Imaginemos un cóctel impactante, elaborado, por ejemplo, con una kombucha de té blanco, hierbas de la selva amazónica, una mezcla de ron, whisky y coñac, con una pequeña porción de ácido cítrico y jugo de lima, luego clarificado, dando como resultado una bebida traslúcida y deliciosa, decorada con hielos transparentes que exhiben pequeñas flores silvestres. Sí, es verdad, cosas así existen y seguirán existiendo, pero cada vez menos. En el mundo, la tendencia actual va en sentido contrario: mezclas de pocos ingredientes y sabores puros, donde cada materia prima se percibe en la bebida final. No se trata en realidad de algo nuevo, sino más bien de una vuelta a los principios rectores de la mejor coctelería de la historia. Son los llamados "cócteles de tres ingredientes" (que, a veces, sumando bitter y decoración, pueden ser un poco más), recetas que con apenas un puñado de elementos logran profundidad, sabor delicioso e, incluso, originalidad. Un elegante regreso a los básicos.
Faradise 2.0
No solo son apenas tres ingredientes, sino que –siguiendo la lógica del Negroni– cada uno se utiliza en la misma cantidad que el siguiente. Un cóctel preparado en el maravilloso bar Faraday, a metros del Alto Palermo, para reproducir en casa.
• 30 ml de Johnnie Walker Black Label
• 30 ml de Pimms
• 30 ml de Santa Julia Tardío
En un vaso corto, de tipo whisky, poner rocas de hielo grande y el resto de los ingredientes. Refrescar brevemente con una cuchara. Decorar con una rodaja de pepino.
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Sweet Vicious
Uno de los cócteles míticos de Wherever, ubicado en la populosa zona de Pacífico, en Palermo.
• 60 ml de bourbon
• 30 ml de Drambuie
• 2 dashes de absenta
En un vaso de whisky con un hielo grande, colocar los tres ingredientes. Terminar con un par de golpes de Angostura Bitters y piel de limón.
Hanky Panky
Ada Coleman, la gran bartender de la historia, manejó la barra del hotel Savoy en Londres, y creó este cóctel eterno. Un lugar donde pedirlo: 878.
• 45 ml London dry gin
• 45 ml vermouth rosso
• 2 dashes de Fernet Branca
Refrescar todos los ingredientes en un vaso de composición con abundante hielo. Colar en una copa coupe y perfumar con piel de una naranja.
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Fair Harvard
Este cóctel aparece en el libro 3 Ingredient Cocktails, y fue creado por el propio Simonson. Una buena idea para usar ese pisco que trajiste del Cusco.
• 60 ml de pisco
• 30 ml de vermouth bianco
• 3 dashes de orange bitters
Refrescar todos los ingredientes en un vaso de composición con abundante hielo. Colar en una copa coupe y perfumar con piel de un limón.
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EL LIBRO
En su libro 3 Ingredient Cocktails, el periodista del New York Times Robert Simonson –quien estuvo hace unos meses recorriendo bares en Argentina– lo explica de manera sucinta: "Con un ingrediente obtenés una buena medida; con dos ingredientes, tenés un highball; conjugá tres ingredientes y lograrás un cóctel.
Con más de tres ingredientes, será tal vez un cóctel más complejo, pero no necesariamente mejor". Mirando el recetario histórico, es inevitable darle la razón: el Manhattan, el Dry Martini, el Daiquiri clásico, el Old Fahioned, el Sazerac, el Negroni son todos cócteles basados en esta regla de los tres ingredientes. Como bien dice Matthew Belanger, jefe de barra del archifamoso bar estadounidense Death & Co, en un artículo publicado hace unos meses en el sitio Liquor: "La gente comienza a darse cuenta de que las combinaciones simples y creativas son mejores que esas mezclas de docenas de ingredientes que pretenden complejidad". No solo eso: estas recetas son también ideales para reproducirlas en el hogar, con apenas unas pocas botellas, sin necesidad de almíbares complejos o mezclas extravagantes. Ya lo sabíamos: less is more. Larga vida a esta nueva –y tan eterna– coctelería.