Cuando la mata de Iris germanica está muy tupida es conveniente hacer una división de sus rizomas. ¿Para qué? Para favorecer la próxima floración. Esta tarea, fácil de llevar a cabo en cinco pasos, conviene hacerla cada cuatro años aproximadamente.
Algunos florecerán luego de la división y otros quizás no, pero sí lo harán en la siguiente temporada.
Los rizomas son tallos subterráneos engrosados que crecen en forma horizontal y almacenan sustancias de reserva. Poseen yemas y raíces, por lo que pueden utilizarse en la multiplicación vegetativa.
Esto se hace a partir del mes de febrero y hasta fines de abril, porque así se logra que lleguen con una muy buena cantidad de raíces, ya establecidos para afrontar el frío del invierno.
Paso a paso, cómo dividir la mata de Iris
- Descalzá con mucho cuidado la mata con la pala. Quitá toda la tierra de sus raíces.
- El rizoma central no posee hojas y a ambos lados tiene hijuelos. Descartá el rizoma central y separá los laterales con un cuchillo de filo liso, bien afilado, previamente desinfectado con alcohol.
- Cortá las raíces, a la mitad de su tamaño, para estimular la formación de nuevas.
- Andá separando las nuevas plantitas y cortá el follaje en forma de abanico para reducir la evapotranspiración y evitar que el viento las vuelque.
- Volvé a plantar en suelo con buen drenaje y a pleno sol. Si es posible, conviene que los canteros estén algo elevados ya que son muy sensibles al exceso de agua.Plantalos a una distancia mínima de 25 a 30 cm uno de otro. Al plantarlos, cuidá que quede solo la mitad del rizoma enterrado (si los enterrás demasiado no florecerán). Luego apisoná bien la tierra alrededor, con las manos.
Cuidados para después de la plantación
- Al momento de la brotación tené cuidado con ciertas hormigas, que se alimentan de las hojas nuevas.
- Si el año es muy lluvioso, pueden contraer roya y deberán tratarse con funguicidas sistémicos.
Agradecemos la colaboración de Mauro Zuzul para la realización de esta nota.
LA NACION