Código morse: a 178 años del primer mensaje en el que se utilizó, ¿para qué sirve hoy?
Este suceso sin precedentes cambió la historia de la comunicación global; cómo se adaptó su uso tras los avances tecnológicos
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LA NACION
El 24 de mayo de 1844, se realizó la primera comunicación por código morse. El mensaje fue enviado desde Washington, la capital de Estados Unidos, hasta Baltimore, en el estado de Maryland, y atravesó por este medio el país norteamericano de oeste a este: un suceso trascendental para la humanidad.
¿Qué es el código morse?
El código morse es un sistema de representación de letras y números que es establecido a través de un alfabeto particular en el que cada letra, número y signo de puntuación se encuentra representado por una combinación de puntos, rayas y espacios.
Fue creado por el inventor y pintor estadounidense Samuel Morse, quien trabajó junto a Alfred Vail para producir e instalar el sistema de telegrafía eléctrica en 1832. De hecho, este código estandarizado le permitió enviar mensajes a través del dispositivo. ¿Cómo? La información se emite mediante señales que son reproducidas de manera intermitente y transmitidas a través de la comunicación telegráfica, la cual -a su vez- funciona a partir de impulsos eléctricos. El código morse puede utilizarse a partir de medios visuales, como la luz, sonoros o mecánicos que, al combinarse, forman palabras, números e incluso frases completas.
La primera comunicación a través del código morse
Tras la creación de este sistema, en 1843 el Congreso de Estados Unidos le otorgó 30.000 dólares a Morse para la instalación de un cableado entre Washington D.C. y Baltimore.
Finalmente, el 24 de mayo de 1844, se llevó a cabo la primera comunicación por este medio. El propio Samuel envió el mensaje desde Washington y Vail, desde Baltimore, verificó la recepción.
En aquella ocasión, la frase que atravesó Estados Unidos de punta a punta fue, en inglés, “what hath God wrought”, lo que en español significa “lo que Dios ha hecho”. Este es un fragmento perteneciente a un texto bíblico: Números, capítulo 23, verso 23, donde se lee: “No hay magia en Jacob ni adivinación en Israel: a su debido tiempo se le dirá a Jacob y a Israel lo que ha forjado Dios”. Al recibirlo, Vail respondió con el mismo mensaje.
Luego de este suceso, distintas ciudades instalaron progresivamente el telégrafo eléctrico.
En 1867, se incluyó este sistema en el sector naval para enviar señales entre las embarcaciones. Tras ello, a partir del siglo XX, la mayoría de las comunicaciones internacionales utilizaban este código, gracias a la instalación de cables marítimos y circuitos de radio. Luego, comenzó a emplearse en aviación para confirmar la sintonización de estaciones de contacto.
El código morse en la actualidad
Si bien con el avance tecnológico y las nuevas formas de comunicación, la participación de este código ha quedado reducida, aún sigue vigente en diversas áreas. Actualmente, es utilizado en la aviación y la aeronáutica mediante sistemas de radio, como el VOR (radio faro omnidireccional de muy alta frecuencia) y el NDB (radio faro no direcconal).
Asimismo, es empleado por personas que tienen algún tipo de discapacidad o dificultad en la comunicación quienes, por ejemplo, realizan movimientos oculares o leves movimientos con sus dedos para comunicarse.
La Sociedad Internacional de Preservación del Código Morse está conformada por radioaficionados que siguen estudiando este código y trabajan para que se conserve en el tiempo.
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