Cómo hicieron el príncipe William y Kate Middleton para vencer una histórica maldición de la corona

La casa de Windsor, con todo su esplendor real, carga en las últimas décadas con lo que muchos británicos consideran una maldición. Esto es, una sucesión de fracasos en el terreno matrimonial que convirtieron a esa institución familiar en un terreno de enfrentamientos e infelicidad para varios miembros de la corona de Inglaterra.

Pero hay una pareja que lleva ya 10 años de casada y que parece haber escapado a esa maldición. Se trata del matrimonio conformado por el príncipe William y Kate Middleton, que han establecido una unión en la que reinan la felicidad y la armonía.

La excelente convivencia de los duques de Cambridge es algo que no se ve mucho por el Palacio de Buckingham y que los especialistas en temas reales intentan explicar.

Para poner en contexto, quizás valga recordar el caso más trascendente de un matrimonio fracasado en la realeza británica: el que tuvieron o, más bien, padecieron, el príncipe Carlos y Lady Diana Spencer, a la sazón, los padres del príncipe William.

La propia princesa de Gales admitiría años después de su boda que, en esa ceremonia que para el mundo era parte de un cuento de hadas, ella se había sentido como “un cordero llevado al matadero”.

Pero al desenlace fallido del matrimonio entre Carlos y Diana se sumarían otras decepciones maritales y reales. De hecho, tres de los cuatro hijos de la reina Isabel II terminaron divorciados. Solamente Eduardo continua casado al día de hoy.

Y a eso hay que añadir que Peter Phillips, el hijo de la princesa Ana, disolvió su unión matrimonial a principios de este año.

“Ellos funcionan juntos”

Entonces, teniendo en cuenta esta tendencia real a la ruptura matrimonial, el caso de la década de casados de William y Kate toma otra relevancia. Ellos cumplieron las bodas de aluminio en abril de este año y lanzaron para festejarlo una película “casera”, donde se ve a la familia de Cambridge -el matrimonio y los tres niños- paseando por una playa, completamente relajados y dichosos.

Según lo que expresó la escritora y experta en la realeza británica Daniela Elser en el medio inglés Carins Post, el secreto de esta unión tan exitosa se reduce a una sola cuestión: “Ellos funcionan juntos y funcionan bien”.

Al contrario de lo que pasaba con el príncipe Carlos, que, según esta autora, observaba con celos y perturbación cómo su esposa Diana lo eclipsaba en popularidad, los duques de Cambridge se complementan. “Tienen una relación sólida y ella le da confianza”, señaló al medio The Times un amigo de la pareja, que asistió a su boda en 2011.

“No hay celos, no hay fricciones, están felices el uno por el éxito del otro. William habla con tanta pasión del trabajo de Kate como de sus propias campañas”, agregó este amigo.

Otra fuente cercana a la pareja le dijo a The Telegraph a principios de este año que ellos dos “están en el mismo bando, en el mismo equipo”. “Siempre se han apoyado mutuamente. Ambos son bastante tímidos y lucharon en sus vidas con el tema de ser el centro de atención”, añadió.

Esta fuente le contó al citado medio otro de los secretos de la buena relación de la pareja de Cambridge: “Cuando él está pasando por un momento difícil, ella es quien lo ayuda a superarlo, pero funciona en ambos sentidos. Él está ahí para ella y ella está ahí para él“.

Katie Nicholl, biógrafa real, señaló que ella es la conexión a tierra que tiene él. “Al observarlos durante la última década, se han convertido en esa pareja en la que una parte finaliza las oraciones de la otra. Como cualquier matrimonio, tuvieron altibajos, pero los superaron. Es un matrimonio basado en la amistad”, señaló.

Otros secretos de la felicidad de William y Kate

Los especialistas también destacaron que la buena relación y la complementariedad de la pareja se ve en cómo organizan su vida hogareña. Allí equilibran la carga de trabajo en lo que corresponde a sus hijos y a su educación. En ese terreno, tratan de todas formas de convertirse en una familia “normal”.

Y la familia de Kate Middleton es fundamental para William. “(William) los adora absolutamente. Michael, el papá de Kate, es encantador. Realmente amable, suave y gentil. A William le encanta ir al campo para quedarse con ellos. Su vida familiar es tan reconfortante para él, ya que es tan diferente a la de su propia familia“, señaló un amigo de la familia Middleton el año pasado.

Otro de las posibles explicaciones a la perdurabilidad de esta pareja tiene que ver con que ambos aprendieron juntos a lidiar con la prensa y con la constante exposición.

Cuando en 2013 nació George, el primogénito de la pareja -luego vendrían Charlotte y Louis-, Kate estableció un pacto con los medios. La Casa Real presentaría fotos regulares del bebé y, a cambio, los duques de Cambridge podrían disfrutar de la paz y la intimidad que William no había podido tener de niño.

“Les tomó años llegar allí, pero el éxito de ese plan les permitió tener confianza y estar contentos en su papel. Hoy ya no les preocupa la privacidad de sus hijos y William ha podido ser el tipo de padre que quiere ser”, dijo otro amigo cercano de la pareja al medio The Times.

Finalmente, el éxito de la “sociedad” entre William y Kate radica también en el hecho de que han alineado sus prioridades. “Kate comprende que el único credo de la familia real es el deber, el deber, el deber”, dijo un hombre de Buckingham al medio británico Tatler el año pasado.

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