Cómo se crea el color del año
¿Podríamos vivir todo el año en una casa con decoración navideña? Es el secreto de la felicidad, según un estudio de The Journal of Environmental Psychology, y agrega que guirnaldas, bolas metalizadas y adornos de renos logran disminuir la ansiedad y el estrés. Pero a menos que querramos chocarnos todos los días con un árbol de Navidad armado en el living, lo ideal es buscar otras formas de lograr el bienestar en la casa. Y la elección de color en la decoración tiene mucho que ver.
Lo saben las grandes empresas de diseño, consultoría y aquellos que fabrican pinturas y revestimientos, y que todos los años estudian los intereses y hábitos de los consumidores, sus emociones, el contexto sociocultural, y las costumbres predominantes para dar con el color destacado de la temporada.
En el mundo de los diseñadores, los decoradores y los arquitectos, Pantone es palabra mayor. Tanto que se universalizó el nombre de la marca para convertirse en sinónimo de paleta de colores. La empresa proveedora de estándares de colores profesionales elige desde 2000 el color de año. Y toda la industria de diseño escucha lo que tiene para decir. El destacado de 2019 es el Living Coral o Coral Vivo, "un tono coral, animado y vital que apuesta por la vida, con matices dorados que aportan energía y dinamismo con un toque de suavidad".
¿En qué se basaron? "Obtenemos energía de la naturaleza. Así como los arrecifes de coral son una fuente de sustento y refugio para la vida marina, vibrante pero suave, Pantone 16-1546 Living Coral nos abraza con calidez para proporcionar confort en nuestro entorno en constante cambio", explican en la firma.
Una elección que, lejos de ser caprichosa, es el resultado de un exhaustivo estudio de "consideración cuidadosa" y un análisis de tendencias. Detrás de esa decisión hay un equipo de expertos en color de Pantone Color Institute que busca las nuevas influencias de color en colecciones de arte itinerantes y nuevos artistas, moda, diseño, destinos de viajes más populares, y hasta en los eventos deportivos, industria del entretenimiento y películas en producción. Recorren el mundo también rastreando nuevos estilos de vida y de juego, con el análisis de las condiciones socioeconómicas y hasta en las nuevas tecnologías, los materiales y las texturas.
Claro que no quedan afuera las redes sociales y las plataformas, que luego ellos exploran y explotan. Del otro lado del mostrador, unos 10 millones de diseñadores y productores de la moda, gráfica y objetos de todo al mundo siguen sus parámetros.
Un lenguaje universal
Aunque tiene más de 56 años de autoridad en el tema, en 2000 Pantone comenzó a proclamar el color del año. El primero fue una tonalidad clara de azul, el Cerulean, que simbolizaron como "el color del cielo en un día tranquilo". El año último se propusieron comunicar ingenuidad, originalidad y mentalidad visionaria, abierta a una mirada de futuro, con el Ultra Violet, provocador y reflexivo. En 2017, dio que hablar el Greenery, una tonalidad verde que reflejaba los nuevos comienzos. En 2016, la elección fue por partida doble: Rose Quartz y Serenity, "la combinación encarna el equilibrio inherente entre el tono rosa embriagador más cálido y la tranquilidad del azul más frío, para reflejar un estado de conexión y bienestar y un sentimiento tranquilizador de orden y de paz", explicaron.
¿Cómo cambió el uso de color en los últimos años? En la actualidad se prefieren para interiores paletas que pertenecen naturalmente a otros ámbitos. "Se abrió mucho la paleta, antes había colores solo de decoración. Por ejemplo, ahora se ven muchas que provienen de los maquillajes, la belleza está plasmada en los interiores. En particular hay una visión de colores más femeninos, rosados, cobres, o los petróleos propios de las sombras de ojos que están presentes también en sillones y almohadones", dice Flor Mangini, forecaster de moda de Visiones Tendencias. Y resalta que hace unos años estas elecciones estaban más ligadas al ámbito cultural, como el estilo mediterráneo o el inglés. Un cambio que coincide con el uso del online. "Ikea [la cadena internacional dedicada a la fabricación y venta minorista de muebles y objetos para el hogar] es un gran transmisor de lo que pasa. También hay que diferenciar entre la decoración más elitista y la de todos los días, que no cambia tan a menudo. Pero desde que la deco se volvió más provisoria, se sumó variedad de colores".
Aunque es el más reconocido, Pantone no es el único generador de tendencias de color. La firma de origen inglés WGSN, pronosticadora de lo que vendrá, intenta imponerse con su propia propuesta, Coloro. Ya anunció para 2020 el Neo Mint, "un tono brillante y futurista que brindará un aire fresco a los interiores cansados". También lo relacionan con la tecnología futurista, pero sin olvidar la conexión con la vida vegetal y la naturaleza. El color de la calma.
Y hablando de futuro, van más allá y anticipan que 2021 será el año del A. I. Aqua, inspirado, una vez más, en la tecnología digital.
En su Centro de Estética Global, la empresa AkzoNobel, grupo al que pertenece Alba, diseña y pronostica el color y, para asegurarse de que anticipan las necesidades de los consumidores, monitorean continuamente las tendencias sociales, culturales y de diseño a medida que surgen en la vida cotidiana. Luego exponen sus experiencias, presentan estímulos, imágenes, muestras de textiles, materiales novedosos, exposiciones, objetos y colores que consideran relevantes presentes en distintas muestras de mobiliario y decoración que marcan tendencia en el mundo y son referentes. Cada integrante del grupo, representante de una industria y también de un continente, presenta su visión, materiales, colores y temas que considera importantes para abordar en la mesa de trabajo. "Así se va identificando el target, distintos grupos de personas o consumidores con intereses similares, con preferencias idénticas. Se van tomando patrones en común y ordenando por importancia o por la fuerza con la que se presentan", explica desde Alba la arquitecta Virginia Domínguez.
Por ejemplo, el uso indiscriminado de los plásticos es una preocupación que muchos comparten y que afecta a nivel mundial. "Una conducta reactiva frente a este hecho es la recolección por grupos de personas que, en forma voluntaria, se encargan de limpiar extensiones de playas que reciben toneladas de plásticos que devuelve el mar y le buscan una utilidad. Estas personas preocupadas por el medio ambiente –en este caso por los plásticos, pero pueden sumarse a los reclamos por la tala indiscriminada o el cuidado del agua–, responden a un target determinado con características particulares y deseos en común en la forma de vivir. Y se van sumando otros grupos con intereses coincidentes. Es decir, se busca componer una historia con sensaciones de distintos tipos de personas y de encontrar una paleta de color y sus combinaciones que representará a cada grupo de acuerdo a sus preferencias", agrega.
Así identifican el perfil de personas de acuerdo a cómo se comportan, cómo les gusta vivir, qué objetos prevalecen en sus casas y con qué colores se sentirán confortable o con los que se identifica, de acuerdo a lo que el color les devolverá, calidez, frialdad, cobijo, exaltación, vivacidad. "Encontramos a través de la paleta de color la forma en que la persona se sentirá confortable entre las cuatro paredes que lo envuelven y como cada tono lo potenciará y acompañará".
Dentro del Centro en AkzoNobel, la misión está a cargo de ColourFutures, con expertos que identifican el color del año y cuatro paletas de soporte desde hace 16 años. "Cuando se observa cómo han evolucionado nuestras paletas se pueden registrar las fluctuaciones en el apetito de nuestros consumidores por diferentes colores y detectar conexiones con lo que está sucediendo en el mundo en general. Por ejemplo, en 2017, cuando nuestros consumidores sentían la necesidad de mantener el equilibrio y la calma, la paleta estaba dominada por tonos más fríos de azules y grises. Mientras que en 2018, hubo una gran sensación de incertidumbre que se reflejaba en el deseo de colores cálidos y reconfortantes", explica Heleen van Gent, directora creativa del centro.
El objetivo es capturar el estado de ánimo del momento y darle el tono justo. Detrás de su pronóstico de tendencias mundiales se encuentra un equipo de diseñadores, arquitectos, creativos de color, expertos en tendencias y en moda. Ellos están persiguiento la vanguardia en los ámbitos sociales, culturales, de diseño y estilo de vida.
Según ese termómetro emocional, AkzoNobel detectó cuatro sensaciones: amabilidad, despertar, resiliencia y optimismo. Según su investigación, en todo el mundo las personas están experimentando una sensación renovada de optimismo y ganas de proyectar un cambio que mejore sus vidas y las de los demás. ¿Qué quieren los consumidores? Pensar y buscar claridad, hacerse preguntas, examinar sus valores y decidir dónde depositar su confianza; soñar, perseguir la quietud y el silencio, disminuir la velocidad; amar y evitar el aislamiento y la soledad, epidemias silenciosas de nuestro tiempo, y actuar: ser proactivo, tomar responsabilidades, involucrarse. A cada uno le corresponde una paleta: Pensar, con tonos neutros que crean una atmósfera calma; Soñar, con tonos luminosos y pasteles, románticos que generan espacios sofisticados; Amar, con tonos con ricos pigmentos, intensos y que crean una atmósfera abierta, acogedor; y Actuar, en la que predominan los tonos luminosos y vivos, limpios, que crean una atmósfera audaz, cargada de energía.
Teniendo en cuenta esas consideraciones, coronaron a Crème Brûlée como color de 2019, un cálido ámbar, que puede ser "calmante y nutritivo, y más estimulante o energizante, dependiendo de la iluminación y de los colores circundantes".
Para Alba el tema de 2018 fue Bienvenidos a casa, porque los expertos que participaron del estudio habían detectado que la velocidad del trabajo, el estrés y la conexión permanente primaban en el mundo contemporáneo. Como consecuencia de eso, la casa se convertía en el espacio en el que se esperaba encontrar tranquilidad y seguridad.
En coincidencia con la búsqueda de bienestar, Mangini destaca que "antes el tema era qué nos ponemos, y ahora está más en sintonía con la casa y con los viajes. Cómo se lleva hoy el bienestar a los espacios interiores, que sean más agradables y acogedores". En ese contexto surge también una contradicción por el uso de las redes sociales: "Por un lado está la búsqueda real de bienestar y, otro lado, se muestra un bienestar que no es real, y está sólo vinculado a los posteos y el subir fotos en Instagram". ¿Hay mundo más feliz que el reflejado y publicado en Instagram?
Desde la vid
Más conectados con la naturaleza, nuestras costumbres y paisajes, en Tersuave apuntaron este año al mundo del vino. No el vino en sí como producto, sino su mundo, su entorno. "Desde la producción, el nacimiento y la cosecha de la uva, todo lo que hay en el campo donde están los viñedos, las hierbas, el color del romero fresco, el azul profundo de un arroyo, de un manantial, el color de las piedras, de las frutas como durazno y moras, el amarillo del sol, su potente rayo dorado. Todo un mundo de colores, emociones y sensaciones que están presentes desde que se planta la vid hasta que se logra el profundo color del vino y sus tonalidades, incluso en las catas", dice la arquitecta María Fernanda Domato, jefe de marketing de Tersuave.
De ahí surgieron cuatro paletas: Cata de Vinos, un rojo bastante profundo; Vino Añejo, lila pálido y fresco; Tierra de Vinos, verde agrisado, más tranquilo, y Barril de Madera, marrón verdoso. Estas paletas se completan con nueve colores más cada una, un total de 40 colores.
"Es importante destacar que, con respecto a otros años, en donde predominaban los grises, los tonos piedras, beiges y cremas, se empiezan a usar colores más saturados. Si bien el rojo o el naranja profundo eran los que la gente más elegía, este año se utiliza el color de manera más saturada. Quizás a simple vista parecen oscuros, pero generan más personalidad, permiten que se destaquen objetos claros haciendo un juego de figura y fondo entre los elementos", agrega Domato.
¿Por qué Tersuave decide hacer una paleta de colores y no un único color del año como se suele hacer? Porque considera que ni todas las personas ni todos los gustos son iguales. Por eso sus paletas tienen diferentes características y personalidades, su propia energía, colores que se completan entre sí.
Volviendo al mundo de las sensaciones, en Colorín se concentraron este año en crear con su paleta de colores y espacios armoniosos y equilibrados, "brillando cada uno con su propia intensidad, pero sin interponerse sobre el otro". Los tonos protagonistas son los grises combinados con otros tonos complementarios. El gris se asocia con la independencia, lo tradicional y los ambientes tranquilos: el color de la modernidad. Su maridaje con el verde alimonado o con los blancos genera serenidad, y también puede funcionar como base sólida para combinarlo con tonos fuertes, como naranjas o amarillos. Los celestes transportan generosidad, y se asocian con la estabilidad y el profesionalismo. La tercera propuesta es el color visón, una tonalidad marrón agrisada que genera distintos niveles de luminosidad, y que convive bien con otros neutros y naturales, como el blanco roto, arena, celestes, grises y chocolates.
Propuestas de color no faltan. Cada cual puede elegir el que lo haga más feliz, y así no esperar al 8 de diciembre para recrearnos con la decoración navideña.
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