Para que no haya ropa tirada por todos lados, aquí van algunos consejos que te van a ayudar a planificar este espacio de la casa
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EL LUGAR
Si no contás con un espacio definido para ubicar el lavadero, podrías sumarlo a las funciones de la cocina, el garage o el quincho. En viviendas mínimas como monoambientes, podés adaptar el baño y reemplazar la bañera por un cuadro de ducha para liberar un sector donde poner el lavarropas; otra alternativa es adaptar un sector de la mesada de la cocina con un modelo de carga frontal.
REVESTIMIENTOS
Tiene que ser de fácil limpieza y mantenimiento. No es necesario revestir todos los muros,sólo hay que proteger aquellas zonas que queden más expuestas (alrededor del lavarropas y la pileta). Los materiales que mejor se adaptan son los cerámicos, el alisado de cemento y el porcelanato, todos preferentemente con terminación pulida. Para las paredes de ambientes húmedos, lo mejor es optar por una pintura látex antihongo.
INSTALACIÓN DEL LAVARROPAS
Debe ser en lugares cercanos a la toma de agua (independiente de la pileta y de fácil acceso) y al desagüe (ubicado a no menos de 40cm de altura sobre la pared). Es fundamental contar con una instalación eléctrica para el lavarropas y la plancha, e incluso algún toma libre para una radio o TV.
ESPACIO DE LAVADO
Una pileta siempre es útil para la ropa que no va al lavarropas. Hay distintas medidas y modelos acorde al espacio disponible. En cuanto a la grifería, convienen utilizar un modelo para embutir porque deja lugar libre para manipular las prendas que se laven a mano y los baldes.
EL TÉNDER
Es una pieza fundamental cuando no existe la posibilidad de tender a los cuatro vientos. Pueden ser extensibles, fijos a la pared o plegables de piso o instalados en el techo del lavadero que tienen mayor capacidad que los anteriores.
ILUMINACIÓN
Si bien la iluminación puede ser general, las zonas más conflictivas y que hay que tener muy en cuenta son la de la pileta y la de planchado.