Con la cuarta generación de líderes hoteleros a la cabeza, Mr C Miami Coconut Grove está liderado por los hermanos Ignazio y Maggio Cipriani. Un oasis dentro del bullicioso sur de Florida, rodeado de impresionantes vistas de la Bahía de Biscayne y el horizonte de Coconut Grove. Diseñado por Arquitectonica, el famoso estudio de arquitectura, con interiores con un cierto aire náutico retro de Martin Brudnizki Design Studio, el mismo que hizo maravillas con el Bloomsbury en Londres o The Beekman en Nueva York.
Un total de 100 habitaciones y suites con terrazas privadas al aire libre, un nuevo concepto de comida italiana con asientos en el interior y al aire libre y su restaurante y bar Bellini en la azotea brindan a los huéspedes un atento servicio europeo, complementado con alojamiento y comodidades de lujo.
Desde el campo de batalla de la Guerra Seminole hasta el puesto avanzado de pioneros de las Bahamas y el maravilloso refugio hippie, Coconut Grove ha tenido varias reencarnaciones. Muchos fueron atraídos por el asentamiento permanente más antiguo de Miami-Dade a fines del siglo XIX, particularmente de las Bahamas y los Cayos. Con las bicicletas Mr C se puede recorrer la biblioteca de Coconut Grove, el museo y jardines Vizcaya, una impresionante finca renacentista, la Grove Playhouse o el parque Peacock. El precio ronda los 270 dólares la noche.
El de estilo kosher
Ubicado debajo de las palmeras en el corazón de las florecientes Islas Bay Harbor, The Altair ofrece un conjunto boutique de alojamiento, con servicios de hotel y comodidades de departamentos de lujo que, además, propone una una piscina en la azotea con vistas que quitan el aire y exquisitas experiencias gastronómicas kosher.
Las Islas Bay Harbor son una pequeña comunidad pintoresca separada del continente de la ciudad de Miami por apenas un puente sobre el agua, vecinas a las ciudades de Surfside y Bal Harbour al este y la exclusiva ciudad de Indian Creek al sur. Dos pequeñas islas componen al dúo del archipiélago, ambas interconectadas entre sí: Broadview y Bahía Harbor. La isla primera, ubicada al oeste, está exclusivamente ocupada por casas residenciales unifamiliares, mientras que Bahía Harbor, al este, está compuesta de un distrito comercial y edificios de apartamentos.
Hay una gran variedad de excelentes tiendas y opciones gastronómicas para disfrutar, así como dos esculturas urbanas: “Corazón” de Romero Brito y “Amor” de Robert Indiana. Imperdible: un reducto de una rosarina:, Coffee Break Enjoy está a media cuadra sobre Kane Concourse y ¡preparan milanesas! El precio ronda los 200 dólares la noche.
El casi all inclusive
Ofrece un sentido de “all” que es mucho más que tenerlo todo. Un refugio de lujo junto al mar ubicado en más de 4000 metros cuadrados frente al mar en Sunny Isles Beach, Acqualina Resort & Residences invita a ingresar a un mundo de lujo con alojamiento estilo villa mediterránea y servicio que es digno de cualquier hotel de más estrellas que cinco.
Las experiencias gastronómicas incluyen Il Mulino New York y el restaurante japonés Ke-uH, tres piscinas frente al mar, Acqualina Spa, y un innovador programa AcquaMarine basado en la biología marina. Los exuberantes terrenos cuentan con salas de estar al aire libre con muebles suntuosos sobre césped, Seashore Paspalum y playa propia salpicada de sombrillas en el color rojo característico del complejo y sillones para dejarse mecer por Sunny Isles Beach, sitio ubicado en el extremo norte de Miami Beach, un destino paradisíaco donde las torres de hoteles de lujo dan a la costa dorada. Es el hogar de exuberantes parques, como Heritage Park. Para sentirse como en otro planeta. El precio ronda los 650 dólares la noche.
El sofisticado
Con un aire a Londres clásico, pero con el vibrante aire de playa que atraviesa las venas del St. Regis de Bal Harbour, este hotel propone un retorno a las tradiciones con filtros de modernidad. Una estadía distintiva en un santuario exquisitamente decorado elevándose 27 pisos sobre las playas de arena blanca y situado en la intersección del arte, la moda y el diseño.
Una experiencia inigualable digna de las prestigiosas calificaciones internacionales. Todas las suites del hotel disfrutan de los beneficios del exclusivo servicio de mayordomo St. Regis y vistas panorámicas al mar desde un balcón privado. Un sitio ideal para hospedarse en el límite perfecto donde las vistas al mar se encuentran con el puro lujo de Bal Harbour Shops, apenas cruzando la calle.
Para el desayuno o el almuerzo, espera un auténtico plato griego en el comedor informal frente al mar y junto a la piscina en Atlantikós. La Gourmandise ofrece un lujoso té de la tarde con macarons tradicionales de inspiración francesa. La velada puede comenzar con el ritual del champán y la música en vivo en St. Regis Bar and Wine Vault, luego espera una hamburguesa personalizada y papas fritas cortadas a mano o mariscos frescos de Florida en BH Burger Bar.
Si aún se quiere algo más exclusivo: las villas junto al mar esperan para disfrutar una cena privada con el chef en vivo. El precio ronda los 620 dólares la noche.
El que parece la casa propia
Si el sueño de mudarte a tu casa de la playa te tienta y, además, tenés un idilio con la Avenida Collins, Beach Haus es una propuesta emergente que ensambla la idea de residencias prístinas de estilo nórdico, espaciosas y luminosas, que lindan con la bahía y el mecer de las olas. Se encuentra a poca distancia a pie de la playa, lo que brinda una escapada placentera y productiva, ya sea que se esté trabajando de forma remota o simplemente tomándose las cosas con calma.
En Beach Haus podes vivir como un local y al mismo tiempo relajarte para disfrutar de unas vacaciones como si la playa se hubiera mudado a casa. Permite cocinar como si fuera en tu propia cocina o salir a cenar, andar en bicicleta por el vecindario o ir de compras. Podés quedarte o dos noches o dos meses, las estadías largas tienen otros beneficios, con una variedad de tipos de residencia y planos de planta adaptables. El servicio de playa es perfecto y, además, estás en el centro mismo del surf. El precio ronda los 175 dólares la noche.
Por Flavia Tomaello
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