Cómo la persona más rica del mundo perdió 11 millones de dólares en tan solo un día
Bernard Arnault, dueño del conglomerado de marcas LVMH, recordará este martes como un golpe duro
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LA NACION
Este martes 23 de mayo será un día recordado por el francés Bernard Arnault, el hombre más rico del mundo, como una jornada oscura en el mercado, ya que las acciones en su conglomerado de marcas de lujo bajaron significativamente en la bolsa y dieron pérdidas millonarias.
Bernard Arnault, a sus 74 años, es el dueño del conglomerado de marcas LVMH, que en sus arcas maneja empresas como Louis Vuitton, Christian Dior, Tiffany & Co, Loewe, Fendy Beauty, TAG Heuer, Bvlgari, Dom Pérignon, Céline, Givenchy, Loro Piana, Sephora, Moët Hennessy, Emilio Pucci, Fendi, DKNY, entre más de 70 marcas de moda y cosméticos.
En enero de 2021, por ejemplo, el conglomerado logró la mayor adquisición de lujo de la historia al comprar por 15.800 millones de dólares a la reconocida joyería estadounidense Tiffany & Co.
Según la revista Forbes, Bernard Arnault encabeza el ranking online de multimillonarios con una riqueza personal de 213,7 mil millones de dólares. Muy por arriba de Elon Musk, quien ha ocupado el primer puesto durante el 2021 y que tiene un patrimonio de 146.500 millones de dólares.
Arnault admitió, en una entrevista, su elección por el rubro de lujo. Las marcas de alta gama tienen atemporalidad y modernidad, dos características que parecieran contradictorias, pero ahí está su éxito: “Son como el fuego y el agua. ¿Puedes decir que dentro de veinte años la gente seguirá usando el iPhone? Tal vez no. Pero seguirá bebiendo Dom Pérignon”, manifestó.
A partir de este pensamiento logró construir el mayor conglomerado del mundo y cada una de las 70 marcas que la componen no han parado de crecer en beneficios.
Sin embargo, no todas son buenas noticias para el francés, ya que el mercado internacional varía constantemente y afectó principalmente al sector de lujo europeo.
Este martes las acciones de LVMH bajaron un 5% en la bolsa de París, lo cual hizo que el francés perdiera 11 millones dólares, el equivalente a más de 2.500 millones de pesos.
Según el medio especializado en el mercado, Bloomberg, este martes hubo “una caída generalizada en el sector de lujo europeo, ha borrado más de 30 millones en el valor de mercado este martes luego de un período de subidas catalizado por la reapertura China”, lo cual puede continuar los próximos días.
Otros afectados fueron Kering SA, dueño de Gucci, que cayó un 2% y Hermes International, casa de moda especializada en accesorios de cuero, que cayó hasta un 5%.
Cómo Bernard Arnault se convirtió en la persona más rica del mundo
Su adoctrinamiento en el capitalismo llegó en Nueva York a principios de la década del ‘80, adonde llegó huyendo del socialismo francés. Poco se sabe sobre su tiempo allí, pero cuando regresó a Francia en 1984, se apresuró a desplegar las tácticas salvajes que estaban surgiendo en Wall Street.
Lo primero que hizo fue apostar a las compras apalancadas. Vio a una marca como Christian Dior destartalada y enterrado dentro de un conglomerado textil en apuros. Se sacó de encima la escoria y pulió a Dior, la joya de la corona de 38 años. Luego apeló a tácticas hostiles, apuntó a Moët Hennessy-Louis Vuitton a fines de los ‘80 y finalmente se alzó con la marca.
No siempre tuvo éxito. Gucci, la casa de moda italiana, continúa eludiéndolo. Pero este método de operación se demostró consistente: hacer un uso astuto del balance general para comprar casas de moda mohosas y convertirlas en megamarcas. Y el mejor ejemplo es LVMH que alcanzó un valor de US$372.000 millones.
Arnault es más que un buen negociador. Es un maestro de la exageración, reclutando diseñadores llamativos, muchos de fuera de Francia, para sacudir al establishment de la moda.
Su accionar impactante no se limita solo a la pasarela. Brinda publicidad para accesorios de moda de alto margen, como perfumes y bolsos, que son el pan más convencional de LVMH. Además, impone una eficiencia similar a la de una máquina en sus negocios, modernizando los procesos de producción, vendiendo principalmente a través de las propias tiendas de la marca en lugar de licencias, y contratando a los mejores en el negocio.
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