Cómo es por dentro “el yate más caro del mundo” que Alemania le incautó a Rusia
La embarcación pertenece al empresario ruso Alisher Usmanov y cuenta con dos helipuertos VIP, pileta, jardín y un centenar de habitaciones; el gobierno alemán la retuvo en medio de la escalada bélica
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Él lo asegura y hasta ahora no apareció nadie para contradecirlo. El empresario ruso Alisher Usmanov, de 68 años, asegura poseer “el barco más caro del mundo” cuyo valor neto y mantenimiento es equivalente al de cuatro vehículos deportivos de alta gama. Para darse cuenta de su dimensión basta con verlo desde afuera y constatar que cuenta con dos helipuertos, una plataforma para la playa y una bahía de observación flotante. Este jueves, el Gobierno alemán decidió incautar al Dilbar en Hamburgo como parte de las sanciones de la Unión Europea a magnates rusos por el conflicto bélico.
Tiempo antes, el yate ya era noticia por poseer características envidiables en todo el mundo. En la cubierta principal se ve un espacio para nadar que también rompe un récord por sí mismo. “La pileta cubierta jamás instalada” mide cerca de 25 metros y se convierte en uno de los atractivos más especiales del “superyate”. Acorde a lo que informó el portal británico The Sun, tiene además una tripulación de 80 personas y su mantenimiento cuesta 80 millones de libras.
Dilbar -el nombre de la embarcación- esconde en su interior un lujoso paraíso que es tentación para todo el mundo. Su capacidad, asegura el portal ya mencionado, es de hasta 24 invitados; cosa que permite trasladar a un total de 104 personas a bordo si se contempla a la tripulación.
Una vez dentro, hay una infinidad de cuartos adornados con distintos estilos y estéticas completamente diferentes para todos los gustos. Una sala de reuniones que también puede usarse para cenar y almorzar cuenta con una amplia estantería con libros, cuadros y adornos y una mesa con 11 sillas y vista directa al exterior.
Pero si almorzar ahí no es del agrado de los huéspedes, una mesa un poco más grande los espera en una suerte de living-comedor con lugar para 14 comensales y dos sectores más alejados con sillones, donde hasta se puede disfrutar de un trago mientras se mira el mar y los paisajes naturales que se visiten a bordo.
Las habitaciones son amplias y tienen vestidor y baño privado, todas amobladas con los más lujosos y cómodos muebles que completan la estética náutica elegida. Los baños tienen pileta, lavamanos y ventanas para disfrutar, al igual que en los demás cuartos, una impresionante vista en todo momento.
Pero mantener este monstruo no es barato. Según los informes de construcción, se instalaron más de mil kilómetros de cableado para satisfacer todas las necesidades. En esta línea, para conseguir mover la embarcación, se tuvo que instalar una planta de energía híbrida eléctrica-diésel de 30.000Kw convirtiéndolo en “la planta más poderosa que jamás se haya instalado en un yate”, otro récord para el vehículo de Usmanov.
Con una velocidad crucero de 22,5 nudos y un valor neto cercano a las 18 mil millones de libras, el superyate del magnate ruso es una perlita que navega en mar abierto y en la que varios desean poder pasar, al menos, una noche a bordo.
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