Compraron una iglesia en ruinas y la transformaron en una impactante casa de 5 ambientes
Un matrimonio adquirió un templo en ruinas y al término de la remodelación de dos años el inmueble duplicó el valor de la inversión
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En una subasta, una pareja compró una iglesia abandonada por 100.000 dólares y pasaron dos años transformándola en una casa de cinco dormitorios. Al terminar la renovación, la propiedad fue tasada en casi un millón y medio de dólares.
Un matrimonio británico, oriundo del condado de Yorkshire del Oeste, adquirió el llamativo templo en ruinas y gastó más de 500.000 dólares para reacondicionarlo como una vivienda familiar. Al terminar la remodelación, el inmueble duplicó el valor de la inversión.
La inusual transformación de la casa fue grabada para un nuevo programa de televisión llamado The Great British Home Renovation, una serie semanal con un total de ocho capítulos que es conducida por el arquitecto Charlie Luxton.
Además, mientras los obreros trabajaban en la adecuación de su nuevo hogar, la pareja vivió en una caravana en los terrenos del cementerio de la iglesia para mantener bajos los costos durante la construcción.
En el programa, que muestra a distintas parejas y familias que se encargan de transformar diversas propiedades inusuales e históricas como templos o molinos de viento, el matrimonio conformado por Sean y Debs Kennedy aparece en el primer episodio y lucha contra una enorme cantidad de contratiempos en su intento de salvar la icónica iglesia de la ciudad de Denholme.
Sean se tomó dos años de vacaciones para poder supervisar la construcción, mientras que Debs siguió en su empleo para ganar algo de dinero extra para solventar la vida durante la remodelación del nuevo hogar.
Con un magnífico esfuerzo físico y mental, el matrimonio logró transformar la iglesia de 450 metros cuadrados (con un campanario de 36 metros de altura) en una casa familiar de tres plantas. “Cuando vi por primera vez el edificio, subí en auto por una colina ventosa y con mucho frío para ser recibido por esta enorme iglesia victoriana”, dijo Luxton, el presentador del show.
“Me quedé boquiabierto y me pareció más una casa señorial que una construcción residencial. Estaba asombrado por la magnitud y la belleza del edificio, y por el tamaño del proyecto que Sean y Debs habían asumido. Lo que hicieron con la iglesia fue realmente impresionante”, continuó.
Luxton explicó que el mayor desafío del proyecto fue su gigantesca escala. “El primer trabajo fue cambiar el tejado, que costó unos 80.000 dólares”, indicó. Y agregó: “Una vez terminado, hubo que construir un edificio entero dentro de la iglesia, porque las iglesias no están diseñadas para vivir en ellas. No están aisladas, tienen corrientes de aire y son frías. Y cualquier tipo de restauración, por ejemplo la reparación de las ventanas, debe realizarse con sumo cuidado y destreza”, remarcó.
Por esta razón, la lista de posibles inconvenientes era larga, y una vez que empezaron a desmontar el edificio, se encontraron con problemas de estructuras que se hundían que les causaron más de un dolor de cabeza.
Sin embargo, los protagonistas de la remodelación extrema se ocuparon en mantener bajos los costos de mano de obra y consiguieron completar la restauración con un presupuesto muy ajustado.
Para el arquitecto, una de las partes favoritas de la renovación fue el altar y que la pareja haya incorporado un edificio dentro de otro edificio, pero de manera integrada a la estructura original de la iglesia.
“Teniendo en cuenta que el edificio está situado en la cima de la colina, la zona protegida por el sol, creada como un jardín veneciano, es fantástica, y los elementos originales del patio, como las naves originales con el tejado derrumbado, se han dejado intactos. Me encantó la forma en que trabajaron con el edificio con mucha sensibilidad en lugar de imponer sus propias ambiciones”, dijo Luxton.
En cuanto al presupuesto ajustado, el arquitecto añadió: “Fue extraordinario porque con ese presupuesto solo se puede conseguir lo que hicieron con mucha sangre, sudor y lágrimas, trabajando siete días a la semana y 15 horas al día”.
Por su parte, Sean, de 57 años, contó cómo la pareja encontró la iglesia. “Estábamos escuchando la radio porque mi esposa Debs tenía un anuncio de su negocio cuando nos enteramos que esta propiedad estaba en una subasta. Justo estábamos buscando una casa para mudarnos después y Debs me preguntó si me gustaría vivir en una iglesia”, detalló Sean al periódico The Daily Mail.
Y continuó: “Fuimos a verla y estaba destrozada. Pero nos enamoramos del edificio y esa fue la razón principal por la que quisimos comprarla. Además, cuando vimos que la iglesia estaba en tan mal estado, pensamos que había que salvarla. Conseguimos superar muchos retos y finalmente la salvamos”.
Sean confirmó el gasto total fue de alrededor de 600.000 dólares entre la compra y el dinero invertido en la remodelación. “La mayoría de la gente pensó que estábamos locos, pero ahora que vieron el proyecto terminado, se quedaron sorprendidos por el resultado”, informó.
Y para finalizar, dejó una mensaje para aquellas personas que dudan o no se animan a encarar un proyecto titánico como este. “El consejo que les doy a los demás es: ‘tenés que ser valiente porque todo se puede conseguir. Solamente hay que tener la mentalidad positiva de que se puede hacer’”, concluyó.
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