Algunos dicen que es una de esas escenas cotidianas en la que se pone en juego mucho de lo que cada persona es -o cómo actúa- en otros momentos o situaciones de la vida. ¿A quién no le pasó alguna vez? Frente al desafío de ingeniería que implica encontrarle lugar a la sartén nueva en la pila de trastos de la alacena (¿o duermen adentro del horno?), un universo de preguntas. Esta nota no tiene las respuestas para todas, no. Pero sí unos cuantos consejos de Ini Hajnal, creadora de The Organization Wiz, para mantener el orden en la cocina. "Un buen sistema de organización ahorra tiempo y dinero y, sin duda, aligera tu mente", asegura.
No tiene que ver únicamente con una cuestión estética. Es fundamental para conservar los alimentos en buen estado y evitar la contaminación cruzada. Y también para poder organizar mejor los menús semanales y las compras, y no acumular productos y alimentos que se vencen.
"Pasamos más tiempo en la cocina que en cualquier otro lugar de la casa. Transitamos constantemente por allí y al preparar los alimentos utilizamos una enorme cantidad de utensilios, electrodomésticos pequeños, medianos y grandes. Todo lo que sucede en la cocina se asemeja al funcionamiento de una gran orquesta. Para organizarla se necesita tiempo, descartar lo que no se usa y categorizar lo que necesitas", explica Hajnal en su libro Caja Organizada, Vida Feliz
Con la idea de generar un flujo de tareas orgánico y eficiente -para lo cual es preciso guardar los objetos cerca del lugar donde se van a usar-, sugiere pensar el espacio como un triángulo. "Es un triángulo imaginario al que se suele denominar 'triángulo de oro', donde ocurren las acciones repetitivas entre la bacha para lavar, la heladera y el horno", explica.
La clave es trabajar por sectores: cajones, alacenas, estanterías. Y empezar por descartar todo eso que no se usa y no se va a usar jamás.
En las cajoneras, dejar las que tienen altura normal, 10 a 12 centímetros, para cubiertos, utensilios, repasadores, individuales, especias. Y los más altos para ollas, sartenes, bowls, herméticos. La vajilla en estantes con el peso bien distribuido "siempre a la altura de los ojos y ubicar adelante la de uso cotidiano", sugiere Ini y, sin miedo, a apilar vasos.
¿Cómo generar más lugares cuando parece que no se puede ganar ni un centímetro más en la cocina? "Me gusta aprovechar el espacio vertical con opciones como percheros o ganchos autoadhesivos para colgar en la parte interna de las puertas o las paredes, hasta barrales para los utensilios de uso frecuente o planchas imantadas sobre la pared para los cuchillos", responde.
Los electrodomésticos un poco más grandes en los cajones de mayor altura, para que no se enmarañen los cables, no se pierdan las piezas ni queden cuchillas mezcladas con otros utensilios. O en los estantes más altos. Y las ollas y sartenes grandes al bajomesada.
"Hay un accesorio que me parece sumamente útil y que no muchas personas conocen: los estantes de metal o alambre que permiten crear un nuevo lugar de apoyo en el espacio aéreo dentro de una alacena o vajillero. Algunos se apoyan sobre el estante, otros se cuelgan", avanza la especialista.
Para los alimentos secos y las especias, herméticos transparentes o frascos de vidrio iguales o de forma lo más parecida que se pueda. "Hay que rotularlos sí o sí con marcadores para vidrio o etiquetas tipo pizarra. Y colocarles la fecha de vencimiento. Se puede recortar del mismo paquete del producto y pegarlo en la base del frasco", propone. Otro tip: forrar los cajones con material antideslizante.
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