Cómo deshidratar frutas y verduras en el microondas: el truco más sencillo
Este proceso se puede hacer fácilmente con este electrodoméstico; algunos consejos para alargar su vida útil y mantener los nutrientes intactos
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La deshidratación de frutas y verduras es una excelente manera de conservar su frescura y sabor por un mayor periodo de tiempo de manera natural y sin la necesidad de incorporar aditivos químicos. Si bien tradicionalmente existen varios métodos para deshidratar alimentos, tales como el horno o deshidratadores eléctricos, el microondas es una alternativa que no solo permite realizar este proceso de manera rápida y sencilla, sino que también mantiene todos los nutrientes concentrados.
A continuación, el truco más sencillo para deshidratar frutas y verduras en el microondas en simples pasos.
Preparar los alimentos
El primer paso es seleccionar cuidadosamente las frutas y verduras. Estas deben estar frescas, maduras, en buen estado, sin golpes ni daños.
Luego hay que proceder a lavarlas y secarlas con papel absorbente para eliminar cualquier residuo de suciedad que haya quedado alojado y cortarlas en rodajas finas y uniformes. Este paso es crucial, dado que garantiza que se deshidraten de manera uniforme y que el proceso sea lo más eficiente posible.
Introducirlos en el microondas
Una vez que se hayan cortado las frutas y verduras en rodajas, deben ser colocadas de manera espaciada (2-3 centímetros entre cada una) en una bandeja apta para microondas. De esa forma, el aire puede circular entre la fruta y no se crea un exceso de humedad.
Asimismo, es indispensable lavar el microondas minuciosamente con agua caliente y jabón neutro antes de comenzar con el proceso sin olvidar las paredes interiores, ya que cualquier resto de suciedad, grasa u olor que se quede concentrado dentro puede afectar el sabor y la textura de los alimentos.
Regular el tiempo y la potencia
El tiempo necesario para deshidratar frutas y verduras varía según el tipo de alimento y la potencia de cada microondas. Es recomendable comenzar de a poco con intervalos cortos de tiempo a una potencia media. Por ejemplo, una práctica eficiente es utilizar directamente la función “descongelar” por 30 minutos, puesto que esta alternativa ayuda a retirar la humedad del alimento poco a poco.
Durante este proceso, es importante ir moviendo las frutas y verduras cada 10 minutos. De esa forma, se asegura que el calor llegue a todas las partes de los alimentos de manera equitativa y pueda alcanzar su completa deshidratación.
Por último, es fundamental tomarse tiempo para llevar a cabo todo el procedimiento de a poco y revisar regularmente que no se quemen. La clave es encontrar el equilibrio adecuado para obtener alimentos deshidratados, pero no carbonizados.
Almacenamiento y conservación
Una vez que las frutas y verduras estén completamente deshidratadas, hay que dejarlas enfriar por completo a temperatura ambiente antes de almacenarlas. Para ayudar a prolongar su vida útil, deben ser guardadas en frascos de vidrio o bolsas herméticas que se encuentren en lugares frescos y oscuros por un tiempo máximo de hasta dos semanas.
Deshidratar las frutas y verduras hace que puedan ser consumidas en cualquier época del año, sea su temporada o no. De esta manera, cuando sea el momento de querer comerlas, simplemente hay que remojarlas en agua durante unos minutos y disfrutar de su sabor intacto.
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