¡Suben y bajan! ¡Suben y bajan! Cómo es el largo y complejo sistema de producción del ascensor, esa increíble máquina que pesa tres toneladas.
Subimos y bajamos como si nada, como si al apretar el botón del piso de nuestro departamento no sucediera nada extraordinario. Lo cierto es que cada vez que subimos de forma tan natural a un ascensor se activan cientos de mecanismos invisibles que son los que permiten parte del funcionamiento de la vida moderna. Porque, pensemos, qué sería de las miles de torres y edificios altos sin los ascensores.
En nuestro país, Cóndor, una de las empresas líderes en este mercado, se dedica a fabricar las más de mil piezas que componen un ascensor: desde la cabina hasta el sistema electrónico que no vemos y también el mecanismo esencial de poleas, cables y contrapesos. Unos 3.000 kilos en total que se distribuyen en cortes determinados de distintos tipos de acero.
El trabajo empieza cuando los técnicos llegan a un edificio para tomar las medidas exactas del pasadizo por donde circulará el ascensor. Con esos datos se confecciona el plano que será la base sobre la que se asiente toda la producción. Una vez finalizado el diseño, se pasa a la realidad material en el sector de maquinarias. Aquí, las planchas de acero se cortan, se pliegan, se perforan y se sueldan. Las piezas grandes –hojas de puertas, contrapesos, poleas– y pequeñas –tablero, botones, bulonería– se fabrican todas a la vez para luego armar los kits que se montarán en el edificio.
El ascensor en sí se construye a partir de una estructura de carpintería metálica que se arma primero en la fábrica para comprobar que todas las piezas encajen a la perfección. Pero el ascensor es mucho más que una cabina.
En otro sector, trabajan los técnicos que ensamblan los paneles eléctricos responsables del funcionamiento de todo el aparato. Dichos paneles se instalan por fuera del ascensor para dirigirlo todo: desde la apertura o cierre de puertas hasta la subida y bajada del móvil, pasando también por el sistema de paracaídas que detiene al ascensor cuando percibe que circula a una velocidad mayor a la normal.
En promedio, un ascensor cuesta $500.000 y tarda unos seis meses en fabricarse. Se trata de un modelo reglamentado con capacidad para llevar 450 kilos sintetizados en seis personas. La empresa produce un aproximado de 45 ascensores por mes.