La belleza de la arquitectura y el buen gusto de la ambientación de este estudio brillan gracias a una iluminación inteligente
Para el diseño de iluminación de su estudio, la arquitecta Mónica Schuvaks convocó a Leonardo Griscan, de la firma Move on by Griscan. "En un espacio de trabajo, la premisa siempre es combinar la arquitectura del lugar con las necesidades luminotécnicas de quienes desarrollan sus actividades ahí", explica el experto. En este antiguo edificio donde abunda la madera, la búsqueda de un estilo eclético se concretó en la elección de la imponente luminaria central de hierro con cintas de LED.
Sobre la sección superior de la biblioteca de estilo inglés, apliques para cuadros con halógenas dirigidas generan un efecto escenográfico derivado de los conos de luz y sombra que crean. Las secciones de la parte inferior, cerradas, se destacaron con tiras de led en la base de las ventanitas con arco Tudor. En la mesa de madera, se optó por empotrar varias lámparas ‘Tolomeo’, un diseño tradicionalmente asociado a los arquitectos por la practicidad de su difusor orientable para el trabajo sobre el tablero. En palabras del responsable del proyecto: "Buscamos que la estética del conjunto de las luminarias también se adecuara al gusto de quienes habitan el lugar".
El diseño de iluminación apostó a resaltar los muebles antiguos por contraste: "Elegimos artefactos modernos y preponderantemente metálicos para lograr una combinación de estilos muy distintiva", describe Leonardo, de Move on by Griscan. Sobre estas líneas, la pared opuesta a la biblioteca, donde las lámparas galponeras que generalmente se usan en la cocina dan luz puntual sobre los escritorios. La imagen más grande muestra el tablero de dibujo sobre el que se proyectan los planos a mano alzada, equipado con la infaltable ‘Tolomeo’, en este caso en su versión con morsa para fijar a la mesa. Enfrente, Leonardo Griscan en foco.
Produccion: Cristina Solanet | Texto: Lucrecia Álvarez.
LA NACION