Columna vertebral de la identidad porteña
Año 2007. Decidí que tenía que encarar la realización de una guía gastronómica: Bodegones de Buenos Aires . Empecé a sospechar que me iba a meter en algo mucho más profundo de lo que pensaba. Conocía la belleza y la personalidad de estos mágicos lugares, pero con el pasar de las largas entrevistas a los dueños y las visitas a los boliches empecé a madurar una convicción que sucesivamente se transformó en dogma: los bodegones son un tramo esencial de la columna vertebral que sostiene la identidad gastronómica porteña.
Nietos de las pulperías e hijos de los almacenes con despacho de bebida, los bodegones lograron concentrar en su alma las comidas típicas regionales de Italia, España y, en menor medida, de Alemania. Y más importante aún: fusionaron esa información en un documento lacrado con oro puro que se exhibe de forma permanente y es objeto de consulta en todos los bodegones de la ciudad: el menú porteño.
Cruz y delicia de centenares de miles de amantes de los sabores genuinos y directos que la historia aportó a la gastronomía local. Demasiado larga la lista de platos para mencionarlos en este espacio. Pero todos los que aprecian los bodegones saben perfectamente de lo que estoy hablando. Y si les quedan dudas, en esta nueva primavera que recién empieza llegó el aire nuevo de la Semana de los Bodegones Porteños. Una oportunidad golosa para conocer nuevos bodegones y más historia gastronómica de la ciudad y el resto del país. No se la pierdan.