Antes de dejar la ciudad para instalarse en un barrio sustentable, Virginia Escribano, con su inconfundible talento para darle nueva vida a los objetos cotidianos, comenzó su búsqueda de una vida más lenta en este PH que reformó por completo.
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La estilista y fotógrafa Virginia Escribano llegó a este PH cuando aun no habían nacido sus hijos y, desde el primer momento, su prioridad fue preparar cada espacio para cuando llegaran. Así generó ambientaciones flexibles, funcionales y poco exigentes en cuanto al mantenimiento haciendo lo que mejor sabe: aplicar técnicas decorativas para renovar los muebles que empezó a practicar muy temprano y que reunió en su libro Muebles recuperados.
Virginia llama "paredes ciruja" a las composiciones libres que arma sobre ellas con todo tipo de objetos, guiada por el azar y el instinto.
Tomó meses encontrar el tono justo para el aparador verde que estaba empapelado. La repisa superior con ménsulas sirvió para darle más presencia con su ilusión de continuidar, y también para "esconder" el aire acondicionado. Los "cajoncitos" del aparador de MDF, en realidad, son una puerta. Con los herrajes el mueble gana carácter, aspecto simétrico, y, sobre todo, espacio de guardado. La base neutra, también en los pisos hidrolaqueados, hace que se luzcan los elementos coloridos.
Nunca fui detrás de cosas caras: fui armando mi casa con muebles y objetos que encontré o que tengo desde siempre
Ambientes conectados
“A la mesa de pino tea le apliqué laca poliuretánica al agua. A las sillas de los chicos las pinté con pintura de tiza para darle alegría al espacio”.
Con una tapa de pino tea en L, Virginia convirtió en barra el mueble de demolición. Tras decaparla con removedor, la madera quedó casi al natural. Los cajones del frente, enchapados, tienen pintadas las iniciales de los integrantes de la familia. Amplió así el espacio de mesada, y sirve también para trabajar o para una comida informal.
Originalmente, los muebles de la cocina eran de melamina gris. Para darle más luz, hoy tienen puertas laqueadas y tiradores de metal tipo fichero. Por su parte, la alzada -que, al igual que la mesada, era granito negro- se cubrió con azulejos hexagonales y pastina negra para las juntas.
Zona de juego
El playroom le ganó espacio al patio. Con el mismo piso que la cocina, tenen un cerramiento de vidrio para mayor luminosidad. Un truco de Virginia: "antes de usar por primera vez un pizarrón, hay que pasarle un borrador colmado de polvo de tiza y, recién después, estrenarlo. Así, no queda marcado".
Verde en la ciudad
Un muro de machimbre desgastado fue el recurso perfecto para darle identidad a un sector del patio. Las macetas de fibrocemento marcan el límite del patio, con plantas aromáticas y otros vegetales de la huerta.
“Una decoración que no admite modificaciones no es un buen plan. Con el tiempo, aprendí a convivir con cosas a medio hacer hasta que surge la idea que mejor les calza”.
Cuartos infantiles
Como los chicos comparten cuarto, se repitió una base neutra, pero con detalles que señalan el espacio de cada uno. Al lado de una de las camas, cómoda pintada con aerosol.
La ubicación de las camas aprovecha bien los metros. En el medio, viejos cajones de aromáticas ahora se usan para guardar juguetes y muñecos de tela. En su vida anterior, el cuadrorepisa que se colocó en la pared fue la parte superior del cambiador de los chicos.
El ambiente se equipó con un respaldo capitoné de lino. Una manta gris tejida a mano cuelga de la escalera-perchero de caña, otra obra de la dueña de casa.
Los imprescindibles de la experta
- Laca poliuretánica de exterior al agua: protege la madera y le da un aspecto natural. Recomiendo que sea de acabado satinado que casi no tiene brillo. También sirve para interior.
- Bloqueador de manchas: evita que, al poco tiempo de pintar un mueble de madera, aparezcan manchitas rojizas o amarillentas que terminan por ensuciar la pintura. Eso sucede porque las maderas tienen taninos y muchas veces "sangran" al tomar contacto con la pintura. Especialmente indicado en muebles de algarrobo, pino y maderas teñidas.
- Chalk paint: sirve para cualquier superficie (incluso melamina, vidrio o plástico), y nos ahorramos lijar el mueble antes de pintarlo. Además, es al agua, muy cubritiva y de acabado mate.
- Pinceles de cerdas sintéticas: ideales tanto para lacas como para pinturas. Duran mucho y son muy fáciles de lavar.
- Herramientas básicas: destornillador, pinza, martillo, tornillos autoperforantes y lijas al agua número 80, 150 y 320.
- Removedor en gel y viruta fina: para lavar muebles pintados y lustrados, si la intención es dejarles la madera al natural.
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