Con bordes invisibles y una vista impactante, cómo es la pileta más alta del mundo

Ubicada a 150 metros de altura, en una de las torres más características de Singapur, se encuentra la pileta más alta del mundo, una maravilla arquitectónica que invita a los turistas que la visitan a nadar con las nubes como horizonte.

Esta “pileta infinita” está emplazada en el piso 57 del exclusivo edificio Marina Bay Sands. Los visitantes que tienen el privilegio de nadar allí, se sorprenden no sólo por su altura y la vista, sino también por su asombrosa construcción. Para quienes están en el agua, los bordes invisibles dan la sensación que el cielo se introduce dentro de ella.

Además, el hotel ubicado en la cima de las tres torres que lo componen tiene forma de barco. Esto hace que se destaque aún más por sobre el resto de la imponente figura que proyecta. Entre sus principales atracciones por fuera de la impresionante pileta, cuenta con 2560 habitaciones, una discoteca, un bar y un observatorio de 360 grados a toda la ciudad.

Fue construido por el arquitecto israelí-canadiense Moshe Safdie, que incluyó, entre las grandes particularidades, un río interior para navegar en bote y un museo en forma de flor de loto. Para realizar este magnífico complejo hotelero se gastaron 5.900 millones de dólares, que lo convierte en el hotel más caro de la historia.

Para poder disfrutar de estas comodidades, los huéspedes deberán pagar 297 euros para pasar la noche y acceder a gran parte de sus comodidades entre las que se encuentra la maravillosa pileta de vista infinita.

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