"Votaron 27045 personas, que debían elegir entre dos bocetos de murales que incluían a los cuatro personajes seleccionados previamente. Se trata de los vecinos más emblemáticos de la comuna y muy queridos por todos", explica a LA NACION Federico di Benedetto, Subsecretario de Comunicación del Gobierno de la Ciudad, sobre las figuras que quedarán plasmadas en los laterales del nuevo paso bajo nivel que este jueves será inaugurado en la avenida Nazca al 3000, y que atraviesa las cuatro vías del Ferrocarril San Martín y la calle Nogoyá, en el corazón del barrio de Villa del Parque. Esos vecinos notables homenajeados en las paredes de cinco metros de altura son nada menos que la cantante Gilda, el actor Juan Carlos Calabró, el compositor Mariano Mores y el periodista Jorge Guinzburg, todos nacidos en la zona e, indudablemente, arraigados en el corazón popular.
Peatones y vehículos podrán disfrutar de estos murales que retratan a los ídolos en diversas situaciones: una Gilda angelada y virginal; Aníbal, el famoso personaje creado por Juan Carlos Calabró, a bordo de su famoso Topolino; el maestro Mariano Mores ejerciendo su arte en el teclado; y Jorge Guinzburg frente a un micrófono; son algunas de las escenas que un colectivo de 14 artistas plásticos inmortalizó en los imponentes muros de este nuevo referente de la ingeniería urbana.
"Con el diseñador gráfico Ramiro Laprida, llevamos a cabo la realización de tres bocetos que le acercamos a la gente de Participación Ciudadana, quienes luego eligieron los dos esbozos finales para que sean votados por los vecinos. Los artistas que los pintaron en los muros también observaron las diversas posibilidades previas a la selección final", explica Alberto Brescia, quien es el director responsable que estuvo a cargo de la coordinación de la realización de los murales y ya trabajó en el túnel de la avenida Francisco Beiró dedicado a la figura de Gustavo Cerati; en el de la avenida Ricardo Balbín, donde se homenajea a Roberto Goyeneche y a José María Gatica; y en el Puente Olímpico ambientado con imágenes de deportistas como Leonel Messi, Juan Martín del Potro y Manu Ginóbili, en el sur de la ciudad conectando Villa Soldati con Lanús. Los dos bocetos que fueron puestos a consideración de los vecinos de la Comuna 11 incluían, cada uno, ambos laterales de la obra.
Los túneles porteños, oficialmente llamados pasos bajo nivel, son una herramienta eficaz para destrabar los caóticos nudos de tránsito y las demoras que provocan las numerosas vías de ferrocarril que dividen a una ciudad atravesada por varias líneas que la vinculan con el conurbano. Pero, además, evitan, considerablemente, la posibilidad de accidentes fatales. Desde hace un tiempo forman parte del paisaje urbano. Se multiplican en diversos barrios de la ciudad de Buenos Aires emergiendo desde sus entrañas profundas.
Más allá de la esencial función utilitaria, también generan empatía por el atractivo diseño de sus muros laterales, muchos de ellos convertidos en verdaderas obras de arte. El nuevo conducto de la avenida Nazca cumplirá la doble función utilitaria y estética. Se convertirá en el más largo de la ciudad habilitado hasta el momento, con una extensión de 650 metros que se extienden desde la calle Marcos Sastre hasta la intersección de Nazca con Pedro Lozano. En general, son muy bien aceptados. Aunque muchos comerciantes, cuyos locales son lindantes con los túneles, explican que las ventas se ven afectadas considerablemente por la merma del paso de vehículos por el frente de los negocios. Algunos vecinos también manifiestan cierta inquietud en torno a la seguridad, ya que temen ser potenciales víctimas de asaltos al tener que cruzar las vías ferroviarias a través de las escaleras y rampas bajo nivel. Evidentemente, la presencia de los corredores subterráneos no pasa inadvertida ni para los conductores ni para los transeúntes.
Artistas plásticos trazo fino
Con técnica propia, hace dos semanas, los artistas plásticos irrumpieron en el túnel de Villa del Parque para imprimirle color y estamparle una atmósfera de homenaje sentido. Se trata de la puntada final. Quizás, la más impactante, luego del trabajo intenso de decenas de obreros durante meses. La técnica para inmortalizar a las cuatro personalidades incluye el apoyo de una filmación inicial que sirve de base para el posterior dibujo. "Gracias a las proyecciones se ven el tamaño y las medidas concretas. Se trazan los marcos de la figura y un primer trazo. En una noche se hacen varios de estos esqueletos. Luego, toma tres o cuatro noches terminar cada mural. Además, como tenemos muy poco tiempo para trabajar desde que están listas las paredes hasta que se inaugura el túnel, esta técnica nos permite acelerar mucho el proceso", explica Alberto Brescia.
El colectivo de artistas que intervino el túnel de la avenida Nazca está integrado por Paola Avalos, Carolina Favale, Carla Gratti, Irene Lasivita, Mabel Vicentef, Sebastian Daels, Julio Gómez, Álvaro Barrionuevo, Jerónimo Gregorini, Maxi Bagnasco, Martín Rodríguez, Marco Heis, Iván Camba, y Pablo Pruyas.
Nacho Ávalos es el productor que atendió las necesidades de los artistas durante los días de trabajo que requirieron alrededor de 800 litros de pintura: "Es una linda experiencia estar pintando en equipo. Y es muy grato compartirlo con los vecinos. Cuando cae la tarde, se asoman por las barandas para dar su opinión y hacer sugerencias. En este caso, todas las personas representadas son muy queridas por el barrio", explica este profesional acostumbrado a los acontecimientos a gran escala. Los artistas reciben las paredes fondeadas con latex para, luego, poder ser trabajadas con hidroesmalte. "Este tipo de material es resistente al agua y al sol. Es una pintura bien plástica y tiene mucha durabilidad. Además, cada tres años se puede pintar", dice Alberto Brescia, el coordinador general.
En medio del trabajo, y cuando bajaba el sol, los artistas hasta se dieron el gusto de jugar algún picado en pleno asfalto aún carente de automóviles, camiones y colectivos. Los vecinos alentaban desde las barandas superiores a los dos equipos embanderados con Gilda y con Juan Carlos Calabró. Un recreo en medio del trabajo diario que se extendía hasta la madrugada.
"Me da mucha satisfacción participar. Como muralista, convivir en un espacio como éste es un privilegio porque permite una gran exposición. Y también me da satisfacción poder conmemorar a estos personajes que son tan queridos. Los vecinos cuentan cosas hermosas de ellos. Además, cuando a alguien se le pone un mural enfrente, le cambia la cara a la casa", explica Nacho Ávalos. Las anécdotas se multiplicaron durante la experiencia artística. La gente les acercaba sándwiches y gaseosas a los muralistas. Y no faltó quien solicitó cambiar de lugar la pintura que retrata a Gilda para que pueda ser apreciada desde su ventana.
Estilos con firma de autor
Cada artista tiene su propio estilo a la hora de expresarse: a Gilda la pintó Sebastián Daels con una técnica cercana a la idea de manchas; Mariano Mores y Jorge Guinzburg fueron inmortalizados por Maxi Magnasco, quien trabaja el hiperrealismo logrando un efecto fotográfico; Juan Carlos Calabró fue plasmado por Jerónimo Gregorini y Alvaro Barrionuevo, quienes manejan la poética del graffiti, por solo citar algunos ejemplos ya que cada celebridad cuenta con varias pinturas. "Acá conviven los ídolos reflejados y la variedad de técnicas utilizadas", dice Brescia.
Los artistas se muestran orgullosos con el resultado y felices por la convocatoria: "Yo venía viendo el trabajo realizado con los murales de Luis Alberto Spinetta y Gustavo Cerati. Cada vez que me enteraba de un nuevo túnel, me daban muchas ganas de estar. Finalmente se dio. Cuando publiqué una foto con mi trabajo sobre Mariano Mores, inmediatamente se contactó su nieto Gabriel. Nos dijo que vendrá a ver la obra terminada cuando regrese de Miami", dice el artista Maxi Bagnasco. Marco Heis es muralista y uno de los responsables de delinear a Jorge Guinzburg: "Todo esto aporta mucho a la ciudad. Se convierte en un espacio de respiro, de no publicidad y de gran impacto visual. A la gente le encanta. Es muy lindo afrontar estos retos".
Artistas plásticos, realizadores, muralistas y graffiteros conforman el equipo de trabajo que dejó su impronta en Villa del Parque, un barrio que conserva algunos hábitos perimidos en otras zonas de la ciudad. Aún las casas bajas ganan la apuesta y la vida comercial se concentra en las calles céntricas, en torno a la plaza Aristóbulo del Valle y frente a la bella estación construida por los ingleses en diagonal a la Iglesia Santa Ana. Durante la siesta, fuera de ese casco mercantil que tiene como lazo conector a la calle Cuenca, los negocios cierran y el silencio se apodera de la zona en complicidad con la siesta irreprochable. La construcción del túnel fue toda una revolución para una zona acostumbrada al paso lento, meditado, y a los empedrados de sus calles históricas con cambios pausados, imperceptibles. Villa del Parque no tiene el ajetreo de Belgrano, Flores o Villa Urquiza. Y eso es lo que valoran sus vecinos de toda la vida.
Indiscutidos
Gilda nació y vivió en Villa Devoto, a pocas cuadras del túnel de la avenida Nazca. Su aura, y su música, es un bien codiciado por los vecinos devotos de esta santa pagana. Juan Carlos Calabró es uno de los próceres mimados de Villa del Parque, aquí nació el genial y respetado actor cómico. El maestro Mariano Mores alquiló, para estar cerca de su novia Myrna, quien luego fue su mujer, una pieza en la terraza de una casa de la calle Terrada. Con una mezcla a base de jabón, el maestro pintaba ese espacio otorgándole una tonalidad celestial. Le compuso un tango que lo inmortalizó. A tan solo cuatrocientos metros del túnel aún está de pie el "cuartito azul, dulce morada de mi vida, fiel testigo de mi tierna juventud". Jorge Guinzburg vivió en Luis Viale y Terrada, en el contiguo barrio de Santa Rita, una suerte de apéndice de Villa del Parque. "Es un homenaje hermoso. Con Iliana y mi mamá sabemos lo mimoso que era y cómo valoraba los reconocimientos, los premios y las caricias. Estar en ese mural, en el barrio donde nació, y con esos otros ídolos, es hermoso. Si lo ve desde donde esté, debe estar chocho. Todo lo que lo conmemora y lo celebra, a nosotras nos pone feliz, porque sabemos lo que para él hubiese significado", dice muy emocionada la politóloga y periodista Marina Calabró, hija menor del actor, quien acudirá con los suyos a la inauguración del túnel. La familia de Gilda también estará presente para participar del acontecimiento.
Plebiscito popular
"Creemos que cuanto más participa el vecino en decisiones que toma el Gobierno, es mucho mejor. Solamente este año vamos a concretar 200 instancias de participación. Cuando iniciamos un proyecto, llamamos a los vecinos del barrio de la obra en cuestión y ellos opinan sobre el mismo, y hasta sugieren cambios que nosotros tenemos en cuenta. Otra modalidad es a través de votaciones de las que participan miles de personas para abordar temas como fueron el cambio de horario del subte o la posibilidad de viajar con mascotas, cuestiones que atañen a muchos vecinos. Y la otra dinámica es BA Elige donde los vecinos pueden disponer de 300 millones de pesos que son canalizados en sus ideas y proyectos. Además, se llevan a cabo reuniones periódicas, en los barrios, donde se escucha a la gente. La idea es que todos participen y opinen en cuestiones que hacen a su calidad de vida", explica Federico Di Benedetto sobre la dinámica de Participación Ciudadana. "Cuando se busca la opinión de la gente, como fue en el caso de la elección de los bocetos de murales para pintar las paredes del túnel de la avenida Nazca, se envían correos electrónicos a los vecinos o se los llama por teléfono. Además, implementamos una comunicación segmentada en redes sociales y tenemos equipos de territorio conformado por chicos que llevan fichas para ser completadas en el diálogo con los vecinos, a través de las cuales pueden votar. Acudimos a la gente directamente afectada por la obra en cuestión", concluye el funcionario.
Quedan pocas horas para la inauguración del flamante túnel. Los artistas trabajan contrarreloj estampando técnica propia a la imagen de cuatro referentes que enorgullecen al barrio. Los murales esperan ansiosos a sus espectadores que podrán hasta disfrutar de una gigante partitura con las notas de Uno, aquel famoso himno de Mariano Mores, o ver sonreír a un Juan Carlos Calabró que, por años, despertó carcajadas a todo un país. Allí también estarán Jorge Guinzburg mirando, estratégicamente, el paso peatonal de la gente, y Gilda bendiciendo a quienes creen y a los que no también. Por arriba pasará el tren y el intenso tránsito de la calle Nogoyá. Abajo, la avenida Nazca ofrecerá su espectáculo de generosa paleta de colores y respetuosa reverencia a sus vecinos ilustres.
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