Comienzos
Es importante aceptar que hay distintos caminos para llegar a nuestra meta
Los años pasan, y con el tiempo las ambiciones cambian. No sé si será por mi alto nivel de exigencia o por la velocidad en que la sociedad está cambiando, pero cada vez siento mis logros más pequeños y la meta, más lejos. Sin embargo, tengo días de reflexión en los que me alegro y felicito a mí misma por lo que logré, y valoro cada día de trabajo que me lleva a tener las posibilidades que hoy se me presentan. Esto me hace pensar en tantas colegas que un día eran ejemplos a seguir tan lejanos y que, como yo, empezaron desde abajo, con un porfolio bajo el brazo y muchas ganas de crecer.
Muchas de las estilistas más importantes de la industria comenzaron como modelos que, viendo cómo se manejaba el ambiente desde adentro, lograron reinventarse haciendo uso de los conocimientos aprendidos y de la gente que conocieron en el camino. Cansadas de ser un lienzo, decidieron convertirse en creadoras, como por ejemplo Giovanna Battaglia, estilista de la revista W y consultora para Dolce & Gabanna; Camilla Nickerson, una de las editoras más importantes de Vogue, que también trabaja en los desfiles de Cèline, Alexander McQueen y Calvin Klein; la argentina Tati Cotliar, ahora estilista para la revista Garage, y Charlotte Stockdale, su jefa, que además es la mano derecha de Karl Lagerfeld en Fendi.
Por supuesto que ser modelo no es la única forma de empezar; muchos comenzaron como asistentes o incluso pasantes, tal es el caso de la famosa Olivia Palermo, que en sus comienzos hasta realizó una pasantía para mi marido, que produce desfiles de moda. La reconocida Vera Wang, que cuenta con seguidoras como Victoria Beckman y Alicia Keys, a quienes diseñó sus vestidos de novia, y empezó como asistente en Vogue, llevando baúles llenos de muestras por todo París, al igual que Derek Blasberg, editor de varias revistas y mejor amigo de incontables celebridades.
Son muchos los que trabajaron por años para posicionarse en la industria, y hoy, gracias a las redes sociales, son otros los que llegaron por un camino más corto y de gran reconocimiento también, aunque varios no sepan cómo sucedió. Por ejemplo, Elena Perminova, una escultural belleza rusa, se hizo conocida por su estilo, y fue su actual marido, Alexander Lebedev, quien la rescató de la cárcel cuando ella era menor de edad y había sido encarcelada por vender drogas en una disco. Su padre, desesperado, acudió al magnate en busca de ayuda, y él se hizo cargo. Al poco tiempo comenzó la relación entre la joven y el empresario. Hoy son padres de tres hijos y comparten un lujoso estilo de vida.
Emily Weiss, después de un pequeño cameo en el reality show The Hills, es ahora una exitosa empresaria, creadora del blog IntoTheGloss y la marca de belleza Glossier.
En mi caso comencé como pasante del fotógrafo Urko Suaya, a quien conocí a los 14 años cuando me convocó para protagonizar la campaña de John L. Cook para la que buscaban gente común. Años más tarde, cuando terminé la secundaria, lo llamé y le pregunté si me daría un trabajo. Desde los 17 años trato de rodearme de gente talentosa y trabajadora, de la cual aprendo y me nutro. Y funciona. Hasta los grandes diseñadores supieron llevarle un café a un importante editor, y de esa humildad se aprende y crece. Es importante aceptar que hay distintos caminos para llegar a nuestra meta, y esto puede implicar que nuestros proyectos, sueños y hasta pasiones se revalúen, ya que las cosas raramente se dan como nos las imaginamos.
Después de todo, las personas que lo logran, casi nunca se sienten realizadas, y es eso lo que las mantiene activas.
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