Muchos piensan que una maleza es una planta fuera del lugar deseado. Otros, una planta de aspecto desagradable y, los más observadores, una planta que invade progresivamente nuestro jardín. En cualquier caso, las malezas contaminan el césped y, debido a su gran variedad de formas, colores y hábitos de crecimiento, producen un aspecto desagradable y de abandono en el jardín. Compiten con las plantas de césped por luz, humedad, nutrientes y espacio, y muchas veces se convierten en la especie dominante. Podemos distinguir dos grandes grupos de malezas:
DE HOJA ANGOSTA:
Anuales: pasto cuaresma (Digitaria sanguinalis), pastito de invierno (Poa annua), pata de gallina (Eleusine indica), capín (Echinochloa sp.), braquiaria (Brachiaria plantaginea), cola de zorro (Setaria sp.).
Perennes: son más difíciles de controlar que las anuales ya que algunas especies, además de reproducirse por semillas, poseen estructuras vegetativas como estolones (kikuyo), rizomas (gramón), tubérculos (cebollín) y bulbos (ajo salvaje) que las hacen muy resistentes. Otras: pasto miel (Paspalum dilatatum), pasto horqueta (Paspalum notatum), sorgo de alepo (Sorghum halepense).
DE HOJA ANCHA:
Diente de león (Taraxacum officinale), verdolaga (Portulaca oleracea), capiiquí (Stellaria media), verónica, ortiga mansa (Lamium amplexicaule), plantago, ortiga (Urtica urens), lengua de vaca (Rumex crispus), amaranto, cerraja (Sonchus sp.), sanguinaria (Polygonum aviculare), perejilillo (Bowlesia sp.), quínoa (Chenopodium sp.), cardo (Carduus sp.), vinagrillo (Oxalis sp.), mastuerzo (Coronopus sp.) y el trébol blanco (Trifolium repens).
MÉTODOS DE CONTROL
La primera defensa contra las malezas es promover un crecimiento vigoroso del césped. Cuando su densidad es alta, las malezas tienen dificultad para encontrar espacio donde desarrollarse, por eso siempre prosperan más en áreas ralas. Es muy importante fertilizar, regar y cortar el césped adecuadamente para generar un crecimiento vigoroso. Además, el corte frecuente se complementa con el arrancado a mano de las plantas jóvenes antes de que el desarrollo de su raíz complique esta labor. Un completo programa de control de malezas también incluye herbicidas. Son agroquímicos fundamentales que deben ser aplicados en momentos precisos del año y seleccionarse adecuadamente para no dañar el césped que pretendemos mantener.
TIPOS DE HERBICIDAS
- Según la manera de actuar del herbicida, podemos clasificarlos en: SISTÉMICOS: Penetran en la planta a través de las hojas y raíces, y se trasladan por todo el cuerpo de la planta.
- DE CONTACTO: Destruyen las partes que entran en contacto directo con el herbicida y la planta muere al no ser capaz de nutrirse ni de realizar la fotosíntesis.
- Según el momento de acción:
- PRE-EMERGENTES: Se aplican antes de que aparezcan las malezas. Son de control preventivo y generalmente su acción perdura por toda la estación. No deben usarse en céspedes recientemente implantados sino en aquellos ya establecidos, conociendo la recurrencia de malezas en el lugar.
- POST-EMERGENTES: Se aplican cuando ya han brotado las malezas. Generalmente son sistémicos y no requieren empapar la planta, sino tan sólo rociarla.
- Según el espectro de acción:
- SELECTIVOS: Controlan ciertas especies sin afectar el crecimiento de otras. La mayoría de los herbicidas utilizados en jardinería son de este tipo. Ej.: 2,4-D.
- TOTALES: Matan todas las especies y por ello se usan para tratamientos por manchones o en renovaciones totales de la cobertura de césped. Ej.: glifosato.
- Según las malezas:
- Herbicidas para hoja ancha.
- Herbicidas para ciperáceas.
- Herbicidas para gramíneas.
QUÉ HERBICIDAS USAR
Para céspedes nuevos –ya sea por siembras, resiembras o estolonizaciones–, se recomienda utilizar herbicidas post-emergentes. La regla general es aplicar media dosis luego de los primeros 3 o 4 cortes, y repetir a los 7-10 días.
Herbicidas pre-emergentes:
Oxadiazón: ideal para zonas recién implantadas, ya que controla gramíneas anuales y no afecta el desarrollo de raíces del nuevo césped.
Atrazina: se usa principalmente en gramillón.
Pendimetalin: controla la mayoría de las gramíneas anuales y algunas de hoja ancha. Es seguro usarlo cerca de arbustos y árboles.
Nunca pulverizar en condiciones de viento, porque la homogeneidad de aplicación se ve distorsionada y se puede afectar a plantas sensibles contiguas al área a
Herbicidas post-emergentes:
2,4-D: tiene un gran espectro deacción en malezas de hoja ancha. No controla gramíneas. Se puede usar con la mayoría de las especies de césped, incluso en su primer año de implantación. Debe evitarse fumigar plantas ornamentales vecinas.
2,4-D + Dicamba: aumenta el espectro y afecta al trébol blanco.
Quinclorac: muy efectivo en bermuda, para control de malezas de hoja ancha, gramíneas, trébol y kikuyo. No aplicar en otras especies de césped sin consultar.
MSMA: muy utilizado para controlarel pasto miel en bermuda. Requiere 2 a 3 aplicaciones desde fines de la primavera para lograrlo. También controla cebollín.
Halosulfuron: el preferido para erradicar el cebollín que invade zonas excesivamente húmedas de la cobertura de césped.
Nunca aplicar herbicidas post-emergentes en situaciones de estrés –como altas temperaturas o sequía– porque se dañará el césped y el efecto será pobre. En céspedes maduros no hay nada mejor que aplicar el pre-emergente correcto al inicio del otoño y en primavera. Luego pueden hacerse tratamientos con post-emergentes en el último mes de dichas estaciones, de acuerdo con las especies detectadas.
CÓMO APLICARLOS
Luego de la correcta selección del producto a utilizar, la segunda situación más perturbadora es "cómo hacerlo". Lo más importante es conocer la dosis en términos de la cantidad de producto para la superficie a tratar. La pregunta recurrente es: ¿en cuántos litros de agua diluyo el herbicida? La respuesta es: en la cantidad de agua necesaria para cubrir toda la superficie en forma de una pulverización fina y homogénea. No importa tanto la dilución en agua, que sólo es un vehículo. Es decir, da igual utilizar 2 o 3 mochilas, si el herbicida es distribuido homogéneamente. A diferencia de los fungicidas o insecticidas, aplicar en exceso un herbicida dañará el césped. Por eso, no deben repetirse las pasadas para agotar el tanque o la mochila si nos ha sobrado producto.
Para lograr mayor uniformidad de aplicación, lo mejor es agregar a la mezcla un marcador azul de pulverización que actúa como colorante y nos permitirá apreciar en el césped el área tratada o salteada y, según la intensidad del color, la dosis aplicada. Siempre deben tomarse todas las medidas de precaución posibles: guantes, barbijos, antiparras, enjuagarse bien las manos con detergente y no aplicar en días ventosos. Luego de la labor, destruir los bidones y recipientes utilizados.
PARA TENER EN CUENTA
- Las malezas deben estar en activo crecimiento al momento de la pulverización. Se recomienda que el suelo esté húmedo y no cortar en las 48-72 horas previas. Luego de la aplicación no es conveniente regar ni que reciban lluvias por otras 48 horas.
- En general, los mejores resultados se dan con una segunda aplicación a los 10 o 14 días de la primera, para alcanzar a otras camadas de germinación o plantas que toleraron el primer tratamiento.
- La base permanente de nuestros céspedes es, en general, pasto bermuda, que entra en dormición o latencia durante el invierno. En ese momento es muy tolerante a cualquier herbicida, incluso los totales como el glifosato (en dosis bajas, de un litro por hectárea). Si no ha sido resembrado con ryegrass, es una oportunidad muy valiosa para eliminar toda maleza de invierno que contamine el césped, especialmente la Poa annua.
- Sin pretender entrar en polémicas, el glifosato es un herbicida sistémico de acción total, levemente tóxico y se inactiva al contacto con el suelo, por lo cual no tiene efecto residual pre-emergente. Los efectos son visibles luego de una semana. Es un herbicida ideal para hisopado planta por planta, matar manchones colonizados por malezas y erradicarlas de caminos, bordes y cunetas.
Trébol blanco, ¿maleza o no?
Pese a que, para los paisajistas, especialistas en césped y puristas del jardín consideran defnitivamente al trébol como una maleza difícil de liquidar, esta especie goza de cierta simpatía y connivencia de la gente, algunos de ellos conscientes de su capacidad de fjar nitrógeno en el suelo. Quienes no piensen así, lo pueden eliminar con herbicidas como Dicamba y Quinclorac.